Seguimos con gran interés la publicación de la serie «Revisiones sistemáticas en cinco pasos», de Khan et al.1-4. La participación del médico de atención primaria en la elaboración de revisiones sistemáticas es crucial, pues no es posible practicar una medicina de familia basada en la evidencia sin contar con síntesis de evidencia actualizadas, metodológicamente robustas y que respondan a las necesidades y demandas de la especialidad.
Es ineludible, sin embargo, tener en cuenta el contexto de los lectores a quienes se dirigen estos artículos. El médico de familia que elabora revisiones sistemáticas, aunque tecnológicamente muy capacitado, lo hace de forma paralela a su labor asistencial, como tarea individual o en equipos pequeños (obviando a menudo la revisión independiente del screening en paralelo). El volumen de información al que se enfrenta es inabarcable, y su tiempo muy limitado. Este es precisamente el perfil de revisor que más se beneficiará de la incorporación de herramientas de inteligencia artificial, como las que describimos en un artículo recientemente publicado5.
En particular, Khan et al. describen en «Cómo identificar los estudios relevantes»2 la problemática de concretar la búsqueda filtrando los resultados por diseño de estudio. En su lugar, sus lectores podrían utilizar RobotSearch6, que identifica en cuestión de segundos los ensayos clínicos aleatorizados de entre las referencias bibliográficas descargadas. RobotSearch es mucho más sensible y tan específico y fácil de utilizar como los filtros de búsqueda, permitiendo reducir notablemente la carga de los revisores sin sacrificar en rigor metodológico.
A continuación, podrían incorporar las referencias seleccionadas a Abstrackr7. Esta es una herramienta semiautomática que predice qué artículos de los restantes por inspeccionar en el screening les resultarán más relevantes, de acuerdo con las decisiones tomadas con los ya inspeccionados. Puede utilizarse para coordinar un screening en paralelo con una ronda piloto previa (para evaluar el consenso entre revisores) y, una vez analizados los títulos más significativos, que un revisor inicie la extracción de datos mientras otro finaliza el screening de los restantes.
Ambas son aplicaciones gratuitas y de código abierto, se encuentran validadas en la literatura, y se utilizan ya en revisiones de alto impacto. Otras, como SWIFT Active-Screene8 o EPPI-Reviewer, se están evaluando para actuar de segundos revisores del screening. Su utilidad es indudable, y en unos años probablemente serán de uso ubicuo, pero por ahora pocos revisores las conocen. Dado el enorme impacto que pueden tener en «proporcionar resultados válidos, precisos y útiles», dar estas herramientas a conocer es, en nuestra opinión, del máximo interés.