Varón de 42 años sin antecedentes personales ni tratamiento habitual; remitido a urgencias tras casi ahogamiento en una piscina de agua salada. Según testigos, la inmersión tuvo una duración de unos 30s, siendo atendido inicialmente por el socorrista del centro. Al sacarlo del agua presentaba un índice de Glasgow de 4 (O2, V1, M1), realizándose apertura de vía aérea y 2 insuflaciones tras las cuales expulsó agua, con recuperación inmediata del nivel de consciencia.
A su llegada a urgencias presentaba un Glasgow de 15, saturación aire ambiente del 97%, T 37, 3°C, estable hemodinámicamente y asintomático. La analítica general fue anodina salvo hipoxemia con pO2 de 66mmHg. La radiografía de tórax objetivó patrón intersticial alveolar bilateral centrífugo (fig. 1) y la TC infiltrados alveolares perihiliares bilaterales de predominio en lóbulos superiores (fig. 2). El paciente ingresó en la unidad de cuidados respiratorios intermedios con sueroterapia, antibioterapia profiláctica, glucocorticoides sistémicos y oxígeno mediante gafas nasales convencionales; presentando muy buena evolución y dado de alta a las 72h.
Describimos un caso de casi ahogamiento en piscina de agua salada donde es prioritaria la ventilación frente a las maniobras de compresión torácica, siendo el factor pronóstico más importante la duración de la inmersión.