La prevalencia de la diabetes aumenta con la edad. En España, casi un tercio de las personas mayores de 75 años presenta esta patología y el diagnóstico es desconocido en el 10% de los casos. El abordaje en este grupo etario está condicionado por la coexistencia de comorbilidades y síndromes geriátricos, así como por la polifarmacia a la que suelen estar sometidos estos pacientes. Todas las guías de práctica clínica recomiendan que el objetivo de control sea individualizado en función de factores como el tiempo de evolución de la enfermedad, la presencia de complicaciones, el estado funcional, la expectativa de vida y el entorno del paciente, entre otros. El planteamiento terapéutico, en términos generales, no difiere del recomendado en población más joven: multifactorial, considerando cambios de estilo de vida y control de la hiperglucemia y resto de factores de riesgo cardiovascular. La hipoglucemia, más frecuente y grave en este grupo etario, es la principal limitación.
Las recomendaciones terapéuticas en los ancianos con diabetes están basadas en la opinión de expertos, ya que los ensayos clínicos suelen excluir a este tipo de pacientes, por lo que se utilizará el juicio clínico para optimizar el tratamiento antidiabético en el que primarán las acciones encaminadas a evitar los síntomas de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Los inhibidores de la DPP-4 pueden ser utilizados por su bajo riesgo de hipoglucemias y seguridad. Se debe realizar una evaluación del estado funcional y cognitivo antes de iniciar cualquier medida terapéutica, valorando la relación riesgo/ beneficio de esta.
The prevalence of diabetes increases with age. In Spain, almost a third of persons older than 75 years have diabetes, and 10% of cases are undiagnosed. The approach in this age group is influenced by the coexistence of comorbidities and geriatric syndromes, as well as by the polypharmacy found in these patients. All the clinical practice guidelines recommend that glycemic control be individually tailored according to such factors as disease duration, the presence of complications, functional status, life expectancy, and the patient's environment, among other elements. In general, the therapeutic approach in older persons does not differ from that recommended in the younger population: it should be multifactorial, considering lifestyle modifications and control of hyperglycemia and the remaining cardiovascular risk factors. The main limitation is hypoglycemia, which is the most common and severe factor in this age group.
Therapeutic recommendations in elderly persons with diabetes are based on expert opinion, since these patients are usually excluded from clinical trials. Consequently, clinical judgment is required to optimize the treatment of diabetes, with an emphasis on interventions to prevent symptoms and improve quality of life. DPP-4 inhibitors can be used, due to their low risk of hypoglycemias and safety. Before any treatment is started, its risk/benefit ratio should be evaluated, along with the patient's functional and cognitive status.