Los seudoquistes pancreáticos son colecciones localizadas de secreciones pancreáticas, y su frecuencia durante el embarazo es muy baja, por lo cual el tratamiento de esta condición no está estandarizado. Se presenta el informe de una paciente de 27 años y un embarazo de 26 semanas con un seudoquiste pancreático tratado exitosamente de forma quirúrgica.
Pancreatic pseudocysts are localized collections of pancreatic secretions. Their frequency in pregnancy is very low and consequently there is no standardized management. We report the case of a 27-year-old patient with a 26-week pregnancy and a pancreatic pseudocyst that was successfully treated with surgery.
Los seudoquistes pancreáticos (PQP) son colecciones localizadas de secreciones pancreáticas dentro de una cápsula de paredes no epitelizadas de tejido fibroso o granular. Son secundarios a pancreatitis (aguda o crónica), traumatismo u obstrucción de los ductos pancreáticos1. La incidencia posterior a la pancreatitis varía del 5-16%2. La frecuencia durante el embarazo es muy baja (alrededor de uno por cada 60.000 partos)3, por lo cual el tratamiento de esta condición no está estandarizado. Se presenta el caso de una embarazada con un seudoquiste pancreático.
Presentación del casoSe trata de una paciente de 27 años, primigesta, quien presenta dolor intenso a las 26 semanas de embarazo. La paciente tenía antecedente de pancreatitis crónica secundaria por abuso de alcohol y pequeño PQP 2 años antes, el cual se resolvió como tratamiento conservador. Al examen físico de ingreso, la paciente estaba hemodinámicamente estable, con abdomen blando y depresible, pero distendido. La ecografía demostró la presencia de un PQP de 12×8 cm. Los valores de amilasa y lipasa sérica fueron de 64 y 231UI/l, respectivamente. A pesar de la severidad del dolor, la intervención quirúrgica fue considerada insegura durante el embarazo. La paciente fue tratada en forma conservadora con analgésicos.
Dos semanas después presentó varios episodios de dolor abdominal de severa intensidad que requirió el uso de fármacos. La ecografía abdominal confirmó el aumento de tamaño del PQP (17×10cm) con evidencia de hemorragia interna (fig. 1). Se intentó la aspiración percutánea guiada por ecografía con anestesia local, pero no fue exitosa debido a que no se alcanzó el PQP, y debido a que no se disponía de la posibilidad de realizar la endoscopia, se procedió a realizar seudocisto-gastrostomía ya que la madre se encontraba en condiciones hemodinámicas estables y no existía evidencia de compromiso fetal. Se observó una mejoría del dolor inmediata y fue dada de alta a los 5 días.
DiscusiónLa pancreatitis en el embarazo es generalmente idiopática, pero se puede asociar a colelitiasis, abuso de alcohol, hiperlipoproteinemia, infestación por áscaris e hiperparatiroidismo2. Los PQP son comúnmente secundarios a pancreatitis crónica (20-40%)1,4.
El diagnóstico del PQP generalmente se establece en los estudios por imágenes, entre los cuales la ecografía es el más importante. La tomografía es el método diagnóstico de elección con un 82-100% de sensibilidad y 98% de especificidad5, pero su utilidad en el embarazo es limitada. La endosonografía permite diferenciar entre un absceso y un PQP, ya que tiene una alta sensibilidad y especificidad4.
Las indicaciones para el tratamiento quirúrgico son: compresión de los grandes vasos, estómago o duodeno que produzca síntomas clínicos, estenosis de los conductos biliares o alteración del flujo biliar con evidencia de colestasis (ya que la irritación constante promueve la inflamación y disminuye la tasa de remisión espontánea), infección o hemorragia del quiste, lesiones malignas y fístula pancreatopleural. El tratamiento también está indicado en aquellos pacientes que presentan distensión abdominal, náuseas, vómitos, dolor y hemorragia gastrointestinal4. Otra indicación relativa es la presencia de PQP mayores de 4cm con cambio de tamaño o de forma y presencia por más de 6 semanas. Las lesiones con estas características raramente regresan de forma espontánea y pueden causar complicaciones6,7.
Cuando las lesiones son tratadas quirúrgicamente, se debe incidir la superficie del quiste y realizar resección del quiste. El aspecto más importante de la cirugía es que el punto más profundo del quiste debe ser drenado y anastomosado siempre que sea posible. Este tipo de drenaje quirúrgico del PQP (seudocisto-yeyunostomía, seudocisto-gastrostomía o seudocisto-duodenostomía) produce una morbilidad de 16% y una mortalidad de 2,5%7,8. El drenaje percutáneo solo está indicado como un procedimiento de urgencia para la retención aguda de líquido o quistes infectados, con una tasa de recurrencia del 70%, siendo las fístulas percutáneas la complicación más frecuente4.
La endoscopia ofrece varias posibilidades de tratamiento: colocación de un stent (transmural o transpapilar), abordaje transgástrico o transduodenal y la combinación de estas. La tasa reportada de éxito de estos procedimientos es superior al 80%, lo cual es parecido a la cirugía. La tasa de mortalidad, recurrencia y de complicaciones es de 0,2, 7 y 13%, respectivamente4. Las desventajas de esta forma de tratamiento es la oclusión del stent1. La laparoscopia parece tener ventajas sobre la endoscopia en PQP que tienen gran cantidad de tejido necrótico, pero no es útil en aquellos pacientes que no son aptos para someterse a anestesia general o con cirugías abdominales previas6.
En las embarazadas se debe tener especial cuidado durante el parto, ya que los cambios de volúmenes intra-abdominales súbitos y significativos, la debilidad de la vasculatura pancreática y las fluctuaciones en los parámetros cardiovasculares pueden desestabilizar el PQP y llevar a la rotura en las primeras horas del puerperio9.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.