Hemos leído con gran interés la publicación de Berner y Ewertz1 sobre la importancia de las habilidades no técnicas (HNT) en el entorno quirúrgico actual.
Recientemente comunicamos los resultados de una encuesta en nuestro centro sobre la percepción de estudiantes de medicina, residentes y facultativos especialistas de Cirugía General y Digestiva acerca del conocimiento de los factores humanos y las HNT2. Destacan entre los resultados que el 60% de los encuestados desconocían la definición de factores humanos, sin embargo, los consideraban causa de eventos adversos (EA) en el entorno de trabajo, de forma ocasional o frecuente, el 77%. El fallo en comunicación fue determinado por el 37% como el factor más contribuyente en los EA presenciados, y el 71% consideró que las HNT eran igual de importantes que las habilidades técnicas. Finalmente, el 85% de los encuestados mostraron su interés en recibir comentarios sobre sus HNT.
Aunque el estudio de los factores humanos, las HNT y el papel que desempeñan en el bloque quirúrgico son conocidos ya desde hace décadas3, su relevancia ha cobrado importancia en los últimos años, hecho reflejado por el aumento de las publicaciones4-7.
En esta línea, el programa Cirugía Segura8, liderado por la AEC y promovido por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, incorpora en su contenido docente para la formación de profesionales sanitarios del ámbito quirúrgico unas directrices sobre las HNT y su contribución a la seguridad del paciente. Este contenido puede consultarse también en el manual editado con el mismo fin9.
Pensamos, como los autores1, que el aprendizaje en HNT, el conocimiento y las habilidades quirúrgicas, así como la comprensión de los factores humanos, permiten proporcionar un abordaje integral a los pacientes contribuyendo al desarrollo de un entorno quirúrgico seguro.
No obstante, entendemos que este tipo de docencia debería incorporarse a la formación habitual, ya no solo de los especialistas en formación del ámbito quirúrgico, sino también de los estudiantes de medicina como parte de su programa educativo, como ya se desarrolla en algunos centros5,6. Este aprendizaje será sin duda de utilidad para desarrollar su labor profesional en entornos multi e interdisciplinares, como los que representan los distintos escenarios de la asistencia sanitaria en nuestro país.