La tendinitis aguda calcificada del tendón largo del cuello (tendinitis longus colli o tendinitis retrofaríngea) es un proceso inflamatorio aséptico que se caracteriza por dolor y rigidez cervical, disfagia con o sin odinofagia.
Presentamos el caso de un paciente con disartria y disfagia súbitas en el que se sospechó la etiología neurovascular como primera posibilidad.
Desde el servicio de urgencias se avisa al neurólogo de guardia para valorar a un paciente que consulta por disartria, disfagia súbita y dolor cervical, ante la sospecha de disección de la arteria vertebral. Se trata de un varón de 60 años, fumador, con antecedentes médicos de hipertensión, dislipidemia e hipotiroidismo primario, que consulta por dolor laterocervical izquierdo que se acompaña de disfagia y odinofagia para sólidos y líquidos, así como voz engolada y disartria, desde el despertar.
El paciente no refiere traumatismos, niega alteración visual, pérdida de fuerza o alteración sensitiva. En días previos niega fiebre, disnea, no sialorrea, no infección de vías respiratorias altas, no antecedentes de ingesta de cuerpo extraño o espina de pescado.
A su llegada, el paciente se encuentra normotenso, eupneico. En la exploración neurológica presenta leve disartria y leve rigidez de nuca, con dolor intenso a la movilización cervical. No presenta afectación de pares craneales bajos (IX, X, XI, XII). En la exploración otorrinolaringológica mediante nasofibrolaringoscopia llama la atención un discreto abombamiento de pared faríngea posterolateral izquierda. La laringe es eritematosa, las cuerdas vocales son lisas y móviles, no objetivándose masas.
Se realizó una TC de cuello con contraste intravenoso que mostró una colección en el espacio prevertebral, sin realce periférico asociado, que se extiende desde C2 a C5, asociado a calcificación en su porción más craneal, siendo estos hallazgos compatibles con tendinitis del tendón largo del cuello (figs. 1 y 2).
Iniciamos tratamiento médico con antiinflamatorios, corticoides, reposo relativo y calor local. El paciente presentó mejoría sintomatológica notable en horas, en cuanto a dolor y disfagia, así como resolución completa del cuadro clínico en 5 días.
La tendinitis aguda calcificada del tendón largo del cuello fue descrita por primera vez por Hartley en el año 19641. Esta entidad cursa con dolor y rigidez cervical, disfagia, odinofagia, entre otros síntomas. Puede acompañase de una elevación de marcadores inflamatorios, como la proteína C reactiva (PCR) o la velocidad de sedimentación globular (VSG), así como de leucocitosis leve y febrícula.
La fisiopatología no es bien conocida, aunque se han identificado algunos desencadenantes previos, como traumas recientes e infecciones respiratorias víricas previas2–4.
Las pruebas de imagen juegan un papel fundamental, especialmente la TC cervical, que muestra un tendón calcificado típicamente a nivel retrofaríngeo C1-C2, asociado a edema prevertebral de partes blandas5.
El conocimiento de esta entidad infrecuente e infradiagnosticada es crucial para el neurólogo y el otorrinolaringólogo en el servicio de urgencias, ya que en su diagnóstico diferencial se engloban algunas urgencias neurológicas graves como las meningitis, las hernias discales, la disección de la arteria vertebral o la espondilodiscitis, así como algunas enfermedades susceptibles de tratamiento quirúrgico como los abscesos retrofaríngeos6.
El curso clínico es benigno, y el tratamiento se basa en el reposo relativo, el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), junto con opioides y corticoesteroides en los casos más refractarios. Los síntomas se suelen resolver entre 1-3 semanas de forma completa.
A la Dra. María Machío por su asesoramiento metodológico y a la Dra. Blanca Mateos por el asesoramiento clínico.