Justificación: La endocarditis infecciosa (EI) se asocia con importante morbimortalidad. Se ha postulado en algunos casos la necesidad de tratamiento antibiótico supresor en pacientes en los que no se ha realizado reemplazo quirúrgico o que presentan EI complicadas con abscesos o manifestaciones infecciosas osteoarticulares lo que puede llevar acarreada la aparición de efectos adversos.
Objetivo: Dada la poca evidencia disponible sobre la evolución de estos pacientes nos propusimos revisar la experiencia de nuestro centro con especial hincapié en la aparición de efectos adversos.
Método: Se realizó una revisión retrospectiva de todos los pacientes mayores de 18 años diagnosticados de EI que recibieron tratamiento antibiótico supresor desde 2019 en el Hospital Universitario Central de Asturias. Se definió como tratamiento antibiótico supresor el que tenía una duración superior a 8 semanas tras el primer cultivo positivo.
Resultados: Se identificaron 17 pacientes (88,3% varones; edad media 71,6 años (límites 55-84 años). Ocho pacientes fueron diagnosticados de EI protésica (en 6 casos aortica, en una mitral y en otra mitroaórtica), 3 de EI sobre válvula nativa y 6 de infección sobre dispositivos intracardiacos. Dos pacientes con EI protésica complicada (1 con absceso, otro con fístula, ambos con pseudoaneurisma) y otro con absceso en EI nativa no tuvieron cirugía. Los microorganismos más frecuentes fueron: S. epidermidis (5 casos), S. aureus (2 casos), E. faecalis (2 casos), Streptococcus grupo viridans (2 casos), Streptococcus grupo bovis, Corynebacterium spp, C. acnes (1 caso cada uno). En 3 casos tanto el cultivo como la PCR del ribosoma 16S fueron negativos. En 4 casos se realizó recambio quirúrgico pero se mantuvo tratamiento prolongado por otros motivos (infección de prótesis articular crónica, necesidad de resección transuretrales crónicas). En el caso de los pacientes portadores de dispositivos intracardiacos no se pudo realizar la retirada completa del dispositivo en ninguno de ellos. El tiempo medio de tratamiento antibiótico fue de 20±14 meses (límites 6-64 meses). Los tratamientos utilizados fueron: doxiciclina (8 casos), amoxicilina (6 casos), cotrimoxazol (2 casos) ciprofloxacino (1 caso). En dos pacientes se sustituyó el tratamiento antibiótico por intolerancia digestiva (uno con cotrimoxazol y otro con doxiciclina). No se recogieron episodios de infección por Clostridioides difficile. Ningún paciente falleció ni se produjeron recidivas.
Conclusiones: El tratamiento prolongado parece ser una alternativa segura y eficaz en aquellos pacientes con riesgo elevado de recidiva de endocarditis infecciosa en los que no es posible la realización de cirugía o extracción de dispositivos intracardiacos. La doxicilina parece ser una alternativa especialmente segura por su baja relación con la aparición de infección por Clostridioides difficile.