Se diseñó y se envió una encuesta para analizar el impacto de la pandemia por COVID-19 en el funcionamiento y desempeño de los servicios de Traumatología del Sistema Nacional de Salud y entidades privadas.
Material y métodosEstudio descriptivo tipo encuesta difundida a los traumatólogos españoles a través de plataformas de Internet.
ResultadosSe obtuvieron 401 respuestas válidas. De estos traumatólogos, el 85,7% vio reducida su actividad quirúrgica entre el 50 y 100%. El 46% fue requerido para colaborar en asistencia de pacientes con COVID-19. Un 43% expresó que durante la primera ola de la pandemia su labor fue infrautilizada. El 52% modificó las indicaciones de tratamiento en diversas fracturas, con variabilidad entre centros y comunidades. Un 30% refiere estar satisfecho con la gestión del Estado y un 60% con la de su comunidad autónoma y centro. Un 70% no está satisfecho con la formación sobre el uso de mascarillas y equipos de protección individuales (EPI) y un 80% con la formación para tomar muestras. El 65% no ha dispuesto de equipos de protección para desempeñar su trabajo. Al 46% se le han denegado medidas de protección para tratar pacientes con sospecha o infección confirmada.
ConclusiónLa pandemia por COVID-19 ha situado al Sistema Nacional de Salud en una situación de extrema gravedad. Analizando los resultados, se observa un uso ineficiente de los recursos humanos disponibles, un descontento generalizado y una ausencia de medios y medidas de protección y formación.
We designed and conducted a survey to analyze the impact of the COVID-19 pandemic on the operation and performance of the orthopedic departments of the National Health System and private entities.
Material and methodsDescriptive study of a survey is distributed to Spanish Ortohopedic surgeons via Internet.
Results401 valid responses were obtained, out of these 85.7% had to reduce their surgical activity between 50% and 100%. 46% of the sample were asked to collaborate in other units or services and another 43% felt that their work had been underused. 52% modified the treatment indications in various bone fractures, with variability between centers and communities. 30% reported being satisfied with the management from the state and 60% with that of their province and center. 70% showed little to no satisfaction with the training received on the use of masks and personal protective equipment. An additional of 80% were also unsatisfied with the training received with regard to sample-taking. 65% did not have protective equipment to carry out their work. 46% have been denied protective measures to treat patients with suspected or confirmed infection.
ConclusionThe COVID-19 pandemic has placed the National Health System in an extremely serious situation. Through the analysis of the results, we can observe an inefficient use of available human resources, a widespread discontent, as well as an absence of means and measures, which has had a direct impact on the number of infected professionals.
La pandemia por COVID-19 ha provocado un impacto de gran magnitud sobre los servicios de atención de salud a todos los niveles; situando, durante muchos momentos, al sistema de salud al borde del colapso1–5.
El gran número de ingresos por COVID-19 supuso una reducción muy importante de los recursos disponibles para la atención traumatológica. En la mayoría de los centros de la red pública2,6, y en menor medida en la privada, fue necesario reorganizar las áreas de hospitalización y consultas para dar asistencia a los pacientes. Esto provocó la suspensión de la cirugía programada y de las consultas, quedando los servicios de Traumatología dedicados al tratamiento de lesiones urgentes como fracturas, tumores e infecciones. Aunque se produjo una disminución clara del número de ingresos urgentes1,4,6,7, algunos de los pacientes presentaban infección confirmada o sospecha de la misma, requiriendo medidas diagnósticas y de protección que complicaban el manejo pre- y postoperatorio. Otra circunstancia importante es la considerable variabilidad geográfica de la pandemia dentro del país, con hospitales dedicados casi por completo a COVID-19 en grandes ciudades como Madrid o Barcelona mientras que en otras regiones el impacto fue limitado. Finalmente, la situación de excepción vivida provocó una situación de incertidumbre en cuanto a las medidas de actuación con los pacientes, el uso de equipos de protección y la escasez de los mismos, entre otros factores.
El objetivo del estudio fue analizar el impacto de la primera ola de la pandemia por la COVID-19 en el funcionamiento y desempeño de los servicios de Traumatología del Sistema Nacional de Salud de España y entidades privadas. Para ello, se planteó el diseñar y distribuir una encuesta anónima acerca del efecto de la pandemia en los servicios de Cirugía Ortopédica y Traumatología, incluyendo el impacto sobre las distintas áreas asistenciales y la satisfacción de los profesionales con las medidas implementadas por la administración sanitaria.
Participantes y métodosSe diseñó un estudio observacional y descriptivo mediante encuesta, formado por preguntas de formato cerrado en su mayoría; excepto la última, en la que se ofrecía expresar diferentes ideas de actuación en cuanto a futuros rebrotes u olas. Para contestar a algunas de estas preguntas se ofrecía un abanico de respuestas que podían ser mutuamente excluyentes o de respuesta múltiple (tipo Likert). Para la elección de preguntas, se realizó un análisis de los principales problemas y preocupaciones de la población diana de la encuesta.
La población seleccionada para el envío de la encuesta eran los especialistas y residentes MIR en Cirugía Ortopédica y Traumatología de todo el país.
Con el objetivo de identificar fallos en el diseño, se realizó un pretest. Tras el mismo, se realizó una valoración de la encuesta por parte del CEIC (Comité Ético de Investigación Clínica), y se llevó a cabo la difusión del formato definitivo.
Como criterio de inclusión se consideró a traumatólogos en activo y residentes en formación tanto del ámbito público como privado. Entre el 18 de mayo de 2020 y el 10 de junio de 2020 se realizó la difusión mediante diversas plataformas de Internet (vía email a diferentes Sociedades de Traumatología, enlace web a grupos de trabajo de diversas áreas de la especialidad involucrados en estudios a nivel nacional, grupos de residentes, etc.) de modo que se consiguió que todas las comunidades autónomas tuvieran posibilidad de participar. Una vez respondidas, los participantes de manera anónima enviaron los datos vía online al investigador principal.
EncuestaLa encuesta se compuso de los siguientes bloques:
El primer bloque recogía generalidades, entre las que se encontraban los años de experiencia, el tipo de centro en el que ejercían su actividad o su campo de trabajo (Ortopedia, Traumatología, Ortopedia Infantil...).
El segundo bloque se centraba en analizar el impacto de la COVID-19 en la actividad asistencial desde el inicio de la pandemia, cómo había repercutido en los quirófanos y consultas (porcentaje de anulaciones, sustitución de consultas presenciales por telefónicas), o si los especialistas habían sido requeridos para actividades ajenas a su especialidad. Unido a este bloque, el siguiente analizaba las variaciones en indicaciones quirúrgicas que había habido respecto al periodo pre-COVID-19, y qué protocolos se habían seguido para intervenir a los pacientes.
El último bloque se centraba en la satisfacción general de los profesionales en cuanto al manejo de la pandemia, utilizando la escala Likert. Además, se analizaba la formación recibida en cuanto a los elementos de protección tales como equipos de protección individual (EPI), mascarillas, gafas de protección, guantes y/o pantallas, y la disponibilidad de los mismos. En el anexo se puede consultar la encuesta en su totalidad.
Análisis estadístico de los datosLas variables fueron almacenadas en una base de datos y analizadas con el programa Stata 16.1. Se realizó un análisis estadístico descriptivo de los datos obtenidos.
ResultadosEn el periodo descrito previamente, 401 cirujanos en activo respondieron la encuesta enviada, lo que representa, aproximadamente, un 7% de los especialistas del país (en torno a 5.800 especialistas en el país en 2020)8.
En primer lugar, se analizan los resultados generales de la encuesta, donde se observa una participación en mayor o menor medida de todas las comunidades autónomas (tabla 1), y una distribución homogénea por años de experiencia laboral (tabla 2).
Frecuencia de datos por comunidad autónoma
CC.AA. | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Andalucía | 28 | 6,98 |
Aragón | 9 | 2,24 |
Asturias | 16 | 3,99 |
Baleares | 2 | 0,5 |
Canarias | 12 | 2,99 |
Cantabria | 9 | 2,24 |
Castilla y León | 31 | 7,73 |
Castilla-La Mancha | 11 | 2,74 |
Cataluña | 43 | 10,72 |
Comunidad Valenciana | 6 | 1,5 |
Extremadura | 22 | 5,49 |
Galicia | 31 | 7,73 |
La Rioja | 6 | 1,5 |
Madrid | 46 | 11,47 |
Murcia | 3 | 0,75 |
Navarra | 14 | 3,49 |
País Vasco | 112 | 27,93 |
Total | 401 | 100 |
En cuanto a la actividad asistencial, el 85,7% ha visto reducida su actividad quirúrgica entre un 50 y un 100%; el 97% ha limitado la consulta presencial a pacientes indemorables, sustituyendo el resto por telefónicas.
El 46% de los encuestados ha sido requerido para colaborar con otros servicios, teniendo los especialistas de hospitales de tercer nivel más del doble de probabilidades que el resto de centros. Además, un 43% de los encuestados cree que su aportación durante el periodo de pandemia ha resultado menor de lo que podría haber sido. Los quirófanos disponibles se han utilizado para realizar cirugías consideradas como urgentes/preferentes (fracturas, infecciones, tumores...) en el 99% de los casos.
Las comunidades en las que más se han variado las indicaciones quirúrgicas, optándose más por un tratamiento conservador que en periodos prepandemia, han sido La Rioja (100%), Madrid (76,09%) o Cataluña (67,44%). Por el contrario, ha habido comunidades en las que la variación de las indicaciones ha sido menor, como Galicia (12,9%), Extremadura (22,73%) y Andalucía (25%) (fig. 1).
Satisfacción general con la coordinación, organización y protección recibidaEn cuanto a la satisfacción con la coordinación y organización, más del 80% de los encuestados están de acuerdo con las medidas tomadas en su servicio. Aproximadamente el 60% están satisfechos con la organización en su hospital y provincia. Por último, un 30% de los traumatólogos encuestados están satisfechos con la gestión del Estado (tabla 3). En la figura 2 queda reflejada esta información por localizaciones, y en las tablas 4 y 5 se muestra una comparativa de satisfacción, a nivel de provincia y de Estado, entre comunidades.
Diferencia en la satisfacción con la coordinación de la pandemia dentro de su provincia por CC.AA
AND | ARA | AST | BAL | CNR | CTB | CYL | CLM | CAT | VAL | EXT | GAL | LRJ | MAD | MUR | NAV | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Aragón | −0,214 | |||||||||||||||
Asturias | −0,089 | 0,125 | ||||||||||||||
Baleares | 0,786 | 1 | 0,875 | |||||||||||||
Canarias | −0,381 | −0,167 | −0,292 | −1,167 | ||||||||||||
Cantabria | −0,103 | 0,111 | −0,014 | −0,889 | 0,278 | |||||||||||
Castilla y León | −0,698*** | −0,484 | −0,609* | −1,484** | −0,317 | −0,595 | ||||||||||
Castilla-La Mancha | −1,942*** | −1,727*** | −1,852*** | −2,727*** | −1,561*** | −1,838*** | −1,243*** | |||||||||
Cataluña | −0,284 | −0,07 | −0,195 | −1,07 | 0,097 | −0,181 | 0,414* | 1,658*** | ||||||||
Com, Valenciana | −0,714 | −0,5 | −0,625 | −1,5* | −0,333 | −0,611 | −0,016 | 1,227** | −0,43 | |||||||
Extremadura | −0,669** | −0,455 | −0,58* | −1,455* | −0,288 | −0,566 | 0,029 | 1,273*** | −0,385 | 0,045 | ||||||
Galicia | 0,012 | 0,226 | 0,101 | −0,774 | 0,392 | 0,115 | 0,71*** | 1,953*** | 0,296 | 0,726 | 0,68** | |||||
La Rioja | 0,452 | 0,667 | 0,542 | −0,333 | 0,833 | 0,556 | 1,151** | 2,394*** | 0,736* | 1,167** | 1,121** | 0,441 | ||||
Madrid | −1,084*** | −0,87** | −0,995*** | −1,87** | −0,703** | −0,981*** | −0,386 | 0,858** | −0,8*** | −0,37 | −0,415 | −1,095*** | −1,536*** | |||
Murcia | 0,452 | 0,667 | 0,542 | −0,333 | 0,833 | 0,556 | 1,151* | 2,394*** | 0,736 | 1,167 | 1,121* | 0,441 | 0 | 1,536** | ||
Navarra | 0,143 | 0,357 | 0,232 | −0,643 | 0,524 | 0,246 | 0,841** | 2,084*** | 0,427 | 0,857* | 0,812** | 0,131 | −0,31 | 1,227*** | −0,31 | |
País Vasco | −0,643*** | −0,429 | −0,554** | −1,429** | −0,262 | −0,54 | 0,055 | 1,299*** | −0,359** | 0,071 | 0,026 | −0,654*** | −1,095** | 0,441** | −1,095* | −0,786*** |
Anexo tablas 4 y 5: se analiza la tabla por ejes. En el eje horizontal, resultados negativos reflejan menor satisfacción en la comunidad referida en comparación con la comunidad correspondiente en cada casilla. Por el contrario, resultados positivos reflejan mayor satisfacción.
En el eje vertical ocurre lo contrario, resultados positivos reflejan menor satisfacción y negativos mayor satisfacción en comparación con la comunidad correspondiente.
Sirva como ejemplo la comunidad de Castilla-La Mancha, ya que en todas las comparaciones con el resto de comunidades muestra menor satisfacción.
Diferencia en la satisfacción con la coordinación de la pandemia en el Estado por CC.AA
AND | ARA | AST | BAL | CNR | CTB | CYL | CLM | CAT | VAL | EXT | GAL | LRJ | MAD | MUR | NAV | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Aragón | −0,258 | |||||||||||||||
Asturias | 0,152 | 0,41 | ||||||||||||||
Baleares | −0,536 | −0,278 | −0,688 | |||||||||||||
Canarias | 0,214 | 0,472 | 0,063 | 0,75 | ||||||||||||
Cantabria | −0,591 | −0,333 | −0,743* | −0,056 | −0,806* | |||||||||||
Castilla y León | −0,455* | −0,197 | −0,607** | 0,081 | −0,669** | 0,136 | ||||||||||
Castilla-La Mancha | −0,399 | −0,141 | −0,551 | 0,136 | −0,614 | 0,192 | 0,056 | |||||||||
Cataluña | 0,197 | 0,455 | 0,045 | 0,733 | −0,017 | 0,788** | 0,652*** | 0,596* | ||||||||
Com, Valenciana | −0,202 | 0,056 | −0,354 | 0,333 | −0,417 | 0,389 | 0,253 | 0,197 | −0,399 | |||||||
Extremadura | −0,308 | −0,051 | −0,46 | 0,227 | −0,523 | 0,283 | 0,147 | 0,091 | −0,505** | −0,106 | ||||||
Galicia | 0,061 | 0,319 | −0,091 | 0,597 | −0,153 | 0,652* | 0,516** | 0,46 | −0,136 | 0,263 | 0,37 | |||||
La Rioja | 0,964** | 1,222** | 0,813* | 1,5* | 0,75 | 1,556*** | 1,419*** | 1,364*** | 0,767* | 1,167** | 1,273*** | 0,903** | ||||
Madrid | −0,253 | 0,005 | −0,405 | 0,283 | −0,467 | 0,338 | 0,202 | 0,146 | −0,45** | −0,051 | 0,055 | −0,314 | −1,217*** | |||
Murcia | 1,298** | 1,556** | 1,146* | 1,833** | 1,083* | 1,889*** | 1,753*** | 1,697*** | 1,101* | 1,5** | 1,606*** | 1,237** | 0,333 | 1,551*** | ||
Navarra | −0,036 | 0,222 | −0,188 | 0,5 | −0,25 | 0,556 | 0,419 | 0,364 | −0,233 | 0,167 | 0,273 | −0,097 | −1** | 0,217 | −1,333** | |
País Vasco | 0,107 | 0,365 | −0,045 | 0,643 | −0,107 | 0,698** | 0,562*** | 0,506* | −0,09 | 0,31 | 0,416* | 0,046 | −0,857** | 0,36** | −1,19** | 0,143 |
En el eje horizontal, resultados negativos reflejan menor satisfacción en la comunidad referida en comparación con la comunidad correspondiente en cada casilla. Por el contrario, resultados positivos reflejan mayor satisfacción.
En el eje vertical ocurre lo contrario, resultados positivos reflejan menor satisfacción y negativos mayor satisfacción en comparación con la comunidad correspondiente.
A la cuestión acerca de la formación recibida sobre el uso adecuado de mascarillas y equipos de protección individuales (EPI), casi el 70% de los encuestados están poco o nada satisfechos. En cuanto a las instrucciones recibidas a la hora de tomar muestras a pacientes, un 80% de los especialistas están poco o nada satisfechos. Y a la hora de valorar la formación sobre la actuación en el área quirúrgica (circuitos específicos para el paciente y para el personal, material a utilizar...), más del 55% de los traumatólogos se muestran poco o nada satisfechos (tabla 6).
El 65% de los especialistas opinan que la disponibilidad de equipos de protección no ha sido suficiente para desempeñar su trabajo de forma segura. Por tipo de centro, el 56% de los traumatólogos de los centros privados sí han dispuesto de equipos de protección suficientes. En cambio, en los hospitales terciarios (centros con gran peso estructural y oferta completa de servicios), casi un 70% de los encuestados no han dispuesto de dichos equipos.
Al realizar un análisis por comunidades autónomas, las que más falta de medios de protección han tenido son Canarias (83%), Castilla-La Mancha (82%), Castilla y León (80%), Aragón (78%), Madrid (74%), Andalucía (71%), País Vasco (69%) y Cataluña (60%).
En el apartado de denegación de algún tipo de medida de protección (mascarillas, gafas de protección, pantallas o EPI) para tratar pacientes con infección o sospecha de infección por COVID-19, el 46% de los encuestados respondieron que sí se les había denegado, ya fuera por falta de existencias o por restricción de los recursos disponibles, destinados a servicios con mayor riesgo relativo de contagio. Cuando se analizó los resultados por tipo de centro, se observó que la negativa a estos equipos es del 20% en los centros privados y del 50% en los hospitales terciarios.
Por comunidades autónomas, a las que menos se les han denegado medidas de protección son, según la encuesta enviada, La Rioja (0%), Cantabria (0%) o la Comunidad Valenciana (17%); y por otro lado, a las que más se les ha denegado son: Baleares (100%), Castilla-La Mancha (73%), Madrid (63%) o País Vasco (60%) (tabla 7).
Por último, se observó que hasta a un 46% de los profesionales encuestados se les había denegado directamente medidas de protección para atender pacientes positivos o con sospechas francas de serlo. Esto pudo haber tenido una influencia directa, según las respuestas obtenidas de la encuesta, sobre el número de contagios en cada servicio. Como se puede observar en la tabla 8, los servicios con mayor número de positivos fueron aquellos en los que hubo más limitación de medidas de protección9,10.
DiscusiónLa pandemia COVID-19 ha supuesto un gran impacto sobre toda la población mundial, con más de 2.000.000 de víctimas mortales y más de 100 millones de afectados por el momento9. En el caso de nuestro país, las cifras son conmovedoras; con casi 3.000.000 infectados (4.° país europeo en número de infectados a fecha enero de 2021) y casi 60.000 fallecidos11. Además, el impacto sobre la sanidad ha sido dramático, con más de 250.000 ingresos hospitalarios, de los cuales más de 22.000 han precisado de atención en unidades de cuidados intensivos9. Esto ha tenido consecuencias directas sobre el sistema sanitario, casi colapsado para poder controlar la pandemia; e indirectas, ya que se han retrasado diagnósticos y tratamientos de muchas enfermedades graves debido a la pandemia.
Con esta encuesta, se ha intentado valorar el efecto que tuvo la primera ola, hasta junio del 2020, sobre la actividad laboral de los traumatólogos en España. Los datos recogidos en el segundo bloque de la encuesta confirman el impacto de la pandemia sobre la actividad asistencial. La actividad quirúrgica programada se detuvo por completo, reservándose los quirófanos disponibles únicamente para realizar cirugías urgentes/emergentes (politraumatizados, fracturas, infecciones...)1,5; situación parecida se vivió con las consultas presenciales, que pasaron a ser telefónicas en su gran mayoría.
Esto conlleva que el 85,7% de los encuestados haya visto reducida su actividad quirúrgica un 50-100%. Con estos datos, queda patente que gran parte de los traumatólogos tenían, a priori, varios días en la semana sin actividad establecida. Sin embargo, solo el 46% de los encuestados han sido requeridos para actividades fuera de su servicio y hasta un 43% siente que su labor asistencial se ha infrautilizado. Este dato adquiere importancia dado el déficit de profesionales que han sufrido otras especialidades o que se haya recurrido a la contratación de profesionales sin apenas experiencia clínica.
El hecho de que la consulta haya sido casi en su totalidad telefónica abre una nueva perspectiva a la hora de poder valorar a los pacientes de esta manera. Existen varios estudios que se hacen eco de este tipo de atención3,5,9,12,13, con una satisfacción global buena por parte tanto de los especialistas como de los pacientes. Sin embargo, a pesar de ser una medida con buenos resultados para este periodo, los pacientes no lo contemplan como válido a largo plazo1.
Otro parámetro a analizar es la modificación de los criterios quirúrgicos hacia tratamientos más conservadores que en periodos prepandemia. Destaca la diferencia entre centros de tercer nivel (60% modificó sus criterios) y el resto (menos de un 40% modificó sus criterios). La explicación más plausible es el mayor grado de ocupación en estos hospitales con pacientes graves. De esta manera la selección de pacientes quirúrgicos tenía que ser más crítica1,4,5.
En la misma línea, se observa que las comunidades que más han variado sus criterios quirúrgicos han sido aquellas más afectadas por la pandemia, como Madrid, Cataluña o La Rioja, comunidades con más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes9. Por el contrario, Galicia, Andalucía o Extremadura se han visto menos afectadas por la pandemia, y eso se ha visto reflejado en los criterios.
Sin embargo, el 50% de los encuestados plantea diferentes opciones para evitar estas variaciones en un futuro: generar circuitos de derivación de pacientes a centros privados/mutuas u hospitales de segundo nivel con menos ocupación de pacientes infectados; o derivar a pacientes a comunidades contiguas menos afectadas (fig. 1)13.
Como en cualquier encuesta, el carácter de los resultados siempre tiene un componente de subjetividad. En el caso de la pandemia, este hecho posiblemente se agrava por el impacto psicológico sobre los trabajadores sanitarios, con vivencias personales muy intensas. La encuesta refleja el sentir de los traumatólogos para con la organización a diferentes niveles, así como con la formación recibida a la hora de manejar y tratar pacientes afectados por el virus.
Todo ello se ve reflejado en la satisfacción de los profesionales con la administración del Estado, con un 70% de encuestados poco o nada satisfechos. Nuestro estudio muestra con claridad que a medida que se aumenta el nivel de responsabilidad, la satisfacción disminuye en prácticamente todas las comunidades.
Asimismo, llama la atención algunas diferencias entre comunidades autónomas. Los encuestados de Castilla-La Mancha se encuentran menos satisfechos que los participantes del resto del Estado en todos los campos (servicio, hospital, comunidad y Estado). En la misma línea, los especialistas del País Vasco, en comparación con el resto del Estado, están menos satisfechos con el manejo de la pandemia en sus hospitales. Los especialistas de la Comunidad de Madrid mostraron también una menor satisfacción con el manejo, tanto a nivel de hospitales como de comunidad, respecto a la mayoría del Estado (tablas 4 y 5). Un motivo que puede explicar este resultado es que se trata de las 3 comunidades en las que más se han denegado los equipos de protección, a la hora de tratar pacientes sospechosos o positivos de COVID-19 (tabla 7).
En cuanto a la formación sobre procedimientos clave para poder tratar a los pacientes infectados por COVID-19, los datos que arroja la encuesta son alarmantes prácticamente a todos los niveles. El hecho de que más del 70% de los encuestados no estén satisfechos con la formación en el uso de equipos de protección (mascarillas o EPI), o con la formación a la hora de recoger muestras, hace que quede patente una sensación de desamparo en los traumatólogos de todo el país (tabla 6).
Asimismo, que el 65% de los participantes en la encuesta refieran que han sufrido escasez de medios de protección, es también un dato preocupante. Además, en muchos casos fueron denegados porque se consideraba que Traumatología no era un servicio con riesgo de exposición a la infección. Y en un porcentaje no desdeñable, las únicas medidas de protección otorgadas han sido mascarillas de alta protección, y de una manera muy controlada9,13,14.
En este estudio se observan varios puntos fuertes; la proporción de respuestas en base a los años trabajados es homogénea (tabla 2), por lo que se obtiene una muy buena perspectiva de cómo se ha visto influido el trabajo de manera global en toda la especialidad. Además, es el primer estudio a nivel nacional de este tipo del que se tiene constancia, y el primero que intenta reflejar el sentir de profesionales sanitarios.
Por el contrario, nuestro estudio también presenta limitaciones importantes. La difusión de la encuesta en una época tan complicada hizo que no pudiera enviarse por las vías tradicionales y se optó por sistemas más inmediatos que permitieron analizar de manera más objetiva el sentir de los profesionales. Además, a pesar de que hay comunidades más representadas que otras, se han podido analizar los datos como se ha ido describiendo previamente. También el hecho de que la encuesta esté realizada en meses de plena pandemia hace que el carácter subjetivo de algunas respuestas pueda dar lugar a sesgos. Otro aspecto que limita el estudio es el hecho de que los especialistas encuestados no han estado tratando pacientes con COVID-19 en su gran mayoría, por lo que sería interesante ampliar este tipo de encuestas a especialidades más implicadas en el tratamiento de esta patología (Neumología, intensivistas, internistas...).
ConclusiónHasta donde llega nuestro conocimiento, se trata del primer estudio sobre el impacto de la pandemia de la COVID-19 sobre los servicios asistenciales quirúrgicos de Traumatología y Ortopedia de nuestro país. Los hallazgos responden al objetivo principal del estudio, que era plasmar el sentir de los traumatólogos españoles durante los primeros meses de pandemia. Los resultados globales advierten una infrautilización de recursos y bajos niveles de satisfacción con respecto al manejo de la misma. Además, se observa una escasez generalizada de medidas de protección, y una insuficiente formación recibida acerca del uso de estas y de la realización de otros procesos de riesgo, como la toma de muestras. Todo ello parece que determinó un descontento generalizado entre los encuestados en prácticamente todas las cuestiones formuladas.
La pandemia por COVID-19 ha situado al Sistema Nacional de Salud de España en una situación de extrema gravedad. El análisis de los errores y déficits es imprescindible para establecer mejores pautas de actuación en el futuro.
FinanciaciónNinguna.
Conflicto de interesesNinguno.