Varón de 70 años con antecedentes de psoriasis, hipertensión y diabetes, tratado con antidiabéticos e inhibidor del eje renina-angiotensina, consulta por lumbalgia derecha irradiada hasta tobillo de un mes y medio de evolución. Progresivamente se manifiesta en la extremidad contralateral, primero en cara posterior y, después, globalmente, acompañado de hipostesia en planta y dorso de pies. Acude al Centro de Atención Primaria pautándose tratamiento analgésico, sin mejoría. Ese día se administra vacuna antigripal. Tres semanas después inicia pérdida de fuerza en miembros inferiores, requiriendo bastón para caminar hasta la imposibilidad para la bipedestación, cayéndose repetidamente. Aparece dolor en extremidades superiores, paresia y leve hipostesia distal. En la exploración física el paciente estaba hemodinámicamente estable. En el balance muscular de extremidades superiores destacaban pronosupinadores vencen gravedad y opone a resistencia, pero cede bruscamente, trapecios, deltoides, bíceps, tríceps y supinadores vencen gravedad con oposición moderada. El resto fueron normales. En las extremidades inferiores encontramos sobre todo psoas afectados, extensores hallux, dorsiflexión del pie, tríceps y bíceps con mayor afectación en pierna derecha. Estiloradial abolido. Disestesias táctiles e hipostesia distal. Bipedestación imposible sin soporte. Reflejos osteomusculares abolidos. Lassegue y Bragard negativos, Se realizó una radiografía lumbosacra y caderas, que mostraba artropatía moderada. La analítica general fue normal. La resonancia magnética nuclear dorsolumbar mostraba degeneración y abombamientos discales L3-L4-L5-S1, engrosamiento de ligamento amarillo y degeneración articular interapofisaria (diámetro del canal raquídeo disminuido y señal disminuida en médula ósea). Se realizó un electromiograma que informó de neurografía sensitiva normal; motora con latencia distal alargada en nervios medianos y cruro peroneal interno derecho; enlentecimiento nervioso generalizado, sobre todo en cruroperoneales con bloqueo motor de la pierna, ausencia de ondas F en casi todos los nervios explorados, el resto alargadas y disgregadas.
Se realizó un diagnóstico diferencial con lumbociatálgia, contractura muscular, fractura vertebral, artritis psoriásica o reumatoide, hernia discal, síndromes compresivos, mieloma múltiple, espondilodiscitis y síndrome de Guillain-Barré.
Electromiográficamente confirmamos el diagnóstico de síndrome de Guillain-Barré iniciando tratamiento con inmunoglobulinas, estabilizándose la sintomatología, manteniendo tetraparesia, hipoestesia y arreflexia acentuada en extremidades inferiores. Posteriormente se trasladó a convalecencia-rehabilitación presentando mejoría lentamente progresiva. El síndrome de Guillain-Barré es una polineuropatía ascendente, desmielinizante, con afectación motora, sensitiva y arreflexia1. Más del 70% de los diagnosticados van precedidos por una infección (Epstein-Barr, Campylobacter jejuni, virus de la inmunodeficiencia humana, otros virus o micoplasma). El diagnóstico es electromiográfico. Se trata con inmunoglobulinas2. Nuestro paciente no había presentado infección previa, pero existe relación cronológica con la vacunación antigripal. Últimamente ha aumentado la implicación de la vacuna sobre los casos de Guillain-Barré3, posiblemente relacionado con el proceso infeccioso respiratorio posvacunación4. La incidencia es de entre 3-8/1.000.0005,6. Un estudio realizado demostró que los antígenos vacunales inducen la activación de anticuerpos anti-gangliósidos7 causando lesión del nervio periférico y desarrollando la enfermedad.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
FinanciaciónNo hay fuente de financiación.