Presentamos el caso de un varón de 69 años que acude al Servicio de Urgencias de nuestro centro por episodios de dolor torácico.
Refiere presentar desde hace una semana opresión precordial de leves-moderados esfuerzos asociada a disnea, que cede a los pocos minutos con el reposo, habiendo presentado un episodio más prolongado e intenso el día antes de la consulta.
Como antecedentes médicos relevantes presenta hipercolesterolemia en tratamiento con simvastatina, y reflujo gastroesofágico en tratamiento con omeprazol, sin antecedentes cardiológicos. La exploración física resulta anodina. En las pruebas complementarias destaca una mínima elevación de troponina I de 0,17ng/ml (límite superior 0,05ng/ml), y la presencia de unas ondas T negativas y simétricas en precordiales V2-V5 del electrocardiograma (fig. 1), que posteriormente se comprobó que no presentaba en un preoperatorio del año anterior.
Se inicia tratamiento del síndrome coronario agudo ante la sospecha de una lesión crítica a nivel proximal en la arteria descendente anterior, y se solicita coronariografía, en la que se confirma la sospecha diagnóstica. Se realiza ACTP más implante de stent, siendo dado de alta a los pocos días.
El síndrome de Wellens fue descrito a comienzos de la década de los 80 cuando se observó que un subgrupo de pacientes hospitalizados por angina inestable presentaban alteraciones electrocardiográficas características de la onda T en derivaciones precordiales, y evolucionaban, si no se llevaba a cabo una coronariografía y revascularización precoz, a infartos anteriores extensos. Además este no es un patrón atípico, ya que el 14-18% de los pacientes ingresados por angina inestable, según diferentes series, presentan estas alteraciones1,2.
La sensibilidad de la inversión de la onda T en derivaciones precordiales en pacientes ingresados por angina inestable ha sido descrita como del 69%, con una especificidad del 85% y un valor predictivo positivo del 89% para una lesión significativa en la arteria descendente anterior3.
El síndrome de Wellens se define por la presencia de episodios de dolor torácico, alteraciones de la onda T en derivaciones precordiales, ausencia o mínima elevación de marcadores de daño miocárdico, ausencia de ondas Q patológicas y la correcta progresión de la onda R en derivaciones precordiales, junto con ausencia o mínima elevación del segmento ST (<1mm).
Existen 2 patrones electrocardiográficos que aparecen característicamente en los periodos de ausencia de dolor torácico. El primero y más frecuente es el tipo 1 (76%), que se presenta con unas ondas T negativas y profundas en al menos las derivaciones precordiales V2-V3, mientras que el tipo 2, menos frecuente, se caracteriza por la presencia de ondas T isodifásicas.
Debido a la gran cantidad de miocardio en riesgo, el reconocimiento de este patrón por los médicos de Atención Primaria y los del Servicio de Urgencias es vital. Gracias a esto se pueden llevar a cabo estrategias de revascularización precoz y prevenir grandes infartos en estos pacientes, evitando el uso de pruebas de detección de isquemia4–6.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.