Comparar los niveles de vitamina D maternos con la zona de residencia o el consumo de pescado, así como su relación con el peso, la longitud y el perímetro craneal de los bebés.
Materiales y métodosCohorte de 100 parejas madre-hijo (n=100) de la provincia de Sevilla (Hospital Universitario Virgen del Rocío y Hospital Universitario de Valme). En muestras de sangre materna (edad gestacional≥40 semanas) se han medido los niveles de 25(OH)D mediante quimioluminiscencia. Las medidas antropométricas de los bebés se realizaron mediante métodos estándares.
ResultadosCon relación a los niveles de vitamina D, 54% presentaban valores deficientes, 26% insuficientes y 20% valores suficientes. Tras un análisis de regresión múltiple, se observa que no hay diferencia significativa entre niveles de vitamina D maternos, la longitud y el perímetro cefálico de los bebés, sin embargo, sí con el peso al nacer (p<0,05). Al aplicarse la T-Student y el test Wilcoxon, no hay relación entre niveles de vitamina D y el área de residencia ni con el consumo de pescado materno (ambos p>0,05).
ConclusionesEl 80% de madres presentan valores deficientes e insuficientes de vitamina D. No hay correlación entre este parámetro y la longitud y perímetro cefálico del bebé, observándose correlación negativa con el peso al nacer. Tampoco se observa correlación entre la zona de residencia o el consumo de pescado y niveles de vitamina D en madres. Sugerimos complementos en dieta de madres gestantes y seguimiento de los niveles de vitamina D en los bebés.
To compare maternal vitamin D levels with the area of residence or the consumption of fish, as well as its relationship with the weight, length and cranial perimeter of babies.
Materials and methodsCohort of 100 mother–child pairs (n=100) from the province of Seville (Virgen del Rocío University Hospital and Valme University Hospital). In maternal blood samples (gestational age≥40 weeks) 25(OH)D levels have been measured by chemiluminescence. Anthropometric measurements of the babies were made using standard methods.
ResultsRegarding vitamin D levels, 54% had deficient values, 26% insufficient and 20% sufficient values. After a multiple regression analysis, it is observed that there is no significant difference between maternal vitamin D levels, the length and the cephalic perimeter of the babies, however, there is a difference with the birth weight (P<.05). When applying the t-Student and the Wilcoxon test, there is no relationship between vitamin D levels and the area of residence or with maternal fish consumption (both P>.05).
ConclusionsEighty percent of mothers present deficient and insufficient values of vitamin D. There is no correlation between this parameter and the length and cephalic perimeter of the baby, observing a negative correlation with birth weight. No correlation was observed between the area of residence or the consumption of fish and vitamin D levels in mothers. We suggest dietary supplements for pregnant mothers and monitoring of vitamin D levels in babies.
La vitamina D se considera una prohormona paratiroidea implicada en procesos biológicos como la integridad del hueso (modulador del metabolismo del calcio), la inmunomodulación mediante la estimulación de la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa, o su implicación en la prevención de enfermedades infecciosas o cardiovasculares1.
La deficiencia en vitamina D es muy común y está ampliamente extendida en toda la población2. Factores como la etnia, costumbres culturales-religiosas en la vestimenta, el tiempo de exposición al sol, el uso de factores de protección solar, la latitud, el sedentarismo (que se ha potenciado como efecto secundario de la pandemia provocada por la COVID19), una alimentación saludable o tipos de dietas como la vegana/vegetariana, entre otros factores, se consideran aspectos que influyen en los niveles de vitamina D de la población y más concretamente sobre una parte de la población más vulnerable como mujeres embarazadas y su descendencia3.
La vitamina D que es ingerida a través de la dieta o producida en la piel, se hidroxila en el hígado a 25-hidroxivitamina D (25-OH-D) (usada en suero como indicador del estado nutricional de vitamina D). Esa forma puede sufrir otra hidroxilación, convirtiéndose en la forma fisiológicamente activa 1,25-dihidroxivitamina D (1,25-diOH-D). Los niveles requeridos de vitamina D (medidos como 25-OH-D) se incrementan durante el segundo y tercer trimestre del embarazo4, no existiendo un consenso sobre los niveles exactos. Según el Instituto de Medicina de los Estados Unidos (USIOM), los niveles de concentración de 25(OH)D<12ng/ml (≤30nmol/L), 12-20ng/L (30-50nmol/L) y≥20ng/ml (≥50nmol/L) serían valores deficientes, insuficientes y suficientes, respectivamente5. En cambio, si tomamos como referencia la Sociedad Endocrina de los Estados Unidos (USES), esta define valores<20ng/ml (50nmol/L), 20-30ng/ml (50-60nmol/L) y≥30ng/ml (60nmol/L) como deficientes, insuficientes y valores suficientes, respectivamente6.
Los estudios sobre deficiencia de vitamina D en embarazadas han sido ampliamente descritos en la bibliografía7. Valores de vitamina D<50nmol/L se relacionan con estados de hipertensión, alta presión sanguínea en embarazadas, diabetes mellitus gestacional, interrupción del embarazo, depresión posparto e incluso con asma, peor desarrollo mental, motor y del lenguaje, bajo peso y menor longitud para la edad gestacional y desequilibrio en la función renal de la descendencia8,9.
El término bajo peso al nacer hace referencia a recién nacidos con un peso al nacer inferior a 2,5kg debido a un nacimiento prematuro o por problemas en el desarrollo intrauterino10. Existen investigaciones que ponen de manifiesto la importancia de los micronutrientes en el peso del niño al nacer, como la vitamina D que participa en el desarrollo fetal interaccionando con la hormona paratiroidea y en la homeostasis del calcio (Ca2+)2. Niveles insuficientes de vitamina D durante el embarazo y durante la lactancia se reflejan en una mineralización escasa del hueso del feto, lo que conlleva al nacimiento de recién nacidos de bajo peso y un perímetro craneal ligeramente inferior11. Este hecho está relacionado, a su vez, con el estado socioeconómico, la calidad de la alimentación y la estacionalidad del año, siendo más frecuentes los estados deficientes con los meses de invierno debido a que la radiación solar es necesaria para activar la vitamina D3 y poder fijar el Ca a los huesos12. La alimentación es clave para el buen desarrollo del funcionamiento del organismo13. Alimentos como el pescado son una fuente de proteínas de alta calidad, ácidos grasos (omega 3 y omega 6), vitaminas (B, D) y minerales (Ca, Cinc, manganeso, fósforo...), por lo que es un alimento que debe estar incluido habitualmente en la dieta, sobre todo en poblaciones de riesgo como las embarazadas ya que aporta elementos esenciales para el buen desarrollo del feto14.
El objetivo de nuestro estudio es comparar la relación de los niveles de vitamina D maternos en madres a término, medidos en suero como 25-OH-D, con el consumo materno de pescado y su zona de residencia y con indicadores antropométricos como el peso, la longitud y el perímetro craneal de los recién nacidos en una población de parejas madre-hijos de Sevilla capital y provincia.
Materiales y métodosPoblación de estudioSe ha llevado a cabo en una cohorte de 100 parejas madre-hijo (n=100) atendidas en los hospitales de Sevilla, Hospital Universitario Virgen del Rocío y Hospital Universitario de Valme, durante los meses de octubre de 2020 y enero de 2022. Los criterios de inclusión al estudio de las participantes fueron los siguientes: embarazadas a término (≥40 semanas de gestación), con un rango de edad de 22-40 años, tiempo de residencia de al menos 5 años en la zona de referencia del hospital en el que vaya a dar a luz. Los criterios de exclusión en el estudio son mujeres con una edad gestacional anterior a las 40 semanas, embarazo múltiple, COVID19 positivo, diabetes gestacional, hipertensión, con enfermedades crónicas contagiosas, o fecundación in vitro. Las madres fueron informadas de los objetivos del estudio y aquellas que quisieron participar y que cumplieran con los criterios de inclusión y exclusión firmaron el correspondiente consentimiento informado. Posteriormente rellenaron un cuestionario epidemiológico estandarizado facilitado a través de un código QR, donde se incluían cuestiones sobre condiciones socioeconómicas, alimentación y hábitos (tabaco, alcohol, medicamentos). Este estudio cuenta con el dictamen favorable del Comité de Investigación Biomédica de Andalucía (1479-N-20).
Medidas de la vitamina DLa 25-OH-D se determinó en las muestras de sangre materna obtenidas en el mismo momento del parto. Las muestras de sangre una vez recogidas, se analizaron mediante un inmunoanálisis de quimioluminiscencia con el autoanalizador IDS-ISYS, sometido a controles de calidad externo e interno y con un coeficiente de variación menor del 10%15.
Medidas antropométricasSe determinaron durante las primeras 24-48h de vida de los recién nacidos. La longitud se determinó con un tallímetro (discriminación de un milímetro), el peso con una báscula pesabebés (discriminación de 10g) y el perímetro cefálico con cinta métrica no extensible (discriminación un milímetro)16.
DefinicionesLos niveles de 25-OH-D se han definido como deficientes, insuficientes y suficientes, para valores de≤30nmol/L, 30-40nmol/L y≥50nmol/L, respectivamente5. El bajo peso al nacer se ha establecido para recién nacidos con peso inferior a 2,5 kg según la Organización Mundial de la Salud17.
Análisis estadísticoSe ha llevado a cabo un análisis de regresión múltiple para estudio de las correlaciones entre los valores de vitamina D maternos (25-OH-D) total con los parámetros antropométricos totales. Para el estudio de la relación entre niveles de vitamina D y zonas de residencia se ha utilizado una prueba T-Student para medias de 2 muestras, y respecto al consumo de tipos de pescado una prueba de Wilcoxon para medias no paramétricas. Se ha considerado estadísticamente significativo un valor de p<0,05. Todo el análisis estadístico se ha realizado con el programa estadístico IBM SPSS statistics v27.
ResultadosAl agrupar a las participantes por zona de residencia (fig. 1) y comparar los niveles medios de vitamina D maternos respecto a las zonas definidas, se detecta una media de 50,28nmol/L±17,95 en las participantes de Sevilla capital; 58,11nmol/L±22,86 en las participantes residentes en el Aljarafe y 45,84nmol/L±20,48 en las residentes en Sevilla sur respectivamente (fig. 2). Al analizar los valores medios relacionando 2 de las zonas estudiadas, se observa que no existen diferencias significativas entre las zonas Sevilla capital-Aljarafe o bien Sevilla capital-Sevilla sur (p>0,05) pero sí entre las zonas Aljarafe-Sevilla sur (p<0,05) (tabla 1).
Comparación de los valores medios de vitamina D maternos respecto a las zonas de residencia comparadas 2 a 2 (T-Student)
Zona residencia | |||||
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Grupo (1) | Grupo (2) | Media (1) | Media (2) | Valor T | Valor de p |
Aljarafe | Sevilla capital | 58,11±22,86 | 49,76±18,83 | 1,12 | 0,2722 |
Aljarafe | Sevilla sur | 58,11±22,86 | 43,87±17,22 | 2,10 | 0,0428 |
Sevilla capital | Sevilla sur | 49,76±18,83 | 43,87±17,22 | 1,14 | 0,2593 |
Respecto a la posible influencia del consumo de pescado en los niveles de vitamina D maternos, analizando los datos obtenidos de los cuestionarios epidemiológicos, se observa que un 41% de las madres declaran consumir pescado azul (tipo sardinas, boquerones, atún...) y el 59% pescado blanco (pescada, acedías, pijotas...). Preguntadas por las veces que consumen a la semana pescado, se calcula un consumo medio de 2 veces a la semana, siendo los porcentajes de consumo semanales los siguientes: un 29% de las participantes declaran un consumo de pescado de una vez por semana, el 53% declara el consumo de 2 veces por semana, el 10% afirma un consumo de 3 veces por semana y el 5% y el 3% se corresponderían con el consumo de 4 y 5 veces por semana respectivamente. Tras estudiar si el consumo del tipo de pescado afecta a los valores de vitamina D, es decir, si la diferencia en cuanto a composición nutricional del pescado azul y el pescado blanco18 podría relacionarse con los valores de vitamina D, se ha detectado que las madres que consumen pescado azul respecto de las que consumen pescado blanco, no tienen diferencias significativas en niveles de vitamina D (p valor/p-2 colas>0,05) (tabla 2).
Los valores medios de los parámetros de vitamina D y antropométricos se indican en la tabla 3. Todos los valores expresados se encuentran dentro de una normalidad estadística. De los valores totales de vitamina D analizados, un 54% de las participantes presenta valores deficientes (<30nmol/L), un 26% valores insuficientes (30-40nmol/L) y solo un 20% de las participantes presentaban valores suficientes (≥50nmol/L) de vitamina D en el momento del parto.
No se ha encontrado una relación dependiente/correlación entre los valores de vitamina D de la población de mujeres embarazadas del estudio y los parámetros de longitud y perímetro cefálico medidos (p>0,05) en los recién nacidos. En cambio, sí existe relación/correlación respecto al peso (p<0,05) (tabla 4).
Relación entre los niveles de vitamina D y los parámetros antropométricos
Coeficiente regresión | Error estándar | Intervalo confianza (95%) | Valor de p | |
---|---|---|---|---|
Vitamina D | 6,74 | 62,94 | −118,4 a 131,53 | 0,9149 |
Peso | −0,02 | 0,01 | −0,03 a −0,0036 | 0,0121 |
Longitud | 0,46 | 1,33 | −2,17 a 3,09 | 0,07314 |
Perímetro cefálico | 2,12 | 1,41 | −0,68 a 4,92 | 0,01359 |
En el estudio, los valores medios de vitamina D (48,3±19,9nmol/L), así como el peso (3,470±431,2kg), la longitud (0,504±2m) y el perímetro cefálico (0,304±1,4m) se encuentran dentro de los valores encontrados en estas categorías por otros autores19,20.
Teniendo en cuenta que la población de estudio se encuentra en una latitud donde la incidencia solar es elevada la mayor parte del año21, se podría pensar que los niveles mayoritarios de cualquier parte de la población estarían dentro de un rango de suficiencia. En cambio, si analizamos los valores encontrados en la población de estudio, más de la mitad de ellas (54%) poseen valores deficientes (<30nmol/L) y solo un 20% valores suficientes (≥50nmol/L) de vitamina D. Estos datos están en concordancia con los encontrados por Rodríguez et al.22 quienes analizan una cohorte de 2382 parejas madre-hijo de 4 zonas de España (Valencia, Sabadell, Asturias y Guipúzcoa) y el 51,1% de las madres presentan niveles por debajo de los establecidos como suficientes de vitamina D (31,8 y 19,7% tienen valores insuficientes y deficientes, respectivamente). Incluso estudios de la población en general como el realizado por Mata-Granados et al.23 encontraron que de una población de 215 individuos sanos de Córdoba (hombres y mujeres, población total), el 14% presentaba deficiencia, un 50,8% insuficiencia (30-50nnom/L) y solo el 17,6% valores suficientes de vitamina D.
Esta misma proporción se encuentra en estudios realizados en otros países. Así, Eggemoen et al.24 en un estudio llevado a cabo en 823 mujeres embarazadas de Noruega el 51% de las participantes presentaban valores<50nmol/L (deficientes e insuficientes). Más alarmantes son los resultados observados por Loudyi et al.25 los cuales detectaron que de las 102 parejas madre-hijo de Marruecos participantes en su estudio, un 90,1% presentaban deficiencia en vitamina D. Esta deficiencia de vitamina D generalizada en la población independiente de la climatología de la zona de estudio y no solo en poblaciones de riesgo, pone de manifiesto la necesidad de un aporte extra de vitamina D. Factores como la alimentación, socioeconómicos, la incidencia de la radiación solar, el uso de protectores solares, la cultura o la vestimenta, son factores que condicionan los niveles de vitamina D, además junto al ritmo de vida o el efecto de la pandemia de la COVID19 de los 2 últimos años, que hacen que se encuentren por debajo de los valores considerados suficientes26.
Con respecto a la posible relación entre los niveles de vitamina D maternos y los parámetros antropométricos, en el presente estudio solo se observa una relación entre el peso de los recién nacidos y los valores de vitamina D, mientras que autores como Wang et al.27 o Milikiu et al.28, además de observar esta correlación, también percibieron la correlación entre los niveles de vitamina D y perímetro cefálico de los recién nacidos. Por otro lado, autores como Bhowmik et al.29 no observaron correlación alguna entre niveles de vitamina D y parámetros antropométricos en 138 parejas madre-hijo residentes en Bangladesh. Las consecuencias de valores de vitamina D deficientes durante la formación del feto son un menor aporte de Ca2+ que llevará asociado un menor tamaño para la edad gestacional, menor peso y un menor perímetro cefálico11.
La comparación de los niveles de vitamina D entre las participantes de las distintas áreas de residencia definidas nos muestra que solo se observan diferencias significativas entre las participantes de las zonas geográficamente más distantes de las 3 estudiadas, zona del Aljarafe (58,11nmol/L±22,86) al oeste de la provincia y Sevilla sur (45,84nmol/L±20,48) (fig. 1). Estudios llevados a cabo en zonas de España mucho más distantes cómo en zonas de Valencia (39 °N latitud), Asturias (43 °N latitud), Guipúzcoa (42 °N latitud) y Sabadell (41 °N latitud), muestran niveles de vitamina D maternos diferentes entre regiones, registrándose los más elevados en Valencia y los más bajos en Asturias22. Esto se podría explicar debido a las horas de sol de cada zona; así, Valencia tiene de entre 2000 y 3000h de sol al año, mientras que Asturias y Guipúzcoa no sobrepasan las 2000h al año (1960 y 2000 respectivamente).
Diversos estudios han demostrado la importancia de una alimentación equilibrada en poblaciones de riesgo como son las embarazadas y sus posibles consecuencias en el buen desarrollo de su descendencia14,25. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda un consumo de pescado de entre 3-4 raciones por semana30, sin embargo, en el caso de la mayoría de las madres incluidas en el presente estudio su consumo semanal de pescado es de solo 2 veces con independencia del tipo (41 y 59% de consumo medio de pescado azul y blanco, respectivamente). Tampoco se han encontrado diferencias significativas respecto al consumo de pescado y niveles de vitamina D detectados en la población de estudio de Sevilla y provincia (p valor/p-2 colas>0,05). Sin embargo, en ciudades costeras como Rabat, Marruecos, donde se asume un consumo mayor de pescado y una incidencia solar parecida a la nuestra, tampoco se ha hallado una relación significativa entre el consumo de pescado y los niveles de vitamina D detectados25.
En el presente estudio se ha encontrado que, aun siendo una localización geográfica donde la incidencia solar es elevada en la mayor parte del año, las madres embarazadas presentan, en su mayoría, valores deficientes e insuficientes de vitamina D. Este parámetro materno no presenta una correlación con los parámetros antropométricos medidos, salvo con el peso al nacer de los recién nacidos. En cambio, sí se aprecian diferencias en los valores de las zonas de Sevilla sur y Aljarafe. No se han encontrado diferencias en los niveles de vitamina D asociadas al consumo de pescado. Sería recomendable el estudio de los niveles de vitamina D en los niños a largo plazo para evaluar las posibles consecuencias en la salud y su desarrollo, así como un aporte de vitamina D en poblaciones vulnerables, como por ejemplo las madres gestantes debido a que la vitamina D repercute en el correcto desarrollo de la descendencia. Es por ello que consideramos que al igual que existen unas recomendaciones sobre las poblaciones vulnerables como las embarazadas, mujeres durante la lactancia o niños de 0-10 años a los cuales se les recomienda no consumir especies de pescados que puedan tener alto contenido en mercurio (comprobar referencia)29, se podrían proponer otras recomendaciones como el aporte adicional de vitamina D durante el periodo de gestación.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datos. Los autores indican que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de los datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
FinanciaciónEste estudio se ha llevado a cabo gracias a la financiación obtenida a través de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) PID2019-106442RB-C21/AEI/10.13039/501100011033.
Conflicto de interesesNo existe conflicto de intereses.
Los autores quieren mostrar su más sincero agradecimiento a todas las participantes que han dado su consentimiento desinteresado para poder llevar a cabo el presente estudio.