Respecto al artículo de Varela-Ruiz y Vives-Varela1: «Autenticidad y calidad en la investigación educativa cualitativa: multivocalidad», creemos que es un aporte valioso para los investigadores latinoamericanos que realizamos estudios cualitativos en educación médica, debido a que con frecuencia nos frustramos cuando exponemos nuestros resultados a otros docentes médicos que, en su mayoría, equiparan la investigación a la epidemiología: «¡Eso es chisme!», «¡Para saber eso, no hay que hacer ningún estudio!», «¿Cómo demuestran que esas interpretaciones no son productos de sus prejuicios?», son algunos de los comentarios en nuestras reuniones de investigación y que intentamos argumentar basados en las estrategias de credibilidad.
Al igual que las autoras, creemos que es fundamental implementar estrategias de calidad y autenticidad para justificar que nuestras interpretaciones del fenómeno educativo investigado, emergen de la información que ofrecen los participantes del estudio y no de nuestros prejuicios. Sin embargo, diferimos de su conclusión acerca de que estas estrategias se deben implementar para «incrementar la aceptación y la valoración en las investigaciones cualitativas en educación en ciencias de la salud»1. Tal afirmación se soporta, posiblemente, en el argumento de utilizar criterios de rigor para contrarrestar la «fuerza del paradigma positivista en la comunidad científica que le resta valor a la investigación cualitativa»1. Con esa conclusión, la «multivocalidad» que mencionan las autoras como parte del esfuerzo que otras corrientes epistemológicas han utilizado para construir una identidad científica, queda reducida al afán por resistir al paradigma positivista. Esto, a la vez, termina por corroborarlo como el único paradigma científico válido, dejando a los demás (anti-positivistas) como intentos que deben ser aceptados y valorados por quienes profesan el primero.
Pero, si no es aceptación, ¿cuál es entonces el fin de las estrategias de rigor en la investigación cualitativa? Creemos que la «reflexividad» mencionada por las autoras, tiene como propósito comunicar al lector/receptor la preocupación de investigación y las tensiones educativas sobre las que surgió esa preocupación, y que los investigadores intentan entender mediante la indagación y la reflexión. No se trata de ser aceptados y valorados por los docentes positivistas que creen dominar la comunidad académica, y que posiblemente jamás aceptarán la investigación cualitativa como «científica». Se trata de resaltar que en nuestras prácticas educativas ocurren tensiones que influyen en el aprendizaje, y de explicar cómo suceden para sembrar en los demás una duda razonable que los mueva a pensar consiente y críticamente en cómo esta tensión puede ser similar a lo que ocurre en sus experiencias subjetivas, algo que Stake2 denomina «generalización naturalista». Es esta transferencia a otros contextos la que puede transformar las experiencias en la formación médica porque las tensiones educativas, multi-contextuales, son mejor comprendidas, y allí radica el valor de la investigación cualitativa.
La revisión por pares es responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.