El ejercicio físico (EF) se ha convertido en una herramienta de capital importancia en la reducción del riesgo cardiovascular (RCV).
ObjetivosEvaluar la eficacia de un programa de EF no supervisado sobre la condición física y el perfil lipídico.
DiseñoLa muestra final incluyó a 49 hombres y mujeres sedentarias con dislipemia, sobrepeso u obesidad tipo1 y no fumadores. Debían realizar durante 4meses: andar 30-60min cada día y 3días a la semana: 30min de bicicleta estática a una intensidad del 40-60% de la capacidad funcional máxima, abdominales isométricos y estiramientos estáticos. Antes y después de realizar el programa de EF se evaluó la antropometría, la condición física (Test de los 6min) y el perfil lipídico. El objetivo era conseguir un gasto calórico entre 1.200-2.000kilocalorías/semanales.
ResultadosAl finalizar el programa se observó en ambos sexos una disminución del colesterol total (p<0,02), del colesterol LDL (p<0,01), del colesterol VLDL (p<0,01), de los triglicéridos (p<0,05) y un aumento del colesterol HDL (p<0,05). También se constató un aumento de la distancia recorrida en el test de los 6min: hombres 52m (p<0,002) y mujeres 39,5m (p<0,002) y una disminución de la percepción de fatiga (escala de Borg): hombres en 1,19 (p<0,01) y mujeres en 0,96 (p<0,01). No hubo cambios antropométricos.
ConclusionesEl EF prescrito mejoró el perfil lipídico (alcanzando al final del estudio valores dentro de los rangos de normalidad) y la condición física en la muestra estudiada. Se consiguió una adherencia al mismo de un 64% de los participantes.
Physical exercise has become in an important tool in the reduction of cardiovascular risk.
ObjectivesTo evaluate the effectiveness of an unsupervised physical exercise program that on the physical condition and the lipid profile.
MethodThe final sample included 49 sedentary men and women, who were non-smokers, with dyslipidaemia, overweight, and type1 obesity. The 4-month program included walking for 30-60minutes every day, and for three days a week, 30minutes of cycling at an intensity of 40-60% of maximum functional capacity, as well as isometric abdominals and static stretching. Anthropometrics, physical condition (6minute test), and the lipid profile were evaluated before and after the physical exercise program. The objective was to achieve a caloric expenditure between 1200-2000kcal/week.
ResultsAt the end of the program it was observed, in both sexes, that there was a decrease in total cholesterol (P<0.02), LDL cholesterol (P<0.01), VLDL cholesterol (P<0.01), and triglycerides (P<0.05), and an increase HDL cholesterol (P<0.05). There was also an increase in the distance travelled in the 6minute test of 52m in men and 39.5m in women (P<0.002), plus a decrease in the perception of fatigue on the Borg scale of 1.19 in men, and 0.96 in women (P<0.01). There were no anthropometric changes.
ConclusionsThe physical exercise improved physical condition and the lipid profile in the sample that has been studied, with 64% of participants continuing to do it.
La ateroesclerosis es una enfermedad muy frecuente en nuestra sociedad y constituye una seria amenaza para la salud. Las expresiones clínicas de la ateroesclerosis son un conjunto variado de enfermedades, entre las que destacan la cardiopatía isquémica (infarto de miocardio, angor, arritmias, sincope, muerte súbita…), el accidente vascular cerebral y la enfermedad arterial periférica1.
Sin lugar a dudas, el ejercicio físico (EF) se ha convertido en una estrategia de capital importancia no solo en la prevención primaria y secundaria de todas ellas, sino también imprescindible para obtener un estilo de vida más saludable.
Al igual que la dieta, la actividad física es otro de los factores fácilmente modificables, con un efecto claramente favorable sobre las concentraciones de lípidos plasmáticos
Existe una relación dosis-respuesta inversa; así, el incremento de actividad física se asocia con tasas proporcionalmente más baja de enfermedades cardiovasculares (ECV)2,3. Se ha estimado que si se lograra eliminar la inactividad física, se reduciría mundialmente un 6% las enfermedades del corazón, y la esperanza de vida podría incrementarse en 0,68años4.
La práctica de EF tiene un efecto positivo sobre la patogénesis, la sintomatología y el estado de forma de las personas con alteraciones del perfil lipídico. Incluso la mejora de la condición física, independientemente de la pérdida de peso, tiene un efecto beneficioso sobre el perfil de lípidos5.
El EF se asocia con los siguientes cambios favorables:
- •
Aumenta los valores de colesterol HDL (cHDL) entre un 5-14%, sobre todo las fracciones cHDL-2 y cHDL-36-8.
- •
Disminuye entre un 7-15% los triglicéridos (TG)8.
- •
Disminuye el colesterol LDL (cLDL), aunque no de forma unánime en todos los estudios (0-15%)8.
- •
Aumenta los cocientes cHDL/cLDL y cHDL/colesterol total (CT)8.
- •
Disminuye entre un 7-18% el CT, el colesterol VLDL (cVLDL) y la apolipoproteína B8.
- •
Reduce el número y el tamaño de las lipoproteínas ricas en TG8.
- •
Modifica el patrón de cLDL, que pasa a partículas más grandes y menos aterogénicas8.
El mayor beneficio del ejercicio se produciría sobre el cHDL (siempre y cuando la persona no fume, ya que el efecto positivo se vería anulado por la nicotina) sobre personas sedentarias al cabo de 3-6meses de iniciar el programa de ejercicio y cuanto mayor sea la alteración lipídica1.
Los efectos de un programa de actividad física son diferentes según el tipo, la intensidad, la frecuencia y la duración del mismo9.
La práctica regular de EF aeróbico de moderada intensidad junto con los cambios favorables en el perfil lipídico se asocia a un menor riesgo de arteriopatía coronaria y mortalidad cardiovascular10.
Para conseguir modificaciones significativas del perfil lipídico se requiere un gasto calórico semanal mínimo de 1.200 calorías11, y es necesario lograr un gasto de 1.500 calorías a la semana para conseguir variaciones de la fracción cHDL-2. En individuos con ateroesclerosis sin medicación hipolipemiante se requiere un consumo de unas 2.200kcal/semana para generar ciertos beneficios en la regresión de la placa de ateroma12.
El efecto de la actividad física sobre el cHDL es menor que el que se consigue con los fármacos hipolipemiantes7.
Los efectos positivos del ejercicio sobre los lípidos son similares tanto en personas con valores normales de colesterol como en personas con hipercolesterolemia11.
La evidencia epidemiológica acumulada sugiere una relación dosis-respuesta entre los cambios positivos en el perfil lipídico y el volumen del ejercicio más que con la intensidad, ya que se ha relacionado una disminución de los valores de la relación cLDL/cHDL y CT/cHDL y un aumento lineal del cHDL al aumentar la distancia recorrida13,14.
Los objetivos del presente trabajo son evaluar el impacto de un programa de EF no supervisado sobre el perfil lipídico y la condición física, en una muestra de hombres y mujeres sedentarios, con dislipemia, sobrepeso u obesidad tipo1 y no fumadores.
Material y métodosSelección de sujetosLa muestra estudiada está formada por 77 pacientes derivados de otros servicios del Hospital Universitario Sant Joan de Reus hacia la Unidad de Medicina del Deporte del mismo Hospital. Se excluyeron 28 pacientes por no realizar el EF prescrito o no acudir a la evaluación final, con lo que la valoración de resultados se realizó sobre 49 pacientes (24 hombres y 25 mujeres).
Todos los pacientes, con edades comprendidas entre los 21 y los 77años, fueron visitados en la consulta de Fisiología Clínica de la Unidad de Medicina del Deporte. Además eran sedentarios (menos de 30min al día de ejercicio regular, menos de 3días por semana), no fumadores desde hace más de un año y presentaban sobrepeso u obesidad tipo1 y dislipemia de rango alto-limítrofe. Se excluyó a los pacientes que presentaban enfermedades psiquiátricas, drogodependencias, enfermedades oncológicas o cardiopatías diagnosticadas. No se modificó la medicación habitual ni la dieta de los pacientes.
Procedimientos y materialEl cálculo del tamaño de la muestra se realizó en base a la variable principal, el test de los 6min, en la que, en base a un mínimo de 371metros (m) por participante, se conoce una mejora pronóstica si el sujeto mejora la distancia 40m. Por ello la muestra debería incluir al menos 35 participantes15,16.
Se solicitó el consentimiento informado a cada paciente para participar de forma voluntaria en el estudio y para poder utilizar sus datos biomédicos.
Este estudio se realizó de acuerdo con la Declaración de Helsinki y la Guía de buenas prácticas clínicas de la International Conference of Harmonization (ICH).
Previo al inicio del programa de ejercicio, se realizó un examen médico-deportivo que incluyó:
- •
Anamnesis, exploración por aparatos, toma de la presión arterial, ECG de reposo y antropometría: peso (Báscula Añó Sayol, 0-150kg, precisión de 100g), talla (tallímetro Añó Sayol, 55-200cm, precisión 1mm), índice de masa corporal (IMC) y impedanciometría (Body Composition Analyzer, Type BC-418 MAIII) que permite calcular el porcentaje de grasa (% de grasa)16.
- •
Test de los 6min siguiendo los procedimientos indicados en la literatura científica, en un pasillo marcado de más de 30m17. Se midió la distancia recorrida. También se valoró antes y después del test: la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la saturación de oxígeno y, al finalizar el mismo, la percepción de esfuerzo (escala de Borg)18. Material: esfigmomanómetro Riester. Cronómetro Casio. Monitor signos vitales Suregns VS3 Philips (pulsioxímetro, frecuencia cardiaca). Escala analógica-visual Borg (1-12).
- •
Analítica sanguínea en ayunas de 8h: hemograma, glucosa, CT, cHDL, cLDL, cVLDL y TG. Se determinaron mediante métodos enzimáticos con reactivos Olympus AU 5400 (Olympus Diagnostica, Hamburgo, Alemania). Las determinaciones analíticas se llevaron a cabo de acuerdo con las recomendaciones emitidas por la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA)19.
- •
Programa de Ejercicio de 4 meses de duración, que incluyó: caminar de 30 a 60min diarios en series de 10-15min de duración, bicicleta estática 3días/semana, 30min/sesión, intensidad del 40-60% de la capacidad funcional máxima individual (frecuencia cardiaca de reserva), abdominales isométricos y estiramientos estáticos. El objetivo era conseguir un gasto calórico entre 1.200 y 2.000kcal semanales.
A lo largo de los 4 meses de duración del programa de EF se realizaron visitas mensuales para valorar la adherencia al ejercicio y motivar a los participantes, a la vez que para comprobar que no hubieran surgido problemas médicos de interés.
Al finalizar el estudio, tras los 4meses de programa de EF, se repitió el estudio antropométrico, la analítica sanguínea y el test de los 6min con la misma metodología descrita.
EstadísticaMedia y desviación estándar de cada parámetro estudiado. Para la comparación de la evolución de los parámetros de cada muestra, los datos se trataron mediante la t de Student para comparación de medias de datos apareados. Para la comparación de parámetros en muestras diferentes (hombres vs. mujeres), la t de Student para comparación de medias de datos no apareados, y se comprobaron los dos controles con el test de Wilcoxon para datos apareados no paramétricos. El paquete estadístico utilizado es el SPSS versión 19.0 para Windows. Se consideró positiva una p<0,05.
ResultadosEn la tabla 1 se muestran las características demográficas y antropométricas de la muestra. El peso, el IMC y el porcentaje de grasa presentan una ligera disminución que no es estadísticamente significativa.
Características demográficas y antropométricas de la muestra
Control | Inicial (n=49) | Final (n=49) |
---|---|---|
Edad (años) | 48,5±12,7 | 47,6±13,3 |
Talla (cm) | 166,6±7,30 | 166,6±7,30 |
Peso (kg) | 94,5±21,65 | 93,6±21,48 |
IMC (kg/m2) | 34,1±7,87 | 33,7±7,66 |
Grasa (%) | 36,3±10,40 | 36,0±10,30 |
Masa muscular (kg) | 58,25±10,78 | 58,40±11,11 |
DE: desviación estándar; IMC: índice de masa corporal.
Medias±DE.
Al analizar el perfil lipídico se observó en el conjunto de la muestra, tal como se recoge en la tabla 2, una disminución significativa del CT (p<0,05), del cLDL (p<0,02), del cVLDL (p<0,01), de los TG (p<0,05) y del índice lipídico (p<0,02), y un aumento del cHDL (p<0,05).
Evolución de los valores de laboratorio
Control | Inicial (n = 49) | Final (n = 49) | p |
---|---|---|---|
Glucemia (mg/dl) | 105,1±37 | 104,2±34,9 | ns |
Creatinina (mg/dl) | 0,86±0,20 | 0,82±0,21 | p<0,05 |
Ácido úrico (mg/dl) | 34,8±9,25 | 32,8±10,5 | ns |
CT (mg/dl) | 234±49,1 | 194,5±35,1 | p<0,05 |
TG (mg/dl) | 137,2±76 | 120,7±52 | p<0,05 |
cHDL (mg/dl) | 52,2±14,9 | 55,7±15,4 | p<0,05 |
cLDL (mg/dl) | 144±39,9 | 114,7±27,7 | p<0,02 |
cVLDL(mg/dl) | 38,6±15,5 | 24,2±10,5 | p<0,01 |
Índice aterogénico | 4,48 | 3,49 | p<0,02 |
Índice cLDL/cHDL | 2,76 | 2,06 | p<0,01 |
cHDL: colesterol HDL; cLDL: colesterol LDL; CT: colesterol total; cVLDL: colesterol VLDL; índice aterogénico: CT/cHDL; ns: no significativa; TG: triglicéridos.
Test t de Student, comparación de medias, datos apareados; medias±DE.
Significación estadística: p<0,05.
En la tabla 3 se analiza por sexos, y tanto en hombres como en mujeres se produjeron cambios similares, con un descenso significativo del CT (p<0,01), del cLDL (p<0,01), del cVLDL (p<0,01) y de los TG (p<0,02), y un aumento significativo del cHDL (p<0,05).
Evolución del perfil lipídico diferenciado por sexos
Control | Inicial | Final | Inicial | Final | ||
---|---|---|---|---|---|---|
Sexo | Hombres | Hombres | p | Mujeres | Mujeres | p |
CT (mg/dl) | 237,7±50,8 | 192,5±48 | p<0,01 | 229,3±61,5 | 197,8±39,3 | p<0,01 |
TG (mg/dl) | 138,1±80 | 119,4±60 | p<0,02 | 136,7±57 | 121,7±54 | p<0,02 |
cHDL (mg/dl) | 51,7±13,6 | 53,1±11,8 | p<0,05 | 52,4±7,4 | 56,8±9,9 | p<0,05 |
cLDL (mg/dl) | 146,1±31,1 | 114,7±27,7 | p<0,01 | 147,3±35,5 | 117,3±30,5 | p<0,01 |
cVLDL (mg/dl) | 39,9±6,1 | 24,7±3,8 | p<0,01 | 31,5±5,3 | 23,7±6,2 | p<0,01 |
cHDL: colesterol HDL; cLDL: colesterol LDL; CT: colesterol total; cVLDL: colesterol VLDL; TG: triglicéridos.
Test t de Student, comparación de medias, datos apareados; medias±DE.
Significación estadística: p<0,05.
Al inicio del estudio la muestra total y diferenciada por sexos tenía unos niveles de CT, de cLDL y de cVLDL por encima de los valores normales, mientras que al finalizar el mismo los valores estaban dentro del rango de la normalidad20. Por su parte, los valores totales y por sexo de cHDL y TG eran normales antes y después del estudio.
Condición físicaLa tabla 4 recoge en la muestra total la mejora de la distancia recorrida (en metros) valorada mediante el test de los 6min (p<0,002), la evolución de la percepción de fatiga valorada mediante la escala analógica visual de Borg (p<0,01) y las variaciones en equivalentes metabólicos (MET) al inicio y al final del programa de ejercicio (utilizando las fórmulas derivadas del test de los 6min) (p<0,01)21.
Test de los 6 minutos. Evolución de la distancia y esfuerzo percibido
Control (n=49) | Inicial | Final | p |
---|---|---|---|
Distancia (m) | 483,04±59,84 | 528,98±64,75 | p<0,002 |
Borg | 3,63±2,50 | 2,59±1,78 | p<0,01 |
MET | 5,28±0,53 | 5,67±0,68 | P<0,01 |
Borg: escala de esfuerzo percibido; MET: equivalente metabólico.
Test t de Student, comparación de medias, datos apareados; medias±DE.
Significación estadística: p<0,05.
En la tabla 5 se recogen las anteriores variables por sexos, al igual como sucede en el total de la muestra; al comparar el primer y segundo control, las diferencias son estadísticamente significativas.
Test de los 6 minutos. Evolución de la distancia, esfuerzo percibido y MET
Control (n=49) | Inicial | Final | p |
---|---|---|---|
Distancia hombres (m) | 481,1±66,07 | 533,1±104 | p<0,002 |
Distancia mujeres (m) | 485,1±28,28 | 524,6±33,90 | p<0,002 |
Borg hombres | 3,66±2,53 | 2,47±1,61 | p<0,01 |
Borg mujeres | 3,58±2,01 | 2,62±1,99 | p<0,01 |
MET hombres | 5,32±0,48 | 5,70±0,62 | p<0,01 |
MET mujeres | 5,27±0,33 | 5,66±0,59 | p<0,01 |
Borg: escala de esfuerzo percibido; MET: equivalente metabólico.
Test t de Student, comparación de medias, datos apareados; medias±DE.
Significación estadística: p<0,05.
Aunque no existen diferencias significativas al comparar entre sexos, las mejoras más importantes se producen en hombres.
Una mejora de al menos 35m en el test de los 6min supone un cambio relevante y con significación clínica16. En la muestra estudiada tanto en su totalidad como diferenciada por sexos se produjo esta mejora.
Se produjo un aumento de la distancia recorrida, con una mejora media de 45,94m (p<0,002), encontrándose diferencias marcadas en las distancias recorridas entre hombres y mujeres, aunque no son estadísticamente significativas, así como una disminución de la percepción del esfuerzo en la escala de Borg (p<0,01).
También observamos una mejora que, aunque ligera, fue estadísticamente significativa de la condición física expresada en MET (p<0,01).
DiscusiónComo en anteriores estudios realizados en nuestro centro en pacientes de características similares, se ha podido observar que se produce un gran número de abandonos entre los sujetos reclutados para el estudio: 28 sujetos de un total de 77, un 36% de la muestra inicial. Dado que se trata de un estudio clínico, la importancia de la adherencia a la práctica regular de EF terapéutico por parte de los pacientes se convierte en un problema de primer orden a tener en cuenta. La adherencia al programa de EF de este estudio fue del 64%.
Los controles realizados mensualmente, además de permitir controlar las posibles alteraciones que puedan surgir, son también un apoyo motivacional y una buena herramienta para asegurar la adherencia en el tiempo al programa de EF.
Se propone un programa de EF fácil de prescribir, que no precise pruebas complementarias complicadas ni complejas y sea sencillo de asumir por parte de los pacientes a los que va dirigido, tanto en el tipo de ejercicio a realizar como en la intensidad del mismo (hay que recordar que son pacientes sedentarios). Intenta conseguir un aumento del gasto calórico entre 1.200-2.000kcal semanales a fin de lograr cambios positivos en el perfil lipídico.
AntropometríaEn los datos antropométricos se observó una tendencia a la mejora pero mucho más discreta que en los otros parámetros evaluados, aunque estudios recientes resaltan que la mejora de la condición física es más importante para la salud y para la disminución del riesgo cardiovascular (RCV) que la de los valores antropométricos22. En el presente trabajo no se incluyó la medida del perímetro abdominal, medición que en los pacientes objeto de este estudio, con toda probabilidad, reflejaría mejor las modificaciones que se producen en la grasa intraabdominal y en la composición corporal.
Perfil lipídicoEn un metaanálisis del 2007, en el que se estudió el efecto del entrenamiento sobre el cHDL, se observó que la cantidad mínima de actividad física necesaria para causar un efecto positivo era de 120min semanales para conseguir un gasto de 903kcal/día. La duración era más importante que la intensidad; así, por cada 10min de incremento de la duración, el nivel de cHDL aumentaba un promedio de 1,4mg/dl.
Varios estudios han mostrado que la práctica de deportes como el fútbol y voleibol, en los que el ejercicio es intermitente y de alta intensidad con un 60 y un 70% de componente aeróbico, respectivamente, con elevado impacto articular y con contracciones excéntricas, podría incrementar exponencialmente el riesgo de padecer ECV, ya que se han encontrado valores elevados de cLDL, ApoB y lipoproteína(a)23.
Por el contrario, serían beneficiosas para el perfil lipídico actividades como la natación, en donde se realiza un ejercicio continuo con un 95% de componente aeróbico, con contracciones musculares concéntricas y de bajo impacto articular23.
Varios factores pueden explicar estas discrepancias: los valores iniciales de lípidos y lipoproteínas séricas y su método de análisis, la diferente condición física de los sujetos y su consumo máximo de oxígeno (VO2 máx), el peso corporal y el porcentaje de grasa corporal, la etnia, el sexo, la edad y las características del ejercicio practicado (tipo, volumen, duración e intensidad), las modificaciones realizadas o no de la dieta y el consumo o no de fármacos hipolipemiantes.
La mejora del perfil lipídico en pacientes sedentarios con dislipidemia, siempre y cuando se consiga adherencia, se produce tanto con la realización de ejercicios de resistencia, con la combinación de ejercicios de fuerza y resistencia, como con las recomendaciones de dieta y actividad física24.
Es necesario que se produzca un incremento de la sensibilidad betaadrenérgica en el tejido adiposo, lo que provoca un mayor consumo de ácidos grasos como fuente energética. Este fenómeno adaptativo es máximo a los 4meses de haber iniciado un programa de entrenamiento de resistencia.
Si se tiene en cuenta que las respuestas de los lípidos y las apolipoproteínas a un EF se prolongan hasta las 48h posteriores al cese del mismo, en el momento de prescribir ejercicio la frecuencia debe ser de al menos una sesión cada 48h, para mantener en el tiempo las respuestas y obtener en el transcurso de los meses las adaptaciones metabólicas necesarias.
La presencia de otros factores de RCV, como obesidad, diabetes e hipertensión arterial, puede requerir la modificación en la prescripción de EF.
Cuando la dislipemia es de origen genético, el EF tendrá poco o ningún efecto sobre los lípidos, pero incluso en estos pacientes siguen produciéndose cambios que beneficiarán su salud.
Tal como sucede con la muestra del presente estudio, en adultos con sobrepeso y obesidad el aumento del cHDL se produce con una actividad física de intensidad tanto moderada como vigorosa, mientras que será suficiente una intensidad baja para disminuir el nivel de cLDL.
No existe consenso —y además el nivel de evidencia es bajo— sobre la influencia del ejercicio de fuerza sobre el perfil lipídico, publicándose tanto descensos del cHDL como aumentos del mismo, y descensos de los TG y del cLDL sin producir efectos sobre el cHDL24.
Aunque los resultados de los recientes metaanálisis y revisiones sistemáticas señalan que el EF, cuando es realizado a la frecuencia e intensidad suficiente, induce cambios favorables en el cLDL y cHDL, se requieren más investigaciones para comprender mejor los patrones de ejercicio (frecuencia, menor intensidad, tipo de ejercicio) que pueden estar asociados con la mejora del perfil lipídico
En conjunto, los pacientes (hombres y mujeres) incluidos en este estudio mejoraron el perfil lipídico, alcanzando valores de CT, cLDL y cVLDL dentro de los valores de referencia considerados como óptimos.
Condición físicaLa evidencia científica reconoce que la condición física es un excelente predictor de la expectativa y de la calidad de vida. En los últimos años numerosos estudios muestran una asociación inversa entre condición física y morbimortalidad en la población, muy marcada en pacientes con factores de RCV. No solo se observa mejora de la salud física, sino también de la mental: autoimagen, autocontrol, ansiedad25-27.
Se observa una relación casi lineal entre la disminución de la mortalidad y el aumento de la condición física (MET). Así, por cada MET de mejora se produce una aumento del 12% de la esperanza de vida en hombres y del 17% en mujeres25-27.
Trabajos actuales muestran el valor pronóstico de los resultados obtenidos en el test de los 6min. En los sujetos que recorren menores distancias se evidencia un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas y en especial para ECV, insuficiencia cardiaca y demencia. El riesgo aumenta de forma muy importante cuando la distancia recorrida es menor de 400m, manteniéndose elevado con distancias inferiores a los 460m28.
Así pues, según estos estudios, la baja condición física (medida mediante el test de los 6min), como la que presentaban los pacientes objeto del estudio al inicio del mismo, supone un factor de RCV añadido, además de un predictor de morbimortalidad.
En el presente estudio, la distancia media inicial recorrida en metros (483,04±59,84) es inferior a los valores encontrados en la literatura en pacientes de la misma franja de edad (media de 531±74m). Con la mejora que experimentaron los pacientes tras el periodo de re-entrenamiento, la distancia alcanzada en metros (media de 528,98±64,75m) se aproximan a la distancia de referencia teórica considerada como normal en pacientes29.
El test de los 6 min valora fundamentalmente la endurance o resistencia cardiorrespiratoria, o sea la tolerancia al esfuerzo, lo que quizá es de mayor interés en los pacientes objeto de este estudio, pues define la aptitud a trabajar de forma regular a un porcentaje submáximo del VO2 máx.
Desde el punto de vista funcional, las cualidades de endurance (resistencia aeróbica) en pacientes son más útiles que las cualidades de rendimiento, pues permiten una mejor adaptación a las demandas de energía de la vida cotidiana.
En los estudios consultados existen diferencias claras en la distancia recorrida entre hombres y mujeres, con valores que oscilan de 59 a 84m de diferencia a favor de los hombres29. En el presente estudio, la distancia recorrida inicialmente es baja y similar para hombres (481,6±66,07m) y mujeres (485,1±28,28m), mientras que tras el periodo de ejercicio mejoran ambos subgrupos pero con mayor contundencia los hombres (media de 52±60m), mientras que las mujeres lo hacen en menor medida (media de 39,5±41m).
Aunque en ambos sexos la mejora se encuentra en el rango teórico estimado como óptimo en pacientes (31-75m), en las mujeres se deberán reforzar las recomendaciones, la motivación y el seguimiento. Es importante indicar que estos datos de referencia son de estudios en pacientes neumológicos y por tanto pueden no ajustarse totalmente a las características de la muestra estudiada, pero son los únicos con los que se ha contado, o al menos a los que se ha tenido acceso en este momento29.
También se observa una ligera mejoría significativa en los MET máximos calculados (incremento de 0,35±0,39 MET de media). Los datos indican que mejoraría tanto la potencia aeróbica (discretamente) como la endurance (en mayor medida).
Este incremento de la potencia aeróbica y de la endurance se refleja de forma muy evidente en la mejoría de la percepción de esfuerzo medida mediante la escala de Borg.
La experiencia adquirida en estos años, junto con los datos obtenidos y la bibliografía consultada, nos hacen pensar en la necesidad de incluir en el tratamiento global de los pacientes con RCV y de forma sistemática, junto al seguimiento clínico, la evaluación de la condición física y la prescripción de EF.
Con los datos que se disponen, las personas con dislipemia deberían realizar EF a una intensidad entre el 40-70% de la frecuencia cardiaca de reserva (FCR) o 60-85% de su frecuencia cardiaca máxima o 55-75% de su VO2máx, a razón de 60min al día, 5días a la semana y mantenido a lo largo de la vida, dado que los efectos en el metabolismo lipídico son reversibles y llegan a desaparecer7,30,31.
Una de las causas atribuibles a la falta de pérdida de peso pudo ser que el gasto calórico del programa de EF realizado fue inferior a las 2.000kcal/semana.
A pesar de la heterogeneidad de la muestra, el EF prescrito consiguió cambios positivos en la condición física y el perfil lipídico.
Aunque en este estudio no se realizó, creemos necesario la toma de los perímetros abdominal y cadera.
ConclusionesEl programa de EF individualizado no supervisado prescrito es económico, fácil de realizar y consigue una buena adherencia (64%) entre los participantes.
En la muestra estudiada se consiguen, en ambos sexos, mejoras en el perfil lipídico: disminución del CT, del cLDL, del cVLDL y de los TG y un aumento del cHDL, alcanzando al final del estudio valores dentro de los rangos de normalidad.
Mejora ligeramente la potencia aeróbica (MET) y, de forma más evidente, la resistencia aeróbica-tolerancia al esfuerzo, y disminuye la percepción de fatiga.
Se produce un discreto descenso no significativo del peso y del IMC. Posiblemente podría potenciarse con recomendaciones dietéticas.
Como consecuencia de la mejora en el perfil lipídico y de la condición física, disminuirá el RCV y mejorará la morbimortalidad y la calidad de vida de estos pacientes.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no existen conflictos de intereses.