Las crisis hipertensivas son un conjunto de situaciones clínicas de variada gravedad y pronóstico. Su prevalencia es cada vez más pequeña, aunque dada la población hipertensa en España, podría afectar a más de 300.000 hipertensos a lo largo de su vida.
Las diferencias entre urgencias y emergencias hipertensivas radican en si hay o no riesgo vital por afectación de órganos diana, más que por los valores de presión arterial. Las urgencias hipertensivas no suelen comportar riesgo vital inmediato, por lo que el tratamiento puede iniciarse, incluso completarse, en el medio extrahospitalario. Las emergencias hipertensivas son situaciones clínicas muy graves que requieren asistencia hospitalaria.
Ante un paciente con hipertensión arterial grave, asintomático o con síntomas inespecíficos debe adoptarse una actitud terapéutica prudente. La primera medida será comprobar las cifras de presión arterial con tomas repetidas y tratar los posibles factores desencadenantes. El objetivo del tratamiento de las urgencias hipertensivas es tanto obtener una reducción de las cifras de presión arterial (al menos un 20% de las cifras basales) como evitar sus reducciones bruscas y/o excesivas. En las urgencias hipertensivas debe abandonarse, definitivamente, el uso del nifedipino de acción rápida por el riesgo de accidentes isquémicos y utilizar fármacos con vida media más larga. El riesgo cardiovascular de estos pacientes es mayor que el de los hipertensos que no sufren una crisis hipertensiva.
En las emergencias hipertensivas la elección del fármaco deberá individualizarse. La vía parenteral es la forma habitual de la administración de fármacos.
Hypertensive episodes are caused by a combination of clinical conditions with varied seriousness and prognosis. Their prevalence is increasing lower, however due to the characteristics of our hypertensive population, more than 300,000 Spanish hypertensive patients may be affected during their lifetime.
The differences between hypertensive urgencies and hypertensive emergencies depend on whether it involves a life-threatening risk for the patient due to involvement of target organs than due to blood pressure levels. Hypertensive urgencies do not generally involve immediate life-threatening risk so that treatment can be begun and even completed as an out-patient. Hypertensive emergencies are very serious clinical condition that requires hospital care.
A cautious therapeutic attitude should be adopted when faced with a patient with severe hypertension, asymptomatic or unspecific symptoms. The first step would be to check the blood pressure values, taking several measurements, and to treat the possible precipitating factors. The objective of medical treatment for a hypertensive urgency is not only to reduce blood pressure values (at least 20% of baseline values) but also to avoid sudden and/or excessive reduction of these values. When there is a hypertensive emergency, using short-life nifedipin should be definitively discontinued due to the risk of stroke and use longer half-life drugs. The cardiovascular risk of these patients is higher than hypertensive patients without hypertensive episodes.
Treatment must be personalized in each hypertensive emergency, the best route for treatment being intravenous.
Artículo
Comprando el artículo el PDF del mismo podrá ser descargado
Precio 19,34 €
Comprar ahora