Se trata de una mujer de 80 años que acude al servicio de urgencias por dolor torácico, náuseas y disnea. Como antecedentes personales destacaba un infarto agudo de miocardio no Q con colocación de stent farmacoactivo sobre la arteria descendente anterior 2 años antes. Recibía tratamiento con AAS 100mg y clopidogrel 75mg cada 24 horas. Ya en urgencias, se objetiva un único episodio de hematemesis, encontrándose la paciente en todo momento estable hemodinámicamente. La analítica extraída mostraba una hemoglobina en 12,4g/dl y unas plaquetas en 300.000/mm3, sin otras alteraciones.
Se realiza TAC toraco-abdominal para descartar patología aórtica aguda, mostrando este un engrosamiento de la pared del tercio distal esofágico, sin otros hallazgos patológicos. Tras el mismo, se realiza una endoscopia digestiva alta objetivándose un hematoma longitudinal (fig. 1) que ocupa aproximadamente el 20% de la luz a nivel de tercio medio e inferior esofágico. Se asienta sobre una mucosa edematosa, sin apreciar en ella sangrado activo ni rotura de la misma (fig. 2).
La paciente fue tratada de manera conservadora mediante reposo digestivo, sueroterapia y analgesia sin ocurrir nuevos eventos hemorrágicos ni de dolor.
El hematoma esofágico espontáneo es una entidad poco frecuente. La forma de presentación más común es el dolor torácico, seguido de disfagia u odinofagia y/o hematemesis, tal y como ocurre en nuestro paciente. Aparece comúnmente en pacientes bajo tratamiento con antiagregantes y/o anticoagulantes y sobre todo en mujeres de edad media-avanzada1. La mayoría de los casos descritos afectan al tercio distal esofágico, probablemente por desaparición de la musculatura estriada a este nivel y por tanto, mayor debilidad de la pared del órgano.
Por la forma clínica de presentación, debemos realizar un diagnóstico diferencial con entidades como el síndrome de Mallory Weiss (desgarro mucoso) y el síndrome de Boerhaave (rotura transmural de la pared esofágica), sin olvidarnos de la cardiopatía isquémica o una disección aórtica2.
La tomografía axial computarizada (TAC) es la prueba de imagen más usada para confirmar el diagnóstico y excluir otras causas de dolor torácico agudo3.
La endoscopia muestra una coloración azulada de la mucosa esofágica. En ocasiones un coágulo que protruye hacia el interior de la luz del esófago.
El tratamiento conservador es el de elección, con administración de sueroterapia intravenosa y dieta absoluta durante las primeras 72 horas tras el evento hemorrágico4.
El hematoma esofágico espontáneo es una patología infrecuente. La triada clásica de dolor torácico, disfagia y hematemesis no aparece en todos los pacientes, obligándonos a la realización de pruebas de imagen como TAC o endoscopia digestiva alta para el correcto diagnóstico. Requiere habitualmente un tratamiento conservador y el pronóstico es generalmente excelente5.
FinanciaciónNo se ha recibido financiación de ningún tipo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Al servicio de Aparato Digestivo del Hospital Infanta Cristina de Badajoz y del Hospital de Mérida.