La fiebre del humo de los metales pesados es una enfermedad profesional causada por la inhalación de vapores de metales como son el cinc, el cobre o el magnesio. Debido a la escasa frecuencia de este síndrome, presentamos el caso de un varón de 52 años de edad con antecedentes personales de tabaquismo activo de 30 cigarros/día, con un índice paquetes-año de 25, y cuya actividad laboral estaba dedicada a la soldadura de vigas. Es remitido a consultas de neumología por cuadro recurrente de 6 meses de evolución consistente en fiebre termometrada de hasta 39°C asociada a artromialgias, disnea a mínimos esfuerzos y tos escasamente productiva, lo que motiva acudir frecuentemente al servicio de urgencias donde es diagnosticado de neumonía atípica; tras iniciarse tratamiento antibiótico y antipirético el paciente muestra una mejoría inicial presentando recurrencia del episodio al incorporarse a su actividad laboral. Las pruebas funcionales respiratorias mostraban datos de obstrucción moderada al flujo aéreo con leve caída de la difusión de CO: FEV1/FVC 51%, FEV11,46 l (56%), FVC 2,85l (86%), VR3,17l (136%), TLC 6,5l (110%) y DLCO 70%. El hemograma, perfil bioquímico completo, anticuerpos antinucleares (ANA), anticuerpos anticitoplasma de neutrófilo (ANCA), niveles de IgG, IgA, IgM y alfa-1 antitripsina se encontraban dentro de la normalidad. La determinación de antigenuria de Streptococcus pneumoniae y Legionella pneumophila, serología para Chlamydia pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae y VIH resultaron negativas. La radiografía de tórax mostraba la existencia de un tenue infiltrado pulmonar en língula que se resolvió en las visitas de control. La TACAR describía signos de enfisema centrolobulillar sin otros hallazgos relevantes. La broncofibroscopia descartó la presencia de lesiones endobronquiales y no se obtuvo aislamiento de germen en las muestras respiratorias recogidas. Con la sospecha de fiebre por humo de metal en paciente con EPOC se recomendó evitar la exposición al humo de soldadura obteniéndose una resolución completa del cuadro clínico.
La fiebre del humo de los metales es una enfermedad profesional que se origina por la inhalación del óxido de metales pesados, principalmente óxido de cinc, durante la soldadura1. La clínica más frecuente es fiebre, tos seca, mialgias, cefalea y disnea que aparece en las primeras 4-8h tras la exposición y se resuelve espontáneamente en 24-48h tras su cese2,3.
Actualmente se desconoce cuáles son los mecanismos subyacentes, aunque se ha descrito la participación de citocinas inflamatorias tales como el TNF, la IL-6, aumento de los reactantes de fase aguda como la PCR o fibrinógeno, así como la implicación de fenómenos autoinmunes y de toxicidad directa por radicales de oxígeno, que parece traducirse en el desarrollo de episodios recurrentes de neumonía intersticial descamativa y, finalmente, fibrosis pulmonar en exposiciones prolongadas4,5.
El diagnóstico de la fiebre del humo de los metales es fundamentalmente clínico basándonos en el antecedente de exposición laboral; las determinaciones de cinc en sangre y orina no muestran una clara correlación con los valores ambientales ni con la intensidad de los síntomas.
El diagnóstico diferencial debe realizarse con las infecciones respiratorias, asma bronquial, neumonitis por hipersensibilidad, síndrome tóxico por polvo orgánico, neumonitis química o neumonía organizada criptogenética. El tratamiento se basa en evitar la exposición así como en el uso de analgésicos y antipiréticos.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.