La enfermedad hemorroidal (EH) es un problema de salud pública en nuestras consultas y en la calidad de vida de los pacientes. Por ello es necesario analizar las actuaciones en el manejo de la EH de los profesionales sanitarios en España.
Material y métodosEstudio observacional, descriptivo y transversal con recogida de datos por medio de una encuesta de 28 preguntas a través de un formulario Google®. Se recibieron 240 encuestas. Las variables cuantitativas se representaron con medias y desviación estándar, y las cualitativas, con porcentajes.
ResultadosAnalizadas 240 encuestas. El 65% fueron mujeres con una edad media de 48±12años, el 93% de los profesionales tenían 21-30años de experiencia asistencial, siendo médicos de familia en más del 70%. El 59% consideraban que la EH es una enfermedad que se diagnostica de forma adecuada en atención primaria, con un impacto negativo en lo que se refería al seguimiento durante la pandemia COVID-19, ya que el 90% consideraban que no fue adecuado. El 42% de los participantes no conocían la clasificación Goligher, el 20% la conocían y la utilizaban en su práctica. El tratamiento más comúnmente prescrito ha consistido en la combinación de corticoides tópicos, laxantes formadores de bolo, flebotónicos o fármacos venoactivos, junto con la implementación de medidas no farmacológicas (12,1%), siendo la diosmina/hesperidina el venoactivo más prescrito (63%). El 39,6% afirmaban que la EH es infratratada. El 89% de los galenos reconocían no utilizar ningún algoritmo o protocolo para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la EH en su práctica, así como afirmaban que no se les formaba en sus centros de trabajo. El 75% de los médicos opinaban que una de las principales limitaciones que dificultaban el seguimiento de la enfermedad era la falta de tiempo en la consulta.
ConclusionesAproximadamente 3 de cada 5 profesionales consideran que realizan un abordaje adecuado de la EH, y solo 1 de cada 5 encuestados reconoce que conoce y utiliza en su práctica clínica la clasificación de Goligher, afirmando 2 de cada 5 que se trata de una enfermedad infratratada en atención primaria. La prescripción en la EH es heterogénea, con múltiples combinaciones. La gran mayoría no utilizan ningún protocolo para el abordaje de la enfermedad. La encuesta pone de manifiesto las necesidades de formación de nuestros profesionales en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la EH para que nuestros pacientes reciban una asistencia sanitaria con la mayor calidad posible.
Hemorrhoidal disease (HD) is a public health problem in our clinics and in the quality of life of patients, therefore it is necessary to analyze the actions in the management of HD by healthcare professionals in Spain.
Material and methodsObservational, descriptive and cross-sectional study with data collection through a 28-question survey using a Google® form. 240 surveys were received. Quantitative variables were represented with means and standard deviation and qualitative variables with percentages.
ResultsTwo hundred and forty surveys were analyzed. Sixty-five percent of respondents were women, with a mean age of 48±12years. Ninety-three percent of the professionals had 21-30years of clinical experience, with more than 70% being family physicians. Fifty-nine percent considered that HD is adequately diagnosed in primary care, but there was a negative impact on follow-up during the COVID-19 pandemic, as 90% considered it inadequate. Forty-two percent of participants were not familiar with the Goligher classification, while 20% knew it and used it in their practice. The most commonly prescribed combination was the use of topical corticosteroids, bulk-forming laxatives, phlebotonics or venoactive drugs, and non-pharmacological measures (12.1%), with diosmin/hesperidin being the most prescribed venoactive agent (63%). Thirty-nine point six percent stated that HD is undertreated. Eighty-nine percent of physicians acknowledged not using any algorithm or protocol for the diagnosis, treatment, and follow-up of HD in their practice, and 89% stated that they were not trained in their workplaces. Seventy-five percent of doctors believed that one of the main limitations hindering the follow-up of the disease was the lack of time during consultations.
ConclusionsApproximately 3 out of 5 professionals believe they adequately manage HD, and only 1 out of 5 respondents acknowledge knowing and using the Goligher classification in their clinical practice. Furthermore, 2 out of 5 assert that HD is undertreated in primary care. The prescription patterns for HD are heterogeneous, involving multiple combinations. The vast majority of professionals do not follow any established protocol for managing the disease. The survey highlights the need for training our professionals in the diagnosis, treatment, and follow-up of HD to ensure that our patients receive the highest possible quality of healthcare.
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