Alternaria es un género amplio y complejo que incluye cientos de especies. Fue descrito inicialmente por Nees en 1816 como un complejo monotípico con la especie Alternaria tenuis. Desde 1832 hasta la fecha, ha sufrido variados cambios taxonómicos, especialmente con los géneros estrechamente relacionados de Stemphylium y Ulocladium3.
Tiene una distribución mundial, crece como saprófito en el suelo y en una variedad de otros sustratos orgánicos. Algunas especies, como Alternaria arborescens o Alternaria alternata, se asocian principalmente a enfermedades de plantas3. En humanos se las ha vinculado con casos de neumonía por hipersensibilidad, descompensación de asma bronquial, sinusitis y rinitis alérgica. También pueden causar infecciones invasoras de los senos paranasales, de los pulmones y de otros órganos en pacientes con inmunocompromiso, como los que padecen leucemia mieloide aguda o los trasplantados de médula y de órganos sólidos2,4.
La especie Alternaria botrytis fue descrita en 1851 por Preuss como Ulocladium botrytis; sin embargo, en 2013, Woudenberg et al.6, basados en distintos estudios polifásicos, la incorporaron al género Alternaria6. Tiene distribución cosmopolita y rara vez ha sido aislada de muestras clínicas; en esos casos se trató principalmente de individuos con onicomicosis o rinosinusitis no invasora1,5.
Estudio micológico. En los tejidos humanos se pueden observar hifas septadas ramificadas; con la tinción de Masson-Fontana la pared se tiñe oscura, al igual que la mayoría de los hongos dematiáceos (fig. 1). Esta diferenciación no se puede realizar con otras tinciones, como PAS o Gomori-Grocott (fig. 2), ya que tiñen de igual forma a dematiáceos y a hongos hialinos.
Características macroscópicas. Colonias en agar papa zanahoria (APZ) que crecen rápidamente, de textura lanosa, con color desde oliváceo oscuro hasta negro.
Características microscópicas. Los conidióforos son erectos, cortos, ramificados dicotómicamente, geniculados, de hasta 50×4,5μm de largo y ancho, algo hinchados cerca de los ápices, subhialinos o pálidos, con conidios en los nodos. Los conidios son únicos, rara vez se presentan en cadenas muy cortas, obovoidales o elipsoidales, frecuentemente con un pequeño hilum. Son de color oliváceo oscuro a negro, verrugosos, de 19-25×7-12μm de largo y ancho, con septos transversales, oblicuos y longitudinales (fig. 3).
Identificación molecular. Se utiliza la amplificación de las regiones SSU, LSU, RPB2, ITS, GAPDH y TEF16.
Tratamiento. Se basa principalmente en el aseo quirúrgico de la región comprometida. El uso de antifúngicos como voriconazol o posaconazol ha demostrado eficacia en infecciones invasoras, sin embargo, se recomienda realizar pruebas de sensibilidad por microdilución para determinar la CIM3.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.