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Vol. 22. Núm. 1.
Páginas 5-9 (enero - febrero 2015)
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La reparación de la insuficiencia mitral entre 2 orillas
Mitral valve repair between 2 shores
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José Manuel Revuelta
Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas, Facultad de Medicina, Universidad de Cantabria, Santander, España
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Tabla 1. Clasificación de los dispositivos actuales para la corrección de la insuficiencia mitral por cirugía miniinvasiva o percutánea
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En la actualidad, la insuficiencia mitral constituye la valvulopatía más frecuente en Estados Unidos1 y pronto superará a la estenosis aórtica también en Europa. Este progresivo incremento de la prevalencia de la insuficiencia mitral se debe al envejecimiento de la población, puesto que afecta fundamentalmente a la población mayor de 65 años.

La última versión de la guía internacional sobre el tratamiento de las valvulopatías, 2014 AHA/ACC Guideline for management of patients with valvular heart disease2, deja muy claro aquello que la experiencia ha demostrado ampliamente, que la cirugía constituye el tratamiento de elección (gold standard) para los pacientes sintomáticos con insuficiencia mitral severa crónica orgánica o asintomáticos con disfunción ventricular, fibrilación auricular de reciente comienzo o hipertensión pulmonar. El tratamiento quirúrgico también está indicado en la insuficiencia mitral orgánica moderada en los pacientes que requieren otra cirugía cardiaca concomitante, o bien cuando presentan una disfunción ventricular izquierda severa (≤ 30%) (LOE: B). La reparación valvular mitral, cuando es factible, debe anteponerse a la sustitución protésica, puesto que reduce considerablemente la morbimortalidad a corto y largo plazo, aparte de mejorar la función ventricular y evitar la anticoagulación permanente en la mayoría de los pacientes. Sin embargo, aún persiste cierta controversia sobre los beneficios del tratamiento quirúrgico en la insuficiencia mitral funcional, aunque las guías recomiendan la reparación quirúrgica en los enfermos sintomáticos (NYHA clases III/IV) con regurgitación severa (LOE: B) y siempre que se requiera otra cirugía cardiaca (LOE: C).

La cirugía reconstructora valvular se desarrolló fundamentalmente en Europa en la década de los setenta, de manera destacada en Francia y España, donde se describieron diversas técnicas que son consideradas operaciones clásicas de la reparación mitral y tricúspide. Durante estos 40 años, la reparación quirúrgica mitral ha formado parte indispensable en todos los equipos de cirugía, consiguiéndose resultados muy satisfactorios. En el último Registro Español de Cirugía de Reparación Valvular 20133 se describe que la reparación mitral ha aumentado un 6%, con respecto al año anterior. En la mayoría de los casos, la insuficiencia mitral degenerativa (58%) fue reparada, con una mortalidad hospitalaria del 1,2%.

La extensa experiencia con la cirugía reconstructora mitral convencional ha demostrado ampliamente que, para tratar la insuficiencia orgánica o funcional con éxito, es necesario realizar una «reparación completa» que tenga en cuenta todos los elementos que constituyen el complejo aparato valvular mitral. Para ello, la cirugía dispone de un completo arsenal de técnicas y biomateriales para resolver, eficientemente y con estabilidad a largo plazo, los diversos tipos de insuficiencia mitral que pueden involucrar a las valvas, el anillo mitral, las cuerdas tendinosas, los músculos papilares o el ventrículo izquierdo. Desde hace decenios, la industria biomédica ha venido introduciendo diversos materiales biocompatibles para la reparación mitral, resistentes a la rotura o a la formación de trombos (politetrafluoretileno expandido PTFE)4, anillos protésicos de variadas formas, consistencia, distensibilidad, flexibilidad y tamaños, ingeniosos dispositivos e instrumental quirúrgico.

En este número de Cirugía Cardiovascular, Gutiérrez-Martín et al.5 presentan un interesante estudio retrospectivo en el que comparan los resultados postoperatorios clínicos y ecocardiográficos con la cirugía reparadora de la insuficiencia mitral degenerativa, en 2 grupos de pacientes operados por prolapso del velo posterior, bien mediante la técnica clásica de Carpentier con resección cuadrangular, bien con implante de neocuerda artificial de PTFE, con resultados satisfactorios con ambas técnicas y tiempos de cirugía similares. La supervivencia acumulada a 5 años fue de 98,5% (a 8 años: 92%), ningún paciente falleció por causa cardiovascular. Asimismo, reportan una mejoría ecocardiográfica anatómica y funcional mitral semejante en los 2 grupos. Los autores demuestran que ambas alternativas quirúrgicas proporcionan excelentes resultados postoperatorios, con estabilidad semejante de la reparación mitral a medio plazo.

Recientemente, se observa un creciente entusiasmo por parte de determinados cirujanos y cardiólogos intervencionistas en la posibilidad de reparar la insuficiencia mitral severa con técnicas percutáneas en aquellos pacientes «inoperables» o de muy alto riesgo quirúrgico. La versión 2014 de la guía AHA/ACC2, antes mencionada, hace una breve referencia a la reparación valvular mitral percutánea, señalando que esta novedosa alternativa podría considerarse en pacientes sintomáticos (NYHA clases III/IV) con insuficiencia mitral orgánica severa (estadio D) con anatomía favorable para la reparación valvular, con una razonable expectativa de vida, pero con un «riesgo quirúrgico prohibitivo» debido a comorbilidades severas y que permanecen muy sintomáticos a pesar del tratamiento médico avanzado (LOE: B).

Reparación mitral percutánea

Desde que Ottavio Alfieri en 2001 introdujera en Milán el primer MitraClipSystem (Abbott Vascular, Inc., Menlo Park, CA, EE. UU.), inspirado en su ingeniosa intervención quirúrgica del «doble orificio mitral»6, la industria biomédica pronto vislumbró las posibilidades futuras de este tipo de producto percutáneo. Actualmente se dispone de una extensa gama de estos dispositivos percutáneos para la corrección de la insuficiencia mitral, la mayoría en fase de investigación preclínica (animal de experimentación) o con los primeros implantes clínicos7,8. Estos novedosos dispositivos percutáneos son implantados por vía femoral, transeptal, transapical, en el seno coronario o por cirugía miniinvasiva (tabla 1).

Tabla 1.

Clasificación de los dispositivos actuales para la corrección de la insuficiencia mitral por cirugía miniinvasiva o percutánea

Corrección de los velos 
Percu-Pro™ - Coaptación de valvas 
MitralClip™ - Doble orificio mitral 
MitraFlex™ - Doble orificio mitral 
Thermocool™ - Ablación de valvas 
 
Anuloplastia 
Carillon™ - Anuloplastia indirecta (seno coronario) 
Monarc™ - Anuloplastia indirecta (seno coronario) 
Viacor PTMA™ - Anuloplastia indirecta (seno coronario) 
NIH-Cerclage™ - Anuloplastia asimétrica (seno coronario) 
St. Jude™ - Anuloplastia asimétrica (seno coronario) 
Accucinch GDS™ - Anuloplastia ajustable 
Mitralign™ - Anuloplastia ajustable 
Millipede ring™ - Anuloplastia directa 
QuantumCor™ - Radiofrecuencia anular 
ReCor™ - Radiofrecuencia anular 
MiCardia™ - Anuloplastia híbrida 
Mitral solutions™ - Anuloplastia híbrida 
 
Sustitución de cuerdas tendinosas 
MitraFlex™ - Cuerda artificial (vía transapical) 
Neochord™ - Cuerda artificial (vía transapical) 
Babic™ - Cuerda artificial (vía transapical o transeptal) 
 
Remodelado ventricular izquierdo 
Mardi-BACE™ - Compresión del surco AV (minitoracotomía) 
iCoapsys™ - Cable intraventricular (transpericardio) 
Técnicas sobre las valvas

Los dispositivos percutáneos que actúan sobre las valvas mitrales tratan de corregir la insuficiencia mediante plicatura o sutura de los bordes libres, creando un doble orificio mitral. Pronto se comprobó que la sutura de las valvas con el sistema Mobius device™ (Edwards Lifesciences, Irvine, CA, EE. UU.) resultaba técnicamente muy complicado9 y con una alta incidencia de dehiscencias, por lo que fue abandonado tras completarse el estudio clínico10,11. Por el contrario, el concepto de unir los velos con un clip de cromo-cobalto para corregir la insuficiencia mitral (MitraClipSystem) ha interesado también a otras empresas biomédicas como TransCardiac Therapeutics (Atlanta, GA, EE. UU.) que fabrican MitraFlex™, que se inserta por vía transapical y está en fase de investigación preclínica. Tras obtener la marca CE, se han implantado más de 10.000 unidades MitraClip™, la mayoría en Europa. Carrasco-Chinchilla et al.12 han publicado recientemente un estudio multicéntrico observacional retrospectivo en el que han participado 4 hospitales españoles con la experiencia inicial en 62 pacientes, utilizando este dispositivo MitraClip™. Se trataba de pacientes relativamente jóvenes, casi un 20% eran ≤ 60 años (edad media: 68 ± 12,3 años). Fallecieron 4 pacientes, 2 fueron reintervenidos y otros 2 casos precisaron trasplante cardiaco.

A nivel internacional se están llevando a cabo diversos ensayos clínicos sobre el MitraClipSystem (EVEREST I, EVEREST II, EVEREST HRR, COAPT, TRAMI, ACCESS-EUROPE, RESHAPE-HF, REALISM, PERMIT-CARE)13–19. Sorprende el tremendo impacto que está teniendo este sistema de tratamiento percutáneo, a pesar de que la incidencia de reintervenciones a corto plazo no es desdeñable (24,8%), frente a la reparación quirúrgica (5,5%) (p < 0,001), según el estudio multicéntrico EVEREST14. Asimismo, también sorprende que esta técnica percutánea sea preconizada principalmente por el grupo quirúrgico de Alfieri6, que describió que la técnica quirúrgica del «doble orificio mitral» no debería practicarse aisladamente sino con una anuloplastia mitral concomitante, para evitar la insuficiencia mitral residual.

Los resultados reportados por estos ensayos clínicos y experiencias personales sobre la morbimortalidad a corto y medio plazo con MitraClipSystem son variables, dependiendo de la muestra estudiada o de los criterios de inclusión y exclusión empleados. La mortalidad hospitalaria varió de 0,9 a 4,2%, la mortalidad al año del procedimiento fue de 17,3-24,4% (EVEREST II, ACCESS-EUROPE), la insuficiencia mitral residual severa ≥ 3 de 22% (EVEREST HRR) y la necesidad de reintervención quirúrgica de 20-29,9% (EVEREST I, EVEREST II). Con la experiencia, estos resultados han mejorado, como lo demuestra el registro ACCESS-EUROPE que en la fase I incluyó a 567 pacientes con este tipo de clip percutáneo, procedentes de 14 centros. En este registro europeo la mortalidad hospitalaria fue de 3,4%, la insuficiencia renal aguda de 4,8%, la necesidad de reintervención quirúrgica de 6,3%, permaneciendo el 72% de los pacientes en clase NYHA ≤ 2 al año de la implantación.

Anuloplastia mitral percutánea

La actuación percutánea sobre el annulus mitral puede llevarse a cabo mediante la inserción de un dispositivo reductor o moldeador en el seno coronario (anuloplastia indirecta) o mediante su implantación en la región anular (anuloplastia directa), utilizando la vía transeptal o transfemoral.

El seno coronario se está utilizando en diversos sistemas percutáneos para la anuloplastia mitral indirecta por su proximidad con la zona posterior del annulus. Sin embargo, existe una extensa variabilidad anatómica del seno coronario humano, no siempre situado en la cercanía del anillo fibroso mitral. Además, se suele alejar del mismo en los casos en los que existe un importante aumento del diámetro anular por dilatación ventricular izquierda. Estos dispositivos intravenosos coronarios pueden comprimir la arteria circunfleja por su proximidad al seno coronario20,21. A su través, se pueden implantar diversos dispositivos fabricados con nitinol, entre ellos: Carillon Mitral Contour System™ (Cardiac Dimensions, Kirkland, WA, EE. UU.), Monarc System™ (Edwards Lifesciences, Irvine, CA, EE. UU.) y Viacor Percutaneous Transvenous Mitral PTMA device™ (Viacor, Wilmington, MA, EE. UU.). Estos 2 últimos sistemas han dejado de utilizarse por las graves complicaciones que se han presentado durante o inmediatamente después de su implantación (perforación mortal del seno coronario, oclusión o perforación de la arteria circunfleja)22,23. El dispositivo Carillon System, actualmente disponible por contar con la marca CE, ha sido evaluado en pacientes con insuficiencia mitral severa por miocardiopatía dilatada (ensayo clínico AMADEUS) y otras etiologías (TITANI I, TITANI II, PRIME). Las mayores complicaciones que ha presentado este sistema han sido la imposibilidad de implantación (32-37,5%), rotura del anclaje (25%), perforación del seno coronario (6,5%), infarto de miocardio (6,5%) o fallo en la reducción del anulus, persistiendo la insuficiencia mitral severa8,24. En la actualidad, se encuentra en evaluación con el ensayo clínico Percutaneous Repair in Functional Mitral Regurgitation (PRIME) prospectivo y multicéntrico, con una muestra mayor de 300 pacientes, pero aún no se dispone de datos. Según Cardiac Dimensions®, la empresa norteamericana que lo fabrica, se estima que el 70% de los 20 millones de personas que padecen insuficiencia cardiaca en el mundo tienen una insuficiencia mitral significativa.

Recientemente se ha introducido otro dispositivo de anuloplastia mitral percutánea, algo más peligroso que los anteriores, sorprendentemente aportado por el prestigioso National Heart, Lung, and Blood Institute de EE. UU., denominado Mitral Cerclage™ (NIH, Rockville, EE. UU.) que, guiado mediante resonancia magnética, se introduce a través del SC, pasando por la vena interventricular anterior y volviendo cerca del ostium del SC, mediante perforación del miocardio ventricular derecho o directamente saliendo en la aurícula derecha, donde es ajustado según se precise25. Ha sido implantado en el animal de experimentación (cerdo) con insuficiencia mitral isquémica inducida. Difícilmente pueden encontrarse razones médicas para catalogar este nuevo dispositivo como un avance en la reparación mitral.

Varios dispositivos recientes están diseñados para su implantación quirúrgica a través del ápex ventricular izquierdo como Accucinch Annuloplasty System™ (Guided Delivery Systems, Santa Clara, CA, EE. UU.), Mitralign Percutaneous Annuloplasty System™ (Mitralign, Tewksbury, MA, EE. UU.) o Minipede Percutaneous Annuloplasty Ring™ (MC3, Ann Arbor, MI, EE. UU.) que puede ser implantado vía transeptal o con cirugía miniinvasiva. El denominado Accucinch GDS device™ consiste en una serie de anclajes en la región ventricular del annulus mitral que, unidos mediante una sutura, puede reducir el tamaño anular, aunque con bastante dificultad técnica; ya se han realizado los primeros implantes clínicos. El sistema Mitralign™ consiste también en una sutura conectada por 2 anclajes anulares, que permite reducir hasta 3cm la porción posterior de annulus mitral26. Está en marcha el ensayo clínico ALIGN en pacientes con insuficiencia mitral severa y disfunción ventricular, pero no se dispondrá de datos hasta junio de 2017 (Sanatorio Italiano, Asunción, Paraguay). El anillo expandible sin sutura de inserción percutánea Minipede™ está todavía en fase 1 de investigación.

Otros dispositivos novedosos de anuloplastia mitral utilizan la energía procedente de radiofrecuencia o ultrasonidos para reducir o plegar el annulus, como QuantumCor device™ (QuantumCor, Bothell, WA, EE. UU.) que consta de un electrodo circular para ablación anular por radiofrecuencia por vía transeptal27, y el ReCor device™ (ReCor Medical; Ronkonkoma, NY, EE. UU.)28 que mediante un catéter con terminal piezoeléctrico convierte la energía eléctrica en energía acústica sin contacto directo, provocando una retracción anular discreta, pero dicha energía puede inducir fibrilación ventricular, como se ha visto en el animal de experimentación; actualmente está siendo evaluado en el ensayo clínico SATURN I.

Los sistemas híbridos de anuloplastia son implantados y ajustados quirúrgicamente, o bien se utiliza directamente la radiofrecuencia con Adjustable Annuloplasty Ring™ (Mitral Solutions, Ford Lauderdale, FL, EE. UU.) y Dynamic Annuloplasty Ring System™ (MiCardia, Irvine, CA, EE. UU.), que se evalúa en el ensayo clínico Dynamic Annuloplasty Activation (DYANA). El ThermoCool™ (BioSense Webster, Diamond Bar, CA, EE. UU.) consiste en un electrodo de ablación por radiofrecuencia que provoca fibrosis y efecto cicatricial en los velos, reduciendo considerablemente su movilidad29,30.

Dispositivos para implantación de cuerdas tendinosas

Por vía transapical pueden insertarse los dispositivos NeoChord device™ (NeoChord, Minnetonka, MN, EE. UU.) y MitraFlex device™ (TransCardiac Therapeutics, Atlanta, GA, EE. UU.) que se anclan en el velo mitral afectado y el endocardio ventricular izquierdo. El ensayo clínico Transapical Artificial Chordae Tendineae (TACT) multicéntrico y prospectivo con NeoChord device™ dará mayor información en el futuro, aunque se ha reportado recientemente que la insuficiencia mitral severa permanece en el 35% de los casos8,31. El dispositivo con mecanismo de cuerdas ajustables V-Chordal™ (Valtech Cardio Ltd. Or-Yahuda, Israel) se puede implantar con corazón latiendo o robótica mediante 2 cuerdas artificiales ajustables; este sistema está en fase experimental en el animal (oveja)32. La vía transapical o transeptal puede utilizarse para insertar el ingenioso dispositivo Babic device, creado por Uros Babic, consistente en una doble guía que se introduce por punción ventricular izquierda que se pasa por el borde libre del velo afectado, exteriorizándose por la vena femoral, por vía transeptal; a través de estas guías se introduce un tubo de polímero elástico que unirá el velo con el miocardio y la pared libre de ventrículo izquierdo, donde se asegura posteriormente en el epicardio33. Las limitaciones de esta novedosa tecnología están relacionadas con poder conseguir una adecuada tensión de estas neocuerdas que evite el prolapso valvular o la insuficiencia residual por quedar demasiado largas o cortas.

Reparación mitral por remodelado ventricular

Recientemente se ha introducido un novedoso sistema de reparación indirecta de la insuficiencia mitral, Basal Annuloplasty of the Cardia Externally device™ (BACE, Mardil Inc., Morrisville, NC, EE. UU.), consistente en una banda de silicona con catéter balón del mismo material inflable que se coloca por minitoracotomía alrededor del surco atrio-ventricular y del miocardio ventricular adyacente, que se sutura al epicardio. Posteriormente se inyecta suero salino en la cavidad de silicona del dispositivo hasta alcanzar una adecuada compresión, monitorizada por ecocardiografía transesofágica, con el objetivo de reducir la insuficiencia valvular por remodelado del annulus mitral. Básicamente, BACE™ acorta la distancia antero-posterior del ventrículo izquierdo e, indirectamente, disminuye su diámetro septo-lateral, estabilizando y acercando los diferentes elementos que forman el aparato valvular mitral, mejorando consecuentemente la coaptación valvular. Este dispositivo está indicado sobre todo en la insuficiencia mitral funcional en la que no solamente existe una dilatación anular sino también una deformidad global de la geometría ventricular que pretende corregir. En la fase inicial se ha implantado en 12 pacientes con IM isquémica con resultados satisfactorios, sin mortalidad y mejoría sintomática notable a los 18 meses de la operación34.

El dispositivo percutáneo iCoapsys device™ (Myocor Inc, Maple Grove, MN, EE. UU.) produce una disminución de la insuficiencia mitral mediante remodelado del ventrículo izquierdo. Consiste en la implantación percutánea, a través del pericardio subxifoideo, de 2 cables conectados por unos pledgets o pads, con el fin de reducir el diámetro antero-posterior ventricular y el diámetro antero-posterior anular, mejorando la coaptación de los velos y la función ventricular. El estudio aleatorizado RESTOR-MV y el TRACE en casos con insuficiencia mitral isquémica severa han aportado resultados satisfactorios35–38.

Reparación mitral robótica

Desde hace 2 decenios la reparación mitral puede realizarse con técnicas de cirugía miniinvasiva con resultados realmente satisfactorios, por minitoracotomía o toracoscopia. En Europa, Friedrich Mohr (Leipzig, Alemania)39,40 y Hugo Vanermen (Aalst, Bélgica)41, entre otros, han conseguido resultados muy buenos con técnicas de cirugía miniinvasiva en la reparación de la insuficiencia mitral, similares a la cirugía convencional gold standard. La International Society of Minimally Invasive Cardiac Surgery (ISMICS) publicó en 2010 un informe de consenso en el que establecía que, a partir de los múltiples estudios retrospectivos, la cirugía miniinvasiva versus cirugía reparadora mitral convencional, con ayuda de la robótica o por visión directa por minitoracotomía derecha, proveen resultados a corto y largo plazo similares en cuanto a la mortalidad hospitalaria. Según este informe, la cirugía miniinvasiva además reduce las complicaciones esternales, los requerimientos transfusionales y la estancia hospitalaria, aunque con incidencia mayor de ACVA (2,1 vs. 1,2%) y mayor tiempo de isquemia miocárdica42.

La tecnología robótica, disponible desde 1999, ha experimentado una amplia aceptación entre los cirujanos cardiotorácicos de Estados Unidos43, a diferencia de lo ocurrido en Europa donde se emplea menos, mientras que las técnicas de reparación percutáneas se han impuesto extensamente, como ocurre en nuestro entorno12.

Recientemente, se han publicado series con amplia experiencia en la reparación mitral robótica procedente Estados Unidos, como la del grupo que dirige W. Randolph Chitwood (North Carolina, EE. UU.)44,45 que cuenta con una serie de 700 pacientes operados, o la de la Clínica Mayo46, la de Cedars-Sinaí Medical Center (Los Ángeles, EE. UU.)47, Cleveland Clinic48 y otros grupos europeos49. Estos trabajos clínicos concluyen que la cirugía robótica puede realizarse con total seguridad y eficiencia en cualquier tipo de reparación, incluyendo casos complicados de insuficiencia mitral por endocarditis bacteriana50, especialmente con el nuevo modelo de robot DaVinci Xi. Estos estudios ponen de relieve la importancia de un buen entrenamiento previo del equipo quirúrgico en estas técnicas robóticas para evitar complicaciones añadidas.

Mihaljevic et al.51 han publicado recientemente su experiencia en la Cleveland Clinic con 334 pacientes con insuficiencia mitral degenerativa reparada con cirugía robótica. El diseño de este estudio es muy semejante al presentado por Gutiérrez-Martín et al.5 en el Hospital Virgen Macarena (Sevilla), ya que comparan la reparación por resección del velo posterior con la técnica de neocuerda de PTFE; en todos los casos se realizó una anuloplastia mitral flexible para asegurar la estabilidad de la técnica. Encontraron que la cirugía mitral reparadora robótica es versátil, eficaz, segura y estable en ambos grupos, además de que acorta los tiempos de isquemia y CEC con la implantación de neocuerda, en comparación con la resección del velo posterior, sin ningún caso de SAM. Por ello, los autores creen que la asociación de neocuerda y anuloplastia mitral concomitante con cirugía robótica es una buena alternativa quirúrgica en la actualidad.

El nuevo modelo robot DaVinci Xi™ (Intuitive Surgical Inc. Sunnyvale, CA, EE. UU.) incorpora una serie de avances tecnológicos con brazos más finos, menor riesgo de colisiones entre los instrumentos, que son más largos. Los modelos DaVinci Si y Xi tienen fluorescencia, y puede observarse la revascularización a tiempo real.

En España existen actualmente 25 robots DaVinci, 12 en hospitales públicos y 13 en privados, pero ninguno se está utilizando para cirugía cardiaca. Los últimos modelos de robot DaVinci Si y Xi están disponibles en Madrid, Barcelona, Bilbao, La Coruña y Santander.

Algunas reflexiones

La insuficiencia mitral está aumentando significativamente en el último decenio, hasta el punto de constituir la valvulopatía más prevalente en los países desarrollados, desbancando en la primera posición a la estenosis aórtica. Este hecho, consecuencia fundamentalmente del aumento de longevidad de la población, no ha pasado desapercibido para la industria biomédica, las instituciones más prestigiosas, los cirujanos innovadores ni para la moderna cardiología intervencionista.

En pocos años han venido apareciendo muy diversos dispositivos para la cirugía miniinvasiva, la implantación percutánea o con cirugía robótica. Estos nuevos sistemas vienen a responder a una necesidad larvada: que existe un número progresivo e importante de pacientes que no son susceptibles de ser tratados con la cirugía cardiaca convencional o que tienen riesgo quirúrgico excesivo por su avanzada edad, comorbilidades no cardiacas, función ventricular severamente afectada, cirugías previas u otras razones clínicas.

Estos novedosos sistemas, la mayoría todavía en fase experimental, permiten una corrección de la insuficiencia mitral severa por afectación de los velos, anillo, cuerdas, músculos papilares o miocardio ventricular izquierdo. Aún no se dispone de suficiente información para asegurar que su utilización clínica sea efectiva, versátil, segura y estable a medio o largo plazo. La aparición simultánea de múltiples ensayos clínicos hace difícil poder disponer de una opinión ecuánime y consensuada sobre su eficacia, ya que algunos ensayos fueron abandonados o bien reportados como diferentes versiones que, más que aclarar, confunden.

Lamentablemente algunos intentan apoyar estos dispositivos percutáneos, a pesar de todo, incluso renunciando a los principios quirúrgicos básicos que anteriormente defendieron. Si la técnica del «doble orificio mitral» u operación de Alfieri debía siempre realizarse junto con una anuloplastia mitral, para darle estabilidad a la reparación, debería hacerse lo mismo cuando se realiza con MitraClipSystem. En España existe una buena acogida de esta técnica percutánea, por parte de algunos cardiólogos, y disponemos de un estudio observacional retrospectivo multicéntrico12 con resultados iniciales satisfactorios, aunque al año del procedimiento casi un 20% tenían una insuficiencia mitral residual ≥ 3 y un 20% precisaron reingreso por insuficiencia cardiaca. No puede determinarse si esta alta incidencia de regurgitación mitral severa residual está relacionada con la «reparación incompleta» de la insuficiencia, o con la progresión de la disfunción ventricular en este grupo de pacientes de alto riesgo.

Algunos cirujanos europeos y americanos permanecen atentos a esta nueva tecnología percutánea y, como hacen con las técnicas endovasculares en los aneurismas aórticos, colaboran estrechamente con los radiólogos o cardiólogos intervencionistas para contribuir al desarrollo tecnológico y al tratamiento de la reparación mitral. La colaboración multidisciplinaria es clave para dicho progreso, ya que desaprovechar la amplia experiencia quirúrgica en la reparación mitral, de más de medio siglo de duración, sería lamentable en el futuro.

La cirugía robótica puede facilitar la «corrección completa» de la insuficiencia mitral y favorecer el desarrollo de nuevos dispositivos percutáneos. Sin lugar a dudas, es un sistema con un coste económico nada desdeñable, pero cuando se dispone de un robot en el hospital debería estimularse a los cirujanos cardiovasculares de las nuevas generaciones para que se formen en cirugía robótica y otras técnicas miniinvasivas (Port-Access™, toracoscopia y minitoracotomías). De esta forma, estarán bien preparados para el nuevo tipo de especialista cardiovascular que se adivina en el horizonte.

Ante la creciente incidencia de la insuficiencia mitral severa (orgánica y funcional), la moderna cirugía cardiovascular observa a diario, como antes le ocurrió con la estenosis aórtica, que aparecen múltiples dispositivos y nuevos agentes (cardiología intervencionista) para su reparación. Es una realidad que «desde las 2 orillas» la insuficiencia mitral puede tratarse: la cirugía reparadora convencional y la nueva tecnología percutánea o robótica. Hoy día la cirugía reparadora mitral convencional sigue considerándose el gold standard, pero ¿por cuánto tiempo?

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