Plesiomonas shigelloides (P. shigelloides) es una bacteria gramnegativa anaerobia, facultativa de la familia Enterobacteriaceae, históricamente relacionada con la familia Vibrionaceaea por algunas de sus características (producción de oxidasa, hábitats preferenciales, sensibilidad al agente vibriostático O/129). Su localización es ubicua, con preferencia por agua dulce o estuarios, tanto en países cálidos como fríos1. La infección por P. shigelloides habitualmente se produce tras la ingesta de agua o alimentos contaminados, y cursa con diarrea aguda inflamatoria. Las manifestaciones extraintestinales son raras, y se presentan habitualmente en individuos inmunocomprometidos (enfermedad neoplásica y hepatopatía crónica, principalmente). Hasta la fecha, sin embargo, no se ha publicado ninguna descripción de infección por este microorganismo en pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES)2. Presentamos el primer caso de infección extraintestinal por P. shigelloides en un paciente joven con LES.
Se trata de un varón de 23 años que consultó en urgencias por un cuadro de dolor, tumefacción e impotencia funcional acompañado de calor y rubor, afectando la eminencia hipotenar izquierda. El cuadro se había iniciado 36h antes, 24h después de haber estado pescando en la Albufera de Valencia. En las últimas horas, la inflamación se había extendido difusamente hasta englobar el total de la mano, con edema difuso y fiebre acompañante. El paciente padecía un LES de 14 años de evolución, que había cursado con nefritis lúpica, bicitopenia autoinmune, artritis y síndrome antifosfolípido secundario. Recibía tratamiento de larga duración con acenocumarol, ácido micofenólico, prednisona a dosis medias e hidroxicloroquina. En la exploración se objetivó fiebre de 38,5°C e inflamación del dorso y la palma de la mano, con afectación hasta la muñeca, sin crepitación, cordón varicoso ni adenopatías regionales, evidenciándose una puerta de entrada en forma de punción. Analíticamente: PCR 214mg/l, leucocitos 12,8×109/l (10,5×109/l neutrófilos), siendo el resto de los parámetros normales. Una ecografía de la mano izquierda mostró edema de tejido celular subcutáneo y tenosinovitis de flexores. Se inició antibioterapia empírica endovenosa con meropenem y cloxacilina, con buena evolución. En las primeras 24h, 2 extracciones de hemocultivos (frascos aerobio y anaerobio) fueron positivos para bacilos gramnegativos, identificándose a las 36h P. shigelloides, resistente a ampicilina (CMI>32) y sensible al resto de betalactámicos (amoxicilina/clavulánico, piperacilina/tazobactam, cefalosporinas, carbapenems), aminoglucósidos, quinolonas, cotrimoxazol y fosfomicina. La identificación de especie y estudio de sensibilidad se realizó mediante el sistema VITEK® 2 de bioMérieux. Tras estos resultados, se desescaló a ciprofloxacino oral hasta completar 14 días en domicilio, con resolución completa de la clínica.
La infección extra-digestiva por P. shigelloides es poco frecuente, habiendo encontrado solo 28 casos descritos en adultos y niños mayores. Se presentaron como complicaciones (artritis, osteomielitis, colecistitis, pleuritis, piosalpinx)3-5 de una bacteriemia de origen digestivo, o como infección local (cutánea1,3,6-9, ocular10) por inoculación tras contacto con el mar, pescado o aparejos de pesca.
El primer caso descrito3, recogido en una serie de casos de infección por Aeromonas, es una celulitis con hemocultivos positivos para P. shigelloides y otros microorganismos no descritos. El segundo caso6, también en una serie de casos de infección por Aeromonas, es un niño de 6 años con celulitis en un pie, con cultivos de exudado positivos para P. shigelloides y Staphylococcus aureus, que se trató con penicilina. El tercer caso7, una mujer de 62 años, con una drepanocitosis y una enfermedad renal crónica, falleció por una sepsis secundaria a una celulitis en la mano, tras haber manipulado pescado, pese al tratamiento con cefalotina y gentamicina. El cuarto caso8, también fue una celulitis en la mano tras manipulación de pescado, pero se resolvió sin complicaciones. El quinto caso1, un varón de 67 años con un mieloma múltiple, también fue una sepsis con hemocultivos positivos secundaria a una herida durante la pesca, y se resolvió con cefuroxima y ciprofloxacino. El sexto caso9, un varón de 72 años, con enfermedad renal crónica y cirrosis por virus de la hepatitis C, falleció por complicaciones de una úlcera en miembros inferiores, tras baños en el mar. De los 6 casos descritos, al menos 3 eran pacientes inmunocomprometidos1,7,9, y 2 de estos fallecieron7,9.
En nuestro caso, primero relacionado con agua salobre y segundo descrito en la cuenca mediterránea, se trataba de un paciente joven inmunocomprometido (LES, inmunosupresores, corticoterapia), que evolucionó favorablemente tras el tratamiento con meropenem y ciprofloxacino.
Debemos considerar esta etiología en pacientes con enfermedades inflamatorias y/o autoinmunes sistémicas en tratamiento inmunosupresor, que acudan por infecciones de tejidos blandos tras exposición a medio acuático y/o manipulación de pescado o aparejos. Un tratamiento precoz y adecuado puede reducir la mortalidad en estos pacientes.