Justificación: La endocarditis infecciosa protésica representa un desafío clínico y epidemiológico en la actualidad. La utilización de prótesis valvulares y dispositivos cardiovasculares se ha vuelto cada vez más común y paralelamente, la incidencia de endocarditis infecciosa en pacientes con prótesis ha experimentado un aumento. Esta tendencia tiene implicaciones debidas a las diferentes complejidades asociadas con la endocarditis en pacientes portadores de prótesis valvulares. A diferencia de la endocarditis en válvulas nativas, la endocarditis protésica conlleva desafíos únicos debido a la presencia de material extraño y al riesgo potencial de colonización bacteriana en estas superficies, lo que no solo complica el diagnóstico y el tratamiento, sino que también puede llevar a una evolución clínica más adversa.
Objetivo: Análisis epidemiológico de la evolución de las endocarditis protésicas en nuestro centro.
Resultados: Durante el período comprendido entre 2016 y 2022, se registraron un total de 128 casos de endocarditis, de los cuales 38 (29,7%) fueron endocarditis protésicas. Al analizar los casos, se observó un aumento progresivo de los mismos: 3 casos (2016), 2 (2017), 4 (2018), 6 (2019), 7 (2020), 4 (2021), 10 (2022). Agrupados en los periodos antes y después de la implementación del Endocarditis Team (ET) la distribución es la siguiente: entre 2016 y 2019: Se diagnosticaron 9 casos de endocarditis protésica antes de la implementación del ET. Entre 2019 y 2022: El número aumentó a 29 casos tras la implementación del ET. Notablemente, en tres casos, la endocarditis protésica representó una recurrencia tras un episodio previo. La distribución anatómica indicó 25 casos en la localización aórtica, 18 en la localización mitral y 4 en válvulas mitroaórticas. La etiología microbiológica fue variada, con 9 casos de origen desconocido, 8 por enterococos, 8 por estreptococos, 4 por estafilococos y 3 causados por aureus. Es relevante destacar que el 23,7% de los casos tuvo un origen nosocomial. Características basales de los pacientes: edad media: 72 años; distribución por género: 63,2% hombres; comorbilidades: 10,5% (4) tenían diabetes, 68,4% (26) hipertensión arterial y 50% (19) dislipidemia. Complicaciones: el 44,7% (17) presentó complicaciones, incluyendo abscesos en 10,5% (4) de los casos, dehiscencia protésica en 31,6% (12), vegetaciones en 68,4% (26), bacteriemia persistente en 7,8%, esplenomegalia en 7,8% (3) y embolismo en 26,3%, con un 10,5% (4) de los casos resultando en ictus. Condiciones cardiacas asociadas: el 15,8% (6) presentó una fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) deprimida, 13,2% (5) bloqueo auriculoventricular (AV) y 13,2% (5) shock. Insuficiencia renal: el 23,7% (9) de los pacientes presentó insuficiencia renal. Análisis quirúrgico: se realizaron cirugías en 15 pacientes (39,5%). Previa a la implementación del ET, solo el 33,3% (3 pacientes) había sido sometido a cirugía, mientras que después del ET, el porcentaje aumentó al 41,4% (12) (p=0,7). Mortalidad intrahospitalaria: la tasa de mortalidad general fue del 13,1%, con 5 pacientes fallecidos. Tres de estos pacientes no habían sido sometidos a cirugía, mientras que los otros 2 sí habían sido intervenidos. Dos de los fallecimientos ocurrieron en el período pre-ET y tres en el período con ET, sin diferencias estadísticamente significativas.
Conclusiones: En línea con tendencias internacionales, hemos observado un aumento constante en los casos de endocarditis protésica durante el período de estudio. Las características basales de los pacientes, como la edad promedio y las comorbilidades comunes, refuerzan la importancia de evaluar y abordar factores de riesgo específicos en el manejo de la endocarditis protésica. La presencia de complicaciones y la tasa de intervenciones quirúrgicas subrayan la importancia de esta enfermedad, que está en aumento.