Describimos a dos pacientes pediátricos con osteomielitis aguda (OA) por Staphylococcus aureus sensible a la meticilina (SAMS) productor de leucocidina de Panton-Valentine (LPV), complicada con embolismos sépticos pulmonares (ESP) en uno de los casos y por trombosis venosa profunda (TVP) en el otro. Este tipo de complicaciones de la OA estafilocócica son raras en niños y no se han comunicado previamente en nuestra población.
Caso 1: niña de 12 años, con antecedente de traumatismo de tobillo izquierdo 3 días previo al ingreso hospitalario, que presentó fiebre, vómitos, dolor intenso en el miembro inferior derecho, dolor restroesternal y disnea. Se diagnosticó por RM de osteomielitis tibial izquierda con discreto absceso subperióstico e importante afectación de la musculatura adyacente. La TC torácica mostró múltiples imágenes nodulares y pequeñas cavitaciones en ambos campos pulmonares compatibles con émbolos sépticos (fig. 1). En hemocultivo se identificó SAMS productor de LPV. La identificación microbiológica se realizó por métodos convencionales, la sensibilidad antimicrobiana se determinó mediante el sistema Vitek 2, usando la tarjeta AST-P549 (bioMérieux) y la detección de los genes codificantes de LPV (lukS-PV y lukF-PV) se realizó mediante reacción en cadena de la polimerasa convencional en el CNM. La paciente recibió tratamiento antibiótico durante 35 días (cloxacilina más clindamicina 19 días, seguido de cefadroxilo por vía oral 16 días) y anticoagulación durante 6 semanas. A los 3 meses se evidenciaron imágenes compatibles con osteomielitis crónica, por lo que recibió 12 semanas adicionales de cefadroxilo y se realizó limpieza quirúrgica, con buena evolución posterior.
Caso 2: niña de 7 años con una historia de fiebre de 15 días de evolución junto con dolor en región inguinal derecha e impotencia funcional. En RM se apreciaron signos sugestivos de artritis de cadera y osteomielitis de fémur derecho con dos pequeños secuestros óseos. Se identificó SAMS productor de LPV en el líquido articular. La TC evidenció trombosis a nivel de sistema venoso femoral profundo y superficial (fig. 2). Recibió tratamiento antibiótico parenteral (cloxacilina 28 días asociada a clindamicina 7 días) y tratamiento anticoagulante. La evolución fue satisfactoria sin secuelas clínicas asociadas. En los estudios realizados a ambos pacientes del gen protrombina G20210A, anticoagulante lúpico, homocisteína, factor V Leiden, anticuerpos antifosfolípidos, proteína C, proteína S y antitrombina III no se detectaron alteraciones procoagulantes.
Estas dos pacientes de origen autóctono presentaron OA con TVP confirmada en el segundo caso y con ESP y presumible TVP, aunque esta no se objetivó en la RM, en la primera paciente. La triada OA, TVP y ESP se comunicó como una forma de infección estafilocócica diseminada por Gorenstein et al1 en 3 niños, de los que uno falleció. Con posterioridad, González et al2 describieron a 9 niños con OA y TVP, de los que 4 presentaban ESP asociados. Siete de los casos se debían a la clona USA 300 de S. aureus resistente a la meticilina de adquisición comunitaria y productora de LPV. Aunque la asociación de OA y TVP y/o ESP ha sido recientemente descrita en distintas localizaciones geográficas3,4, no hemos encontrado ninguna comunicación similar en nuestro país, pese al incremento en las infecciones pediátricas por S. aureus productores de LPV5,6. No se genotipificaron los aislamientos y tampoco se investigó la estructura genética de otros potenciales factores de virulencia, lo que hubiera sido de interés para avanzar en el conocimiento de las cepas que producen estas graves infecciones.
El tratamiento de la OA pediátrica ha evolucionado hacia ciclos antibióticos acortados y utilización selectiva de cirugía para casos complicados. Muy recientemente, se ha demostrado la efectividad en este cuadro de cursos de antibióticos de tan solo 20 días, incluidos 2-4 días de terapia por vía intravenosa7. Estas recomendaciones, sin embargo, no deben aplicarse a cuadros como los descritos debidos a S. aureus productores de LPV que representan un espectro más grave de la enfermedad con mayor riesgo de complicaciones a corto y largo plazo, incluido desarrollo de osteomielitis crónica8. A este respecto, en estudios comparativos de las OA estafilocócicas se ha demostrado que la producción de LPV se asocia a mayores necesidades quirúrgicas y de prolongación de antibioterapia9. No se realizó abordaje quirúrgico precoz en la paciente del caso primero, que probablemente hubiera sido recomendable, por el compromiso pulmonar y la mejoría rápida de la sintomatología general y local al tratamiento antibiótico. Se utilizó clindamicina asociada a cloxacilina en el tratamiento antibiótico. Existen evidencias in vitro y comunicaciones de casos clínicos anecdóticos que apoyan el empleo de la clindamicina y/o linezolid asociados al tratamiento antibiótico convencional en infecciones graves por S. aureus LPV+ por sus capacidades para frenar la producción de toxina10,11.
Estos casos deben alertar sobre la posible emergencia de las OA asociadas a TVP y/o ESP en el contexto epidemiológico actual de incremento de circulación de cepas estafilocócicas productoras de LPV. Si bien estas son más prevalentes entre los aislados con resistencia a meticilina6, también ocurren, como nos recuerdan estos pacientes y otras comunicaciones recientes, en aislamientos de SAMS5.