Sr. Director : La afección esofágica tras la ingesta de medicamentos fue descrita por primera vez en 19701. Desde entonces numerosos fármacos, en su mayoría antibióticos, han sido implicados2. La afección del tracto gastrointestinal secundaria a la ingesta de antiinflamatorios no esteroides (AINE) puede localizarse a cualquier nivel entre el esófago y el colon3, siendo las lesiones gástricas las más frecuentes y considerándose el daño esofágico un efecto adverso poco común2. Presentamos un caso de úlcera esofágica secundaria a la ingesta de mesalazina, sin antecedentes en la bibliografía médica, en una paciente afectada de colitis ulcerosa.
Mujer de 32 años sin antecedentes de interés diagnosticada recientemente de colitis ulcerosa izquierda, que consulta por dolor retrosternal, odinofagia y disfagia para líquidos y sólidos de 10 días de evolución tras comenzar tratamiento con mesalazina oral y enemas de budesonida, junto a una discreta pérdida de peso no cuantificada. En el examen físico evidenciamos un afta bucal sin otros datos de interés. El hemograma y coagulación fueron normales. La proteína C reactiva fue de 1,89 mg/dl, y el resto de los parámetros bioquímicos habituales normales. Se realizó endoscopia digestiva alta con carácter urgente que evidenció dos ulceraciones localizadas en el tercio inferior esofágico, con morfología geográfica y ovoidea, respectivamente, esta última de mayor tamaño y profundidad de la que se tomaron biopsias. El estudio anatomopatológico puso de manifiesto signos inflamatorios inespecíficos. Los síntomas remitieron en pocos días tras iniciar tratamiento con omeprazol sin que fuera necesaria la interrupción del tratamiento. Se recomendó la administración de la medicación con abundante líquido y hasta el momento la paciente está asintomática.
La lesión de la mucosa esofágica se ha descrito tras la ingesta oral a dosis terapéuticas de unos 70 medicamentos4. Los antibióticos son los agentes lesivos más frecuentemente implicados; no obstante, se incluyen otros como quinidina, preparados férricos, potasio y antiinflamatorios no esteroides entre los de mayor efecto lesivo esofágico5. La aparición brusca de odinofagia poco después de la ingesta de un medicamento debe hacernos sospechar esta entidad, y en estos casos puede obviarse la realización de estudios diagnósticos complementarios siempre que descartemos la existencia de cuerpo extraño, cáncer esofágico o algún tipo de inmunodeficiencia5. La duración media entre el comienzo del tratamiento y la aparición de la sintomatología es de 10,2 días6. La endoscopia digestiva alta es el método diagnóstico de elección, con una sensibilidad muy superior a los estudios baritados, mostrando una clara demarcación endoscópica entre la mucosa afectada y la normal que sugiere lesión por contacto directo de un agente cáustico6. Esta hipótesis es respaldada por el hecho de que el 25% de los pacientes perciben el enclavamiento esofágico del comprimido2. El mayor número de lesiones fue detectado en el esófago medio, en la proximidad del arco aórtico o en el área adyacente a la aurícula izquierda2. El mecanismo preciso de la lesión aún es desconocido6, aunque la naturaleza química de los medicamentos interviene en el daño esofágico2. Kikendall et al2 pusieron de manifiesto que la probabilidad de aparición de hemorragia o estenosis es alta en la esofagitis por AINE con respecto a la provocada por antibióticos. El daño de la mucosa aumenta con el tamaño del comprimido, con la ingesta en decúbito y en las horas de sueño cuando disminuye la frecuencia de las ondas peristálticas y la producción de saliva7. Pensamos que el mecanismo etiopatogénico en nuestro caso se debió a la lesión tóxica directa de la mucosa afectada, y la escasa cantidad de agua con la que fue administrada la medicación contribuyó de forma importante como factor favorecedor. La mayoría de los casos se autolimitan y se resuelven sin secuelas en pocas semanas2. La medicación debe retirarse o sustituirse por un producto líquido y en el tratamiento se han usado antiácidos, anti-H2 y sucralfato5,8. Nosotros utilizamos en el tratamiento omeprazol a dosis doble, junto con la recomendación de ingerir los comprimidos con abundantes líquidos, sin retirar la medicación debido a la importante sintomatología rectorrágica que presentaba. La resolución de la úlcera fue total desde el punto de vista clínico y endoscópico. Deben ingerirse con suficientes cantidades de líquidos (100 ml), sentados o en bipedestación, evitando las horas previas al sueño y con especial cuidado en ancianos y encamados5.