El vólvulo de intestino delgado constituye una rara causa de obstrucción intestinal en el paciente adulto. Presentamos el caso de una mujer de 90 años en la que la radiología simple de abdomen mostró una imagen patognomónica e infrecuente que permitió el abordaje terapéutico temprano de la paciente.
Mujer de 90 años, con antecedentes de histerectomía hace más de 30 años, que acudió a urgencias por un cuadro de vómitos biliosos, estreñimiento y dolor mesogástrico de 2 días de evolución. En la exploración el abdomen era distendido y timpánico, doloroso de forma difusa y con disminución de los ruidos hidroaéreos. La radiología simple de abdomen evidenció una imagen inusual y patognomónica «en espiral» de asas intestinales dilatadas, muy indicativa del diagnóstico de un vólvulo de intestino delgado (fig. 1 a). Se realizó tomografía computarizada (TC) abdominal con contraste que demostró la disposición «en remolino» de los vasos mesentéricos (fig. 1 b). El diagnóstico precoz permitió el abordaje quirúrgico temprano de la paciente, confirmándose la existencia de vólvulo de intestino delgado secundario a una brida con yeyuno medio y distal isquémico, y procediéndose a su resección con anastomosis lateroterminal. Meses después la paciente permanece asintomática.
El vólvulo del intestino delgado es una entidad poco frecuente, que implica la torsión del intestino delgado y su pedículo vascular mesentérico1. Mientras que en el periodo neonatal constituye una enfermedad muy reconocida, su prevalencia en la población adulta es baja, y la mayoría de los casos de volvulación intestinal en este grupo de edad afectan al colon2. El vólvulo de intestino delgado puede producirse de forma espontánea (tipo primario), sin embargo, lo más frecuente es su asociación con alguna alteración anatómica predisponente (tipo secundario), ya sean adherencias, como en nuestra paciente, u otras como hernias internas, tumores o divertículos, malrotaciones intestinales congénitas o embarazo3–6. Dada su baja incidencia en el adulto y el carácter inespecífico de los síntomas, similares a los de cualquier obstrucción intestinal, se requiere un alto índice de sospecha para su diagnóstico7. Aunque la radiología simple de abdomen tradicionalmente ha constituido la primera prueba de imagen realizada ante un cuadro compatible con la sospecha de una obstrucción intestinal, generalmente esta solo muestra signos inespecíficos, como la aireación de las asas de intestino delgado proximales a un punto de transición colapsado, y aporta pocos datos sobre el diagnóstico etiológico8,9. En el caso presentado, sin embargo, la imagen radiológica simple de las asas intestinales dilatadas con una disposición patognomónica «en espiral» era muy indicativa del diagnóstico de un vólvulo intestinal, posteriormente confirmado con la TC abdominal. La TC abdominal se considera en la actualidad la prueba diagnóstica de referencia, que es capaz de mostrar la torsión de los vasos mesentéricos9. El abordaje quirúrgico precoz de esta entidad es imprescindible para prevenir el desarrollo de complicaciones asociadas a la isquemia vascular que empeoran seriamente el pronóstico10.
Por tanto, el vólvulo de intestino delgado constituye una causa de obstrucción intestinal muy infrecuente en el adulto, siendo necesario una gran sospecha diagnóstica clínica y radiológica para su reconocimiento y abordaje precoz.