La levo transposición de los grandes vasos es una infrecuente forma de cardiopatía congénita (el 0,2% de los nacidos con cardiopatías congénitas), caracterizada por una discordancia aurículo-ventricular y ventrículo-arterial. Si se presenta aislada se trata de una anomalía fisiológicamente corregida, no siendo cianógena, ya que la sangre sistémica desoxigenada llega a la circulación pulmonar y la oxigenada fluye a la sistémica. Los pacientes pueden llevar una vida normal hasta la edad adulta.
Valoramos por alteraciones electrocardiográficas inespecíficas (fig. 1) a una mujer de 41 años de edad, sin antecedentes conocidos y con buena clase funcional. El ecocardiograma hizo sospechar una levo transposición de los grandes vasos. Se le realizó resonancia cardiaca en la que reconocemos el ventrículo anatómicamente izquierdo por su morfología cónica (fig. 2–VI), en él drena la aurícula derecha, que recibe el retorno venoso sistémico. Dicho ventrículo presenta unos espesores parietales disminuidos, ya que genera presiones de la circulación pulmonar, y está desplazado por la gran masa del ventrículo sistémico. Se visualiza con detalle un ventrículo anatómicamente derecho (fig. 3–VD) que cumple con los requerimientos sistémicos a expensas de la hipertrofia. A él, a través de la válvula tricúspide, drena la aurícula izquierda, que recibe las venas pulmonares (fig. 2 - flechas). Se observa el componente muscular del infundíbulo que soporta la válvula aórtica, lo cual es usual en esta patología (fig. 3 - flecha].
La historia natural es que en la cuarta década de la vida el ventrículo sistémico empiece a claudicar, dado que nuestra paciente permanece asintomática, continuaremos con revisiones y de ser necesario, se planteará para trasplante, ya que en adultos es la mejor alternativa que disponemos.
Conflicto de interesesTodos los autores declaran que no existe ningún conflicto de interés.