El 2020 ha sido un año marcado por la extensión de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2-2019 (COVID-19), que condicionó un cierre casi global de la actividad socioeconómica mundial. En febrero de 2020 se detectó el primer caso en Andalucía. En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia y, al mismo tiempo, para evitar la propagación de la enfermedad, el Gobierno español decretó el estado de alarma y el consiguiente confinamiento domiciliario, que se prolongó hasta junio de 20201. Después de este, se han sucedido distintas olas pandémicas que nos han afectado de diferente forma según provincias y comarcas tanto en Andalucía como en España2,3. El modelo de acceso y prestación de la asistencia sanitaria cambió de forma brusca, afectando en especial a la atención primaria (AP), donde el clásico arquetipo presencial era el más utilizado. Dicho patrón ha sido sustituido por un proceso mixto en el que las herramientas de telemedicina han desempeñado un papel determinante4.
Ya existen publicaciones que analizan las consecuencias de las medidas de aislamiento social y de los cambios en la asistencia, pero aún están centradas mayoritariamente en el periodo de alarma5,6. En ellas se describe, entre otras, tanto una caída de la determinación de HbA1c en pacientes con diabetes mellitus (DM)5 como una disminución de la incidencia de DM (39%) o de enfermedad renal crónica (43%)7.
Nuestro objetivo ha sido analizar el impacto de las distintas oleadas pandémicas en la actividad asistencial de la AP en personas mayores de 45 años de nuestra área sanitaria mediante la evaluación de los análisis clínicos solicitados y realizados.
Se desarrolló un estudio de cohorte longitudinal retrospectivo, aprobado por el CEI de Cádiz, sobre el volumen de análisis clínicos solicitados y realizados desde los 5centros de salud del Área Sanitaria Campo de Gibraltar Este (AGS) entre enero de 2019 y septiembre de 2021. Se evaluaron 2parámetros de uso común: la tasa de filtrado glomerular (TFG) estimada por CKD-EPI (chronic kidney disease epidemiology equation), fundamental para valorar la función renal en todo tipo de pacientes, y la glucohemoglobina A1c (HbA1c), utilizada para el diagnóstico o control de las personas con DM. Se seleccionó la población mayor de 45 años por centrarse en ella la mayor parte de la enfermedad crónica. Se evaluaron las tasas de personas con HbA1c>8% y de aquellas con una TFG<60ml/min/1,72 m2.
En 2019, se determinaron 29.738 TFG y 11.510 HbA1c para 22.700 personas (58% mujeres) que suponían el 46% de la población del AGS (51% en mujeres) y de las que 5.445 (24%) presentaban DM (50% mujeres). En 2020, las cifras descendieron a 21.877 TFG y 9.662 HbA1c para 17.600 personas (59% mujeres), el 36% de la población (41% en mujer) y el 25% con DM (35% mujer). En 2021 (solo en 9meses), aumentó a 21.060 TFG y 9.322 HbA1c para 18.800 personas (59% mujeres), el 38% de la población (43% en mujeres) y el 20% con DM (51% mujeres).
Los valores de HbA1c>8% se encontraron en el 11,4; 10,3 y 10,4%, respectivamente para cada año analizado, mientras que los valores de la TFG<60ml/min/1,72 m2 lo fueron en el 14,3; 15,3 y 14,2%, respectivamente.
Se trata del primer trabajo que intenta evaluar el impacto de la pandemia de COVID-19 en la atención prestada desde AP durante 18meses de pandemia y podemos concluir que, salvo en un primer momento de zozobra, los equipos de AP han mantenido una actividad similar, e incluso superior, en muchos momentos a la prepandemia.
El volumen de pruebas estudiadas mostró 3patrones muy diferenciados en el efecto sobre la actividad asistencial durante la pandemia (fig. 1): a) en el primero se aprecia una importante disminución, un corto periodo de zozobra, coincidente con la primera ola y con el estado de confinamiento, seguido de una recuperación casi completa durante el verano; b) el segundo fue un periodo intermedio de subidas y bajadas con relación inversa a la afectación local de las distintas olas, que culminó con una importante disminución durante los meses de invierno de 2021, descenso de menor repercusión que el producido durante el periodo de confinamiento y debido a la enorme repercusión que tuvo la cuarta ola en nuestra provincia; y c) un postrero periodo de recuperación prolongada, casi sin afectación por la quinta ni la sexta olas, que delata un aumento del volumen de peticiones que supera ampliamente al del periodo «normal» de 2019, aunque el porcentaje de la población atendida todavía seguía siendo menor.
A) Casos de COVID-19 confirmados PDIA en la provincia de Cádiz y en el AGS Campo de Gibraltar según fecha de diagnóstico (agrupados por semanas). B) Cociente, expresado en porcentaje, del volumen mensual de pruebas de la tasa filtrado glomerular estimado por CKD-EPI (TFG; línea continua) y de la glucohemoglobina A1c (HbA1c; línea punteada) realizadas en 2020 y 2021 en relación con las realizadas en 2019 en el laboratorio de análisis clínicos del AGS-CGE.
Fuente: tomado de Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía2.
Considerando las limitaciones propias de la valoración de unas variables subrogadas, se puede constatar que en 2020 se realizaron menos análisis a menos personas que en 2019, mientras que en 2021 aumentaron las determinaciones a una parte menor de la población que en 2019. En ningún periodo analizado se ha apreciado cese de la actividad asistencial. Los valores obtenidos en ambas pruebas no nos hacen pensar que la pandemia haya producido un empeoramiento clínico en los pacientes con DM o un aumento de las personas con enfermedad renal crónica en nuestra AGS, aunque esta primera aproximación precisará de un estudio mucho más pormenorizado.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no existe ningún conflicto de intereses en la redacción de este trabajo.