Las localizaciones más habituales de metástasis del cáncer de mama son hígado, pulmones y las metástasis óseas. La afectación a nivel colorrectal por cáncer de mama es poco frecuente. El cáncer de mama lobulillar y el mixto (aquel que presenta características de ductal invasivo y lobulillar) suelen ser los que originan las metástasis gastrointestinales extrahepáticas.
Presentamos el caso de una mujer de 74 años seguida en oncología por carcinoma lobulillar infiltrante (estadio pT3 pN1 M0), diagnosticado en 2001 y tratada con cirugía (mastectomía derecha y linfadenectomía axilar ipsilateral), radioterapia, quimioterapia (ciclofosfamida, doxorrubicina y 5-fluoracilo) y hormonoterapia (tamoxifeno). En remisión hasta 2008, cuando se detectó afectación metastásica ósea (calota craneal y columna cervical) y hepática, siendo inicialmente tratada con fulvestrant y radioterapia, que logró la estabilización de la enfermedad. Posteriormente, recibió tratamiento con capecitabina. En 2013, en el contexto de cuadro de diarrea aguda, de unos 15 días de evolución de hasta 12 deposiciones al día, sin productos patológicos, se realizó TC abdominal; en el mismo se describe un engrosamiento difuso de las paredes del recto y presencia de líquido adyacente en ausencia de patología ginecológica por lo que se pone en relación enfermedad metastásica. Estos cambios no se describían en los TC de abdomen previos, el último realizado 6 meses antes.
Se realizó posteriormente una colonoscopia donde se observa desde 6cm hasta 18cm de margen anal, mucosa marcadamente edematosa con áreas de hemorragia submucosa (fig. 1) que condiciona una disminución de la luz colónica, llegando a imposibilitar el paso del colonoscopio (sí fue franqueable con un colonoscopio pediátrico, sin detectar lesiones en el resto del colon). Se tomaron biopsias y el estudio anatomopatológico demostró infiltración por carcinoma compatible con metástasis de carcinoma lobulillar de origen mamario (células en anillo de sello con núcleos excéntricos, con positividad de CK7, GCDFP-15 y mammaglobin, en ausencia de CK20 y CDX-2) (fig. 2). De acuerdo con la paciente, y su familia, se decide manejo conservador.
Las metástasis a nivel del tracto gastrointestinal son raras, siendo la afectación gástrica ligeramente más frecuente que la localización colorrectal1. Por el contrario, el cáncer de mama es el tumor primario que más frecuentemente metastatiza en el tracto gastrointestinal, especialmente el carcinoma lobulillar. La clínica de presentación suele ser inespecífica y el tiempo entre el diagnóstico del cáncer de mama y la presencia de metástasis en el tracto digestivo es tan variable como que su presentación puede ser simultánea o aparecer tras 26 años2. La apariencia endoscópica suele diferir de un tumor colorrectal primario; pudiendo aparecer como un engrosamiento difuso y rigidez del colon simulando una linitis plástica, remedando a una enfermedad de Crohn o áreas nodulares, más que lesiones tumorales solitarias3. Es necesaria la toma de biopsias para caracterizar la morfología celular y estudio mediante inmunohistoquímica con marcadores como mammaglobin4, aunque las biopsias endoscópicas superficiales pueden ser normales, estableciéndose el diagnóstico con la pieza quirúrgica. El manejo terapéutico es controvertido; en los casos publicados tras cirugía se continúa con combinaciones de quimioterapia, hormonoterapia y radioterapia. La supervivencia suele ser escasa por lo avanzado de la enfermedad, aun con manejo quirúrgico5. En el caso clínico presentado destaca el aspecto endoscópico inespecífico de las lesiones y el largo periodo desde el diagnóstico de la enfermedad hasta la aparición de las lesiones gastrointestinales.
Es necesario tener un alto nivel de sospecha a la hora de realizar las pruebas endoscópicas en el diagnóstico de las metástasis a nivel gastrointestinal del cáncer de mama al no presentar datos patognomónicos.