Hemos leído con interés el artículo de Martínez et al.1 sobre la frecuencia de los síntomas no motores en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). La presencia de estos síntomas y su relativamente alta prevalencia es un hecho cada vez más reconocido y que puede ser importante para el pronóstico y tratamiento de estos pacientes2. Sin embargo, entre los síntomas recogidos, los autores encuentran una frecuencia sorprendentemente baja de «problemas urinarios» (2%). Desconocemos a qué tipo de «problemas urinarios» se refieren los autores, pero en un estudio previo3 encontramos que el 43,6% de pacientes de ELA de nuestra serie presentaban síntomas de tracto urinario inferior definidos según cuestionarios estandarizados, mientras que un 26,3% presentaban incontinencia urinaria de urgencia, una prevalencia muy similar a la reportada por estudios previos4,5. Dichos síntomas eran, en la mayoría de pacientes, tanto de llenado como de vaciado y eran atribuibles a una disinergia vesicoesfinteriana3. Es más, demostramos que, si bien los síntomas urinarios eran algo más frecuentes en varones, su aparición no dependía de la edad ni de las características clínicas o subtipo de enfermedad de motoneurona6. Además, la presencia de síntomas urinarios parecía asociarse a un peor pronóstico6. Nuestros estudios venían a desmentir la extendida creencia (entre profesionales y pacientes) de que los síntomas urinarios son atípicos en la ELA y secundarios a la pérdida de movilidad7. Preguntar activamente, mediante cuestionarios validados, por síntomas urinarios de llenado, vaciado e incontinencia es importante en la práctica clínica en pacientes de ELA porque estos síntomas pueden impactar negativamente en la calidad de vida3 y son potencialmente tratables.
FinanciaciónJFVC está financiado por un contrato Río Hortega (PI 17/00137) del Instituto de Salud Carlos III.
Conflicto de interesesNinguno.