La miastenia gravis se asocia a timomas en el 10% de los casos, aproximadamente, y la cirugía se recomienda salvo edad avanzada o mal estado general del paciente. La regresión espontánea de los tumores del timo es rara. En la revisión de la literatura hemos encontrado 9 casos1–5, 7 de ellos en Japón y casi todas mujeres. Solo una de los pacientes tenía también una miastenia gravis2.
Una paciente de 55 años fue diagnosticada de miastenia gravis generalizada (tipo IIb de Osserman) con anticuerpos antirreceptor acetilcolina en el rango diagnóstico. En la TAC del tórax de octubre del 2010 se visualizó una masa homogénea en el mediastino anterior izquierdo de 111×58×167mm, sin signos infiltrativos (fig. 1) y con pequeñas adenopatías paratraqueales inferiores, y otra en ventana aortopulmonar, compatible con timoma. Se inició tratamiento con piridostigmina 60mg/8h y prednisona a dosis de 60mg/día para ir disminuyendo la dosis al mes siguiente. Planteamos la intervención quirúrgica del tumor, pero la paciente rechazó cualquier tipo de cirugía. Con el tratamiento médico conseguimos la estabilización clínica, pero al suspender los corticoides, la paciente recayó. Con la prednisona se estabilizó de nuevo y comenzamos con azatioprina 150mg/día, lo que permitió la retirada de la prednisona. Con el paso del tiempo la evolución fue favorable, con fatigabilidad ligera pero la paciente era autónoma para las actividades de la vida diaria. Un año después de la primera TAC, se realizó la misma exploración y pudimos comprobar que la masa se había reducido de tamaño de forma significativa. Un año después del inicio de la azatioprina ya no hubo más recaídas y la mejoría fue progresiva hasta encontrarse prácticamente asintomática. Una TAC de control realizada muy recientemente puso de manifiesto la total desaparición de la masa (fig. 2).
No se conoce la probabilidad real de regresión espontánea de los timomas puesto que la mayoría se operan. El mecanismo por el que se produce la mejoría es desconocido. En nuestra paciente, la evolución positiva de los síntomas ha sido paralela a la disminución y desaparición del tumor. Solo en uno de los 9 casos comunicados se produjo una desaparición total del tumor4, practicándose timectomía en el resto. Es posible que la monitorización radiológica sea una alternativa a la cirugía en determinados casos.
Aunque en nuestra paciente no disponemos de histopatología, no deja de ser un hecho sorprendente que una masa de ese tamaño haya desaparecido espontáneamente.