Hemos leído con gran interés el reciente artículo publicado por Martínez-Lapiscina et al «Crisis epiléptica y lipoma del cuerpo calloso: causa o hallazgo»1. Como los autores ponen de manifiesto, «los lipomas intracraneales pueden ser causa de crisis epilépticas y el correcto diagnóstico tiene implicaciones pronósticas y terapéuticas».
Hace algunos años publicamos un caso de lipoma del cuerpo calloso en un varón de 42 años que falleció súbitamente por broncoaspiración alimentaria como consecuencia de una crisis epiléptica mientras estaba cenando. El estudio neuropatológico puso de manifiesto dos lipomas curvilíneos situados en la parte superior de la rodilla del cuerpo calloso (2,5 x 0,7cm y 1,5 x 0,5cm, respectivamente), constituidos por tejido adiposo maduro y muy bien vascularizados, no asociados a anomalías en el desarrollo del cuerpo calloso2.
Llama la atención que nuestro paciente había presentado dos crisis epilépticas previas, a los 28 y 40 años, por lo que se le practicó electroencefalograma, tomografía computarizada y resonancia magnética que evidenciaron «grasa en el cerebro», según refirió la familia ya que no tuvimos acceso a la historia clínica. El paciente no recibía tratamiento anticomicial al considerar que no existía indicación clínica. Este extremo fue confirmado por la negatividad del análisis químico-toxicológico realizado.
Recientemente, hemos tenido otro caso de lipoma de cuerpo calloso como hallazgo incidental en la autopsia de una mujer de 41 años fallecida súbitamente por patología digestiva. Se trataba de un lipoma túbulo-nodular de 2 x 4cm, de localización interhermisférica, situado en la parte anterior del cuerpo calloso, no asociado a disgenesias de éste ni a otras anomalías de la migración neuronal (fig. 1). La paciente no había presentado crisis epilépticas, pero presentaba antecedentes de cefalea y leve retraso psicomotor. Por otro lado, la facies era algo tosca con prominencia frontal e implantación baja de las orejas lo que sugiere algún defecto en el desarrollo de la línea media, como han puesto de manifiesto otros autores3-5.
Los lipomas intracraneales son malformaciones congénitas infrecuentes que representan solo el 0,03-0,08% de todas las masas intracraneales2,3. En los últimos 6 años y medio, hemos practicado en nuestro servicio un total de 6.011 autopsias judiciales y tan solo hemos encontrado los dos casos expuestos de lipomas del cuerpo calloso, lo que representa una incidencia del 0,03%.
Coincidimos completamente con la opinión expresada por los autores al señalar que los lipomas intracraneales pueden ser causa de crisis epilépticas, por lo que debe considerarse la mayor prevalencia de lipomas en la población epiléptica. Por otro lado, el tratamiento anticomicial puede ser necesario en estos casos, sobre todo en los pacientes sintomáticos.
Finalmente, consideramos que, además de diagnosticar la causa de la muerte, el patólogo forense tiene la obligación de explicar los mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad, las posibles etiologías y los factores de riesgo implicados en ella. Esta es la filosofía que tratamos de aplicar en nuestro trabajo diario.