Pese a ser una de las entidades dermatológicas mas frecuentes en la práctica clínica diaria, las queratosis seborreicas pueden presentarse de forma inusual, simulando otros procesos cutáneos. Con motivo de ello, presentamos el caso de una mujer de 86 años hipertensa, diabética, con enfermedad renal crónica de grado III, sin antecedentes dermatológicos de interés, remitida por un cuadro de un mes de evolución consistente en lesiones pruriginosas bilaterales en los pliegues axilares, submamarios e inguinales.
Había sido tratada hasta en 2 ocasiones en el servicio de urgencias con antifúngicos tópicos y orales ante la sospecha de intertrigo candidiásico, sin mejoría. A la exploración física se objetivaron, en las áreas referidas, múltiples pápulas eritematosas verrucosas, de superficie queratósica y aspecto cerebriforme, clínica y dermatoscópicamente sugestivas de queratosis seborreicas irritadas (fig. 1), acompañadas de un discreto eritema circundante semejante al producido en el «fenómeno de Meyerson»1 (fig. 2), que ocurre en algunos nevus melanocíticos y otras lesiones cutáneas2. Tras el diagnóstico y de cara a descartar la aparición súbita paraneoplásica que acompaña a algunos adenocarcinomas, entre otros procesos, se interrogó a la paciente y familia acerca de la aparición de las lesiones, y confirmaron la aparición progresiva en los últimos 20 años. No había recibido tratamientos sistémicos recientes diferentes a los habituales, ni se había aplicado productos con potencial irritante. No presentaba síndrome constitucional.
Tras el diagnóstico, se estableció tratamiento sintomático con mometasona tópica en crema (1mg/g), una vez al día durante 20 días, junto con hidroxicina (25mg por vía oral) por la noche: se produjo un alivio de la sintomatología y mejoría progresiva del cuadro.
La irritación súbita de múltiples queratosis seborreicas (con o sin eritema circundante) es un proceso infrecuente, pero descrito en la literatura en relación con diferentes estímulos, como la quimioterapia e inmunoterapia sistémica3, la aplicación de parches de estrógenos, de productos irritantes e incluso formas idiopáticas. Dado el aspecto de las lesiones, puede ser fácilmente confundido con otras causas de intertrigo, como, por ejemplo, el irritativo, las toxicodermias de tipo SDRIFE4 (exantema intertriginoso flexural y simétrico) e infecciones bacterianas o fúngicas. Además, en caso de aparecer de forma súbita en un paciente sin lesiones previas (lo que se conoce como signo de Leser-Trélat), es mandatorio realizar un despistaje de neoplasias, pues se ha vinculado, entre otros, a la presencia de adenocarcinomas5, especialmente de la esfera ginecológica y digestiva. La aparición súbita de múltiples queratosis seborreicas también ha sido descrita acompañando a procesos de eritrodermia por otra causa (psoriasis, ptiriasis rubra pilaris, dermatitis atópica, linfomas cutáneos, etc.) y en pacientes con VIH6.
El tratamiento del cuadro es sintomático en la fase aguda, generalmente a base de corticoides tópicos y antihistamínicos orales con efecto sedativo. En casos recurrentes y con pocas lesiones, una vez pasada la fase aguda se puede recurrir al tratamiento con cirugía, láser o crioterapia, entre otros.
Responsabilidades éticasLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes, y han solicitado los permisos correspondientes.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido financiación para su publicación.
Conflicto de interesesNinguno.
Contribución de los autoresTodos los autores han contribuido a esta publicación, bien sea en su redacción o en su revisión.