metricas
covid
Buscar en
Revista Colombiana de Reumatología
Toda la web
Inicio Revista Colombiana de Reumatología La piel como reflejo de una enfermedad polimorfa: Sarcoidosis. Reporte de un cas...
Información de la revista
Vol. 30. Núm. 3.
Páginas 270-276 (julio - septiembre 2023)
Visitas
5310
Vol. 30. Núm. 3.
Páginas 270-276 (julio - septiembre 2023)
Informe de caso
Acceso a texto completo
La piel como reflejo de una enfermedad polimorfa: Sarcoidosis. Reporte de un caso
The skin as a reflection of a polymorphous disease: Sarcoidosis. Case report
Visitas
5310
Cristina Vélez Arroyavea,
Autor para correspondencia
cristinaveleza@gmail.com

Autor para correspondencia.
, Andrés Chavarriaga Restrepob, Luis Fernando Pinto Peñarandac, Andrés Felipe Echeverri Garcíac, Javier Darío Márquez Hernándezc, Susana Chiquito Garcíad
a Departamento de Dermatología, Facultad de Medicina, Universidad CES, Medellín, Colombia
b Departamento de Reumatología, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia
c Departamento de Reumatología, Hospital Pablo Tobón Uribe, Medellín, Colombia
d Servicio de Dermatología, Clínica CES, Universidad CES, Medellín, Colombia
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (4)
Mostrar másMostrar menos
Tablas (2)
Tabla 1. Otras variantes menos frecuentes de la sarcoidosis cutánea
Tabla 2. Opciones de tratamiento sistémico para la sarcoidosis cutánea
Mostrar másMostrar menos
Resumen

La sarcoidosis es una enfermedad granulomatosa que puede afectar diferentes órganos, entre ellos, la piel; las manifestaciones cutáneas son muy diversas. Su diagnóstico es un reto porque la presentación es polimorfa y se necesita la correlación con la histología. Es importante reconocer las lesiones en la piel, pues muchas veces son la primera manifestación de un compromiso sistémico; además, es un sitio accesible para la toma de biopsia. Se presenta un caso novedoso de sarcoidosis subcutánea, una manifestación muchas veces subdiagnosticada y que rara vez aparece en miembros inferiores. También se describen otras manifestaciones de la sarcoidosis cutánea y su tratamiento.

Palabras clave:
Sarcoidosis cutánea
Sarcoidosis subcutánea
Manifestaciones extrapulmonares de sarcoidosis
Granuloma sarcoidal
Tratamiento
Abstract

Sarcoidosis is a granulomatous disease that can affect the skin; the cutaneous manifestations are very diverse. Diagnosis of the disease is challenging because its presentation is polymorphous and therefore it is necessary to make a correlation with its histology. It is important to recognize skin lesions, as they are often the first manifestation of systemic disease, and they are also accessible for taking a biopsy. We present a novel case of subcutaneous sarcoidosis, that is often underdiagnosed and rarely appears in the lower limbs. The different manifestations of cutaneous sarcoidosis and their treatment are also described.

Keywords:
Cutaneous sarcoidosis
Subcutaneous sarcoidosis
Extrapulmonary manifestations of sarcoidosis
Sarcoidal granuloma
Treatment
Texto completo
Caso clínico

Paciente masculino de 38 años que consultó por cuadro clínico de dos meses de evolución, consistente en visión borrosa asociada a ojo rojo bilateral persistente, cefalea pulsátil con intensidad de 6/10 en la escala análoga del dolor y artralgias en tobillos y muñecas de predominio matinal, sin rigidez matutina. Además, refería aparición de «masas dolorosas» en ambos miembros inferiores. Negaba fiebre, pérdida de peso, sudoración nocturna, síntomas respiratorios, gastrointestinales o urinarios.

Ingresó a hospitalización por el Servicio de Oftalmología con diagnóstico de panuveítis y papilitis bilateral. Al examen físico presentaba nódulos subcutáneos dolorosos a la palpación en ambos miembros inferiores, sin cambios epidérmicos que sugirieran eritema nodoso (fig. 1). Para caracterizar mejor las lesiones, se realizó ecografía de tejidos blandos (fig. 2). Se observaba, además, crecimiento asimétrico de las glándulas parótidas, siendo más prominente la izquierda. Los estudios paraclínicos mostraron hipercalciuria de 448 mg en 24 h, con normocalcemia en 8,76 mg/dL. La tomografía de tórax mostró adenopatías paratraqueales, mediastinales e hiliares bilaterales (fig. 3). En la biopsia de piel se observaron múltiples granulomas sarcoidales a nivel subcutáneo (fig. 4). Se estableció el diagnóstico de una sarcoidosis subcutánea con manifestaciones sistémicas y se inició manejo con prednisona a 1 mg/kg/día, con lo que tuvo resolución completa de lesiones en piel.

Figura 1.

Presencia de nódulos subcutáneos de aproximadamente 1,5 a 2 cm, levemente dolorosos, cauchosos, mal definidos y adheridos a planos profundos, sin signos inflamatorios ni cambios epidérmicos. Se dibujaron las lesiones para delimitar su ubicación.

(0.09MB).
Figura 2.

Ecografía de tejidos blandos que muestra aumento de grosor y estriación del tejido celular subcutáneo con discretas zonas hiperecoicas mal definidas.

(0.08MB).
Figura 3.

Tomografía axial computarizada de tórax que muestra adenopatías paratraqueales, mediastinales e hiliares en ambos campos pulmonares. Micronódulos en lóbulos e inferiores de ambos pulmones.

(0.09MB).
Figura 4.

Biopsia de piel y tejido celular subcutáneo en la que se observan múltiples granulomas de tipo sarcoidal a nivel de dermis profunda, componente septal y parte del lobulillar del panículo adiposo. No se observa necrosis ni vasculitis.

(0.21MB).
Introducción e historia

Las primeras descripciones de sarcoidosis cutánea fueron reportadas al final del siglo XIX por Sir Jonathan Hutchinson y Ernest Besnier. Caesar Peter Møller Boeck fue el primero en describir la histopatología, la cual se caracteriza por granulomas no caseificantes en ausencia de microorganismos1. En 1950, Sven Löfgren reportó una manifestación aguda de sarcoidosis que no correspondía a una lesión granulomatosa, llamada eritema nodoso, asociada además con adenopatías hiliares bilaterales, fiebre y poliartralgias, conocida en la actualidad como síndrome de Löfgren2.

Las manifestaciones cutáneas de la sarcoidosis pueden clasificarse como lesiones específicas, cuando presentan los granulomas característicos con necrosis sin caseificación, y como no específicas cuando presentan una histología diferente3. Las lesiones específicas de la piel se presentan en un 9 a 37% de los pacientes con esta entidad, son la segunda manifestación más frecuente, luego de las pulmonares3,4, y se presentan con la misma frecuencia en ambos sexos. Las lesiones crónicas son más comunes en pacientes afroamericanos5,6.

Hasta el 80% de los pacientes con sarcoidosis sistémica presenta manifestaciones en la piel antes del diagnóstico, y en un 30% de los casos tales manifestaciones representan el síntoma más temprano7,8. Se requiere la demostración de granulomas en tejidos mediante biopsias para establecer el diagnóstico. Una biopsia de piel con granulomas no caseificantes a veces obvia la necesidad de biopsias más invasivas de otros órganos, si la clínica y la radiología son típicas de sarcoidosis9. En la histología se encuentran, además, agregados de histiocitos epitelioides, células gigantes y macrófagos maduros rodeados de infiltrados de linfocitos CD4+, y en menor medida, CD8+10,11.

El diagnóstico diferencial histológico incluye otros trastornos granulomatosos, como la tuberculosis, micobacterias atípicas, infecciones micóticas, reacción a cuerpo extraño, nódulos reumatoideos y leishmaniasis. Y el hallazgo de cuerpo extraño no excluye el diagnóstico de sarcoidosis12,13.

Debido a que la sarcoidosis en la piel se manifiesta con una clínica tan variable y polimorfa, esta enfermedad se conoce también como la gran imitadora14. Se presenta un caso novedoso de sarcoidosis subcutánea, pues se trata de una manifestación muchas veces subdiagnosticada, y rara vez aparece en miembros inferiores, donde se suele confundir con el eritema nodoso. A continuación, aprovechando el caso, se describen las lesiones específicas y no específicas de la sarcoidosis cutánea.

Lesiones específicasLesiones maculopapulares

Es la manifestación más común, son lesiones infiltradas con cambios epidérmicos mínimos, eritematosas o de color marrón a púrpura y miden menos de 1 cm. Con menor frecuencia se presentan como lesiones normocrómicas o amarillentas15. Tienen una distribución diseminada y se localizan predominantemente en párpados, región periorbitaria, surco nasolabial, cuero cabelludo, cuello, tronco, glúteos, extremidades o incluso mucosas4. A veces, las lesiones son transitorias, pero pueden crecer y formar placas más grandes15.

Se asocian con formas agudas de la enfermedad como eritema nodoso, uveítis, adenopatías y crecimiento parotídeo. La sarcoidosis papular de las rodillas, recientemente descrita, se asocia con eritema nodoso16.

En el diagnóstico diferencial se deben incluir otras lesiones maculopapulares que aparezcan en la cara como xantelasmas, acné, rosácea, lupus, siringomas, liquen plano, granuloma anular y adenoma sebáceo17.

Nódulos subcutáneos

La frecuencia de esta presentación se encuentra entre 1,4 y 16%, y muchas veces se subdiagnostica. Esta variante también se conoce como enfermedad de Darier-Roussy, y es más común en mujeres de edad media18.

Se presenta como nódulos subcutáneos de 0,5 a 2 cm, de consistencia firme, móviles y no inflamatorios. Pueden encontrarse entre uno y 100 nódulos, los cuales, además, pueden estar agrupados. No hay cambios epidérmicos, por lo cual la piel luce normal. Aparecen en la dermis o en el tejido celular subcutáneo de las extremidades o el tronco. Generalmente se localizan en los antebrazos y es poco frecuente que se presenten en los miembros inferiores, como en el caso que se describe. Son poco dolorosos, en contraste con el eritema nodoso19.

Con frecuencia, aparecen al inicio de la enfermedad, en conjunto con otras manifestaciones sistémicas, o incluso como primera manifestación, y pueden persistir por largo tiempo20.

Se deben diferenciar de la tuberculosis cutánea, de las micosis profundas, de las metástasis cutáneas, de los quistes epidérmicos, de los lipomas, de los nódulos reumatoideos y del eritema indurado21,22.

Sarcoidosis en cicatrices

La infiltración de cicatrices antiguas es un hallazgo característico de la sarcoidosis. Las cicatrices toman un aspecto eritematoso o purpúrico y se palpan induradas, por lo que se pueden confundir con una cicatriz hipertrófica o queloide3.

Puede predecir la enfermedad sistémica y relacionarse con la actividad. En la fase aguda puede seguir al eritema nodoso, mientras que en la crónica se asocia con compromiso mediastinal, pulmonar, uveítis y quistes óseos23. Sin embargo, otros autores consideran que este tipo de sarcoidosis, cuando se presenta de manera aislada, constituye un proceso benigno y de buen pronóstico24. La infiltración granulomatosa de tatuajes antiguos o en sitios de material extraño se ha descrito como una variante de la sarcoidosis23.

Placas

La presentación en placas tiene una frecuencia similar a la de las pápulas. Son únicas o múltiples, redondas u ovaladas, marrones a rojas, mayores de 5 mm y son más gruesas e induradas que las pápulas. Se localizan en las extremidades, en la cara, en el cuero cabelludo, en la espalda y en los glúteos25. Pueden tener una configuración anular y a veces cursan con cicatriz. Suelen ser persistentes y se asocian con formas crónicas de la enfermedad pulmonar, esplenomegalia y uveítis26. En el diagnóstico diferencial se deben considerar otras enfermedades que cursen con placas generalizadas o lesiones de configuración anular, como la psoriasis, el liquen plano, el lupus discoide, el granuloma anular, la necrobiosis lipoídica, la micosis fungoide, el sarcoma de Kaposi, la sífilis secundaria, la morfea, la lepra y la leishmaniasis26.

Lupus pernio

Es la lesión cutánea más característica de la sarcoidosis. Se encuentra más en mujeres negras con sarcoidosis crónica. A veces tienen telangiectasias prominentes y una descamación con aspecto arrosariado27.

Se presenta como una placa o nódulos fibróticos rojos o violáceos, indurados, que afectan la nariz, las mejillas, los lóbulos de las orejas, los labios y la frente. Menos comúnmente aparecen en manos y pies, pero puede haber lesiones líticas con distrofia de la falange4. En la nariz podría llegar a causar ulceración del tabique. Puede coexistir con otras lesiones de sarcoidosis como la variante en placas28. Se asocia a fibrosis pulmonar, uveítis crónica y quistes óseos. Tiene un curso prolongado y se asocia con enfermedad crónica con requerimiento de esteroides29. Es importante recalcar que no todas las lesiones de sarcoidosis ubicadas en la nariz serán lupus pernio30.

Se debe diferenciar del lupus eritematoso, del lupus vulgar, del infiltrado linfocítico, de la rinofima, de la sífilis terciaria y de la granulomatosis con poliangitis cuando destruye el tabique nasal31.

Lesiones menos frecuentesSarcoidosis angiolupoide

Es una variante de sarcoidosis en placas con gran componente de telangiectasias. Aparece en mujeres y afecta la nariz, la cara central, las orejas o el cuero cabelludo. Se puede confundir con rosácea o con un carcinoma basocelular de gran tamaño32.

Sarcoidosis hipopigmentada

Se manifiesta como máculas hipopigmentadas, bien definidas, redondas u ovaladas en las extremidades, generalmente en pacientes de fototipos altos. El diagnóstico diferencial se puede establecer con otras lesiones hipopigmentadas como lepra, hipopigmentación postinflamatoria, hipomelanosis guttata idiopática, pitiriasis y liquenoide crónica. En estos casos es difícil encontrar granulomas en la biopsia33.

Sarcoidosis liquenoide

Es más común en niños y aparece como máculas y pápulas de 1 a 3 mm, planas o en forma de domo y son normocrómicas. Se localizan en el tronco, las extremidades o la cara34. El diagnóstico diferencial se hace con otras dermatosis liquenoides como el liquen plano, el liquen nitidus, las erupciones liquenoides y el lupus eritematoso35. Se describen otras variantes más raras, las cuales se presentan en la tabla 1.

Tabla 1.

Otras variantes menos frecuentes de la sarcoidosis cutánea

Variante  Descripción  Datos 
Psoriasiforme  Se presenta como la psoriasis con placas eritematosas y descamativas36  Podrían coexistir ambas patologías 
Verrucosa  Placas exofíticas, hiperqueratósicas o discretamente papilomatosas y normocrómicas, localizadas en extremidades inferiores37  Común en raza negra 
Ictiosiforme  Escamas gruesas, de color gris, adherentes y poligonales adyacentes en extremidades inferiores38  Raza negraMuy relacionado con sarcoidosis sistémica 
Eritrodérmica  Inicia con placas eritematosas, marrones o amarillas que se extienden hasta causar descamación generalizada39  Asociada con síntomas sistémicos de sarcoidosis 
Lesiones morfeiformes  Placas atróficas induradas, a veces siguen un patrón linear40  Frecuente en mujeres de raza negra 
Oral  Agrandamiento progresivo y lento de la membrana mucosa oral con pápulas, edema, úlceras o gingivitis41  Infrecuente 
Alopecia  Puede ser de tipo cicatricial o no cicatricial con taponamiento folicular42  Frecuente en mujeres de raza negraAsociada con otros signos de sarcoidosis, principalmente en la cara 
Sarcoidosis en uñas  Hemorragias en astilla, opacidad de la lámina ungueal, pitting, pliegues transversales, onicólisis, hiperqueratosis subungular, uñas en vidrio de reloj, paroniquia, pterigion, traquioniquia, distrofia por infiltración granulomatosa43  Puede acompañarse de afectación de la falange y manifestarse como dactilitis 
Genital  Pápulas, placas o nódulos semitraslúcidos, rojizos o color marrón, asociados con edema escrotal44  Pocos casos reportados 
Pronóstico

El pronóstico depende de la extensión, la gravedad y el compromiso sistémico. Las lesiones maculopapulares, los nódulos subcutáneos y la sarcoidosis en cicatrices suelen ser transitorios, resuelven espontáneamente o siguen el curso de la enfermedad sistémica21. Las placas y el lupus pernio tienen un curso más crónico y se asocian con enfermedad pulmonar grave y compromiso extratorácico14,29.

Tratamiento

Algunas de las lesiones en piel son transitorias y no requieren tratamiento, a no ser que sean clínicamente desfigurantes, sintomáticas o ulcerativas. En los casos de enfermedad localizada, se pueden usar los esteroides tópicos o intralesionales45,46. En caso de afectar sitios que tengan más riesgo de atrofia cutánea, como la cara y las áreas intertriginosas, se pueden usar esteroides de baja potencia combinados con inhibidores tópicos de la calcineurina47.

En caso de que las lesiones progresen rápidamente o sean desfigurantes, se debe iniciar manejo con esteroides orales a dosis de 0,5 mg/kg/día de prednisona e ir ajustando la dosis según la respuesta48. En ocasiones, el lupus pernio puede requerir esteroides por vía oral49. Para el compromiso extenso, donde el uso de agentes tópicos sería poco práctico, o en casos de lesiones refractarias, existen múltiples opciones de tratamiento sistémico que se resumen en la tabla 2.

Tabla 2.

Opciones de tratamiento sistémico para la sarcoidosis cutánea

Medicamento  Dosis  Comentario 
Cloroquina  250-500 mg  Propiedades inmunomoduladorasEsperar al menos cuatro semanas para el inicio de la respuesta terapéutica50 
Hidroxicloroquina  200-400 mg  Propiedades inmunomoduladorasEsperar al menos cuatro semanas para el inicio de la respuesta terapéutica50 
Metotrexate  10-15 mg/semana  Como ahorrador de esteroide, inhibe la formación de granulomas51 
Minociclina  100 mg cada 12 h  Pueden inhibir la formación de granulomas y tener efecto antibacteriano52 
Talidomida  100 mg cada 24 h  Inhibe citocinas involucradas en la formación del granuloma53 
Infliximab  3-5 mg/kg en semanas 0, 2, 6 y luego cada cuatro a seis semanas  En enfermedad multiórgano recalcitrante a otros manejos54 
Adalimumab  80-160 mg inicialmente, luego 40 mg semana 1 y continuar 40 mg cada semana  También es efectivo en enfermedad extracutánea55 
Lesiones no específicas

Las manifestaciones inespecíficas de la sarcoidosis son aquellas que no cursan con granulomas en la biopsia, pero no por esto son menos comunes3.

Eritema nodoso

Es la forma más común de manifestaciones no específicas. Corresponde a una paniculitis septal sin vasculitis, que se manifiesta con nódulos subcutáneos dolorosos y eritematosos de 1-6 cm. Presenta una distribución simétrica bilateral en las extremidades inferiores, en la región pretibial, los tobillos, los muslos o incluso los antebrazos. Resuelve en una a seis semanas y evoluciona como equimosis25. Cuando se acompaña de linfadenopatía hilar bilateral y artralgias, se denomina síndrome de Löfgren. Ocurre más en mujeres caucásicas, en temporadas de invierno y primavera2. Las poliartralgias se localizan en rodillas y tobillos, estos últimos con inflamación periarticular muy prominente. Cuando se presenta sin eritema nodoso, se puede considerar variante del síndrome de Löfgren y se encuentra más en hombres56. Pueden encontrarse síntomas constitucionales como fatiga, malestar general, fiebre, uveítis anterior y parálisis facial periférica que acompañan a la tríada clásica2.

Tratamiento y pronóstico

Para el eritema nodoso se debe garantizar el reposo, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), yoduro de potasio o curso corto de esteroide57. Para el síndrome de Löfgren, los AINE y la colchicina pueden ser suficientes, pero en casos más graves puede requerirse el uso de esteroides orales. Generalmente, este síndrome es de buen pronóstico y puede tener una remisión espontánea en uno o dos años2.

Otras manifestaciones no específicas

Otras manifestaciones cutáneas de sarcoidosis que no se presentan con granulomas en la biopsia son los dedos hipocráticos, el síndrome de Sweet, el pioderma gangrenoso, el eritema multiforme y el prúrigo.

Conclusiones

La sarcoidosis es una enfermedad granulomatosa que tiene una presentación muy variada cuando afecta la piel. El hecho de encontrar granulomas no caseificantes apoya el diagnóstico de sarcoidosis en el contexto clínico adecuado, sin embargo, se debe recordar que existen lesiones no específicas que presentarán una histología diferente. Se presentó el caso de un paciente con sarcoidosis subcutánea, en el que la biopsia de piel fue de gran ayuda para establecer el diagnóstico. Existen varios tratamientos efectivos para la sarcoidosis cutánea y estos pacientes deben ser evaluados para descartar enfermedad sistémica, pues muchas veces es la piel el primer reflejo de un proceso multiorgánico.

Financiación

Este trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.

Consideraciones éticas

La autora informa que obtuvo todos los consentimientos requeridos por la legislación vigente para la publicación de cualquier dato personal o imágenes de pacientes, sujetos de investigación u otras personas que aparecen en los materiales enviados. Ha conservado una copia escrita de todos los consentimientos y, en caso de que lo solicite, acepta proporcionar las copias o pruebas de que de dichos consentimientos han sido obtenidos. Además certifica que el trabajo cumple con la normativa vigente en investigación bioética.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía
[1]
N. Danbolt.
The historical aspects of sarcoidosis.
Postgrad Med J., 34 (1958), pp. 245-247
[2]
F. Brown, P. Modi, L.S. Tanner.
Lofgren syndrome.
StatPearls [Internet], (2020),
[3]
H. Yanardağ, O.N. Pamuk, T. Karayel.
Cutaneous involvement in sarcoidosis: analysis of the features in 170 patients.
Respir Med., 97 (2003), pp. 978-982
[4]
M. Sanchez, A. Haimovic, S. Prystowsky.
Sarcoidosis.
Dermatol Clin., 33 (2015), pp. 389-416
[5]
G.E. Westney, M.A. Judson.
Racial and ethnic disparities in sarcoidosis: from genetics to socioeconomics.
Clin Chest Med., 27 (2006), pp. 453-462
[6]
M. Mirsaeidi, R.F. Machado, D. Schraufnagel, N.J. Sweiss, R.P. Baughman.
Racial difference in sarcoidosis mortality in the United States.
Chest., 147 (2015), pp. 438-449
[7]
A. Eklund, G. Rizzato.
Skin manifestations in sarcoidosis.
Sarcoidosis [Internet], pp. 150-163
[8]
E.A. Sheffield.
Pathology of sarcoidosis.
Clin Chest Med., 18 (1997), pp. 741-754
[9]
E. Batres, M. Klima, J. Tschen.
Transepithelial elimination in cutaneous sarcoidosis.
J Cutan Pathol., 9 (1982), pp. 50-54
[10]
N.J. Ball, G.T. Kho, M. Martinka.
The histologic spectrum of cutaneous sarcoidosis: a study of twenty-eight cases.
J Cutan Pathol., 31 (2004), pp. 160-168
[11]
C. Mangas, M.T. Fernández-Figueras, E. Fité, N. Fernández-Chico, M. Sàbat, C. Ferrándiz.
Clinical spectrum and histological analysis of 32 cases of specific cutaneous sarcoidosis.
J Cutan Pathol., 33 (2006), pp. 772-777
[12]
J.P. Callen.
The presence of foreign bodies does not exclude the diagnosis of sarcoidosis.
Arch Dermatol., 137 (2001), pp. 485-486
[13]
J. Marcoval, J. Mañá, A. Moreno, I. Gallego, Y. Fortuño, J. Peyrí.
Foreign bodies in granulomatous cutaneous lesions of patients with systemic sarcoidosis.
Arch Dermatol., 137 (2001), pp. 427-430
[14]
F. Zapata-González, L.A. Vásquez-Ochoa, J.E. Arroyave-Sierra, M.I. Arredondo-Ossa, V. Molina-Vélez, D.Y. Del Río-Cobaleda.
Sarcoidosis cutánea.
CES Med., 28 (2014), pp. 293-306
[15]
M.I. García Briz, S. Santos Alarcón, F.C. Benavente Villegas, L.M. Moneva Léniz, C. Sanchis Sánchez, A. Mateu Puchades.
Las mil y una caras de la sarcoidosis.
Piel., 32 (2017), pp. 323-329
[16]
J. Marcoval, J. Mañá.
Papular sarcoidosis of the knees. A frequent form of presentation of systemic sarcoidosis.
Sarcoidosis Vasc Diffuse Lung Dis., 33 (2016), pp. 59-65
[17]
Y.W. Fong, O.P. Sharma.
Pruritic maculopapular skin lesions in sarcoidosis. An unusual clinical presentation.
Arch Dermatol., 111 (1975), pp. 362-364
[18]
I. Ahmed, S.R. Harshad.
Subcutaneous sarcoidosis: is it a specific subset of cutaneous sarcoidosis frequently associated with systemic disease?.
J Am Acad Dermatol., 54 (2006), pp. 55-60
[19]
C. Dalle Vedove, C. Colato, G. Girolomoni.
Subcutaneous sarcoidosis: report of two cases and review of the literature.
Clin Rheumatol., 30 (2011), pp. 1123-1128
[20]
T. Meyer-Gonzalez, J.A. Suarez-Perez, N. Lopez-Navarro, A. Hidalgo, E. Herrera-Ceballos.
Subcutaneous sarcoidosis: A predictor of systemic disease?.
Eur J Intern Med., 22 (2011), pp. e162-e163
[21]
E. Dybiec, A. Pietrzak, J. Bartosińska, R. Kieszko, J. Kanitakis.
Ultrasound findings in cutaneous sarcoidosis: report of a case.
Postepy Dermatol Alergol., 1 (2015), pp. 51-55
[22]
A. Evangelisto, V. Werth, H.R. Schumacher.
What is that nodule? A diagnostic approach to evaluating subcutaneous and cutaneous nodules.
J Clin Rheumatol., 12 (2006), pp. 230-240
[23]
D.D. Antonovich, J.P. Callen.
Development of sarcoidosis in cosmetic tattoos.
Arch Dermatol., 141 (2005), pp. 869-872
[24]
J.S. Sorabjee, R. Garje.
Reactivation of old scars: inevitably sarcoid.
Postgrad Med J., 81 (2005), pp. 60-61
[25]
R. Katta.
Cutaneous sarcoidosis: a dermatologic masquerader.
Am Fam Physician., 65 (2002), pp. 1581-1584
[26]
S. Lodha, M. Sanchez, S. Prystowsky.
Sarcoidosis of the skin: a review for the pulmonologist.
Chest., 136 (2009), pp. 583-596
[27]
M.A. Spiteri, F. Matthey, T. Gordon, L.S. Carstairs, D.G. James.
Lupus pernio: a clinico-radiological study of thirty-five cases.
Br J Dermatol., 112 (1985), pp. 315-322
[28]
A. Haimovic, M. Sanchez, M.A. Judson, S. Prystowsky.
Sarcoidosis: a comprehensive review and update for the dermatologist: part I. Cutaneous disease.
J Am Acad Dermatol., 66 (2012), pp. 699.e1-18
[29]
J. Marcoval, J. Mañá, M. Rubio.
Specific cutaneous lesions in patients with systemic sarcoidosis: relationship to severity and chronicity of disease.
Clin Exp Dermatol., 36 (2011), pp. 739-744
[30]
J.L. Jorizzo, J.A. Koufman, J.N. Thompson, W.L. White, G.G. Shar, D.J. Schreiner.
Sarcoidosis of the upper respiratory tract in patients with nasal rim lesions: a pilot study.
J Am Acad Dermatol., 22 (1990), pp. 439-443
[31]
R.R. MacGregor.
Cutaneous tuberculosis.
Clin Dermatol., 13 (1995), pp. 245-255
[32]
S. Arias-Santiago, S.A. Santiago, M.A. Fernández-Pugnaire, J. Aneiros-Fernández, C.S. Falcón, J.L. Callejas-Rubio, et al.
Recurrent telangiectasias on the cheek: angiolupoid sarcoidosis.
Am J Med., 123 (2010), pp. e7-e8
[33]
M.L. Elgart.
Cutaneous sarcoidosis: definitions and types of lesions.
Clin Dermatol., 4 (1986), pp. 35-45
[34]
A. Nishizawa, K. Igawa, H. Teraki, H. Yokozeki.
Diffuse disseminated lichenoid-type cutaneous sarcoidosis mimicking erythroderma.
Int J Dermatol., 53 (2014), pp. e369-e370
[35]
H. Okamoto, T. Horio, T. Izumi.
Micropapular sarcoidosis simulating lichen nitidus.
Dermatologica., 170 (1985), pp. 253-255
[36]
K.A. Wanat, A. Schaffer, V. Richardson, A. VanVoorhees, M. Rosenbach.
Sarcoidosis and psoriasis: a case series and review of the literature exploring co-incidence vs coincidence.
JAMA Dermatol., 149 (2013), pp. 848-852
[37]
L.A. Glass, P. Apisarnthanarax.
Verrucous sarcoidosis simulating hypertrophic lichen planus.
Int J Dermatol., 28 (1989), pp. 539-541
[38]
J.C. Cather, P.R. Cohen.
Ichthyosiform sarcoidosis.
J Am Acad Dermatol., 40 (1999), pp. 862-865
[39]
K.E. Greer, L.E. Harman, A.L. Kayne.
Unusual cutaneous manifestations of sarcoidosis.
South Med J., 70 (1977), pp. 666-668
[40]
S.C. Choi, H.J. Kim, C.R. Kim, J.Y. Byun, D.Y. Lee, J.H. Lee, et al.
A case of morpheaform sarcoidosis.
Ann Dermatol., 22 (2010), pp. 316-318
[41]
L. Suresh, L. Radfar.
Oral sarcoidosis: a review of literature.
[42]
R. Katta, B. Nelson, D. Chen, H. Roenigk.
Sarcoidosis of the scalp: a case series and review of the literature.
J Am Acad Dermatol., 42 (2000), pp. 690-692
[43]
N.H. Cox, D.J. Gawkrodger.
Nail dystrophy in chronic sarcoidosis.
Br J Dermatol., 118 (1988), pp. 697-701
[44]
F.M. Tatnall, H.M. Barnes, I. Sarkany.
Sarcoidosis of the vulva.
Clin Exp Dermatol., 10 (1985), pp. 384-385
[45]
G. Russo, L.E. Millikan.
Cutaneous sarcoidosis: diagnosis and treatment.
Compr Ther., 20 (1994), pp. 418-421
[46]
R.D. Wise.
Clinical resolution of facial cutaneous sarcoidosis with systemic colchicine and a topical corticosteroid ointment.
Compr Ther., 34 (2008), pp. 105-110
[47]
C.M. Green.
Topical tacrolimus for the treatment of cutaneous sarcoidosis.
Clin Exp Dermatol., 32 (2007), pp. 457-458
[48]
C. Badgwell, T. Rosen.
Cutaneous sarcoidosis therapy updated.
J Am Acad Dermatol., 56 (2007), pp. 69-83
[49]
Statement on sarcoidosis. Joint Statement of the American Thoracic Society (ATS), the European Respiratory Society (ERS), the World Association of Sarcoidosis, Other Granulomatous Disorders (WASOG) adopted by the ATS Board of Directors, by the ERS Executive Committee, February 1999. Am J Respir Crit Care Med. 1999;160:736–55, https://doi.org/10.1164/ajrccm.160.2.ats4-99
[50]
S. Kalia, J.P. Dutz.
New concepts in antimalarial use and mode of action in dermatology.
Dermatol Ther., 20 (2007), pp. 160-174
[51]
G.F. Webster, L.K. Razsi, M. Sanchez, J.L. Shupack.
Weekly low-dose methotrexate therapy for cutaneous sarcoidosis.
J Am Acad Dermatol., 24 (1991), pp. 451-454
[52]
G.F. Webster, S.M. Toso, L. Hegemann.
Inhibition of a model of in vitro granuloma formation by tetracyclines and ciprofloxacin. Involvement of protein kinase C.
Arch Dermatol., 130 (1994), pp. 748-752
[53]
S.J. Oliver, T. Kikuchi, J.G. Krueger, G. Kaplan.
Thalidomide induces granuloma differentiation in sarcoid skin lesions associated with disease improvement.
Clin Immunol., 102 (2002), pp. 225-236
[54]
R.P. Baughman, M. Drent, M. Kavuru, M.A. Judson, U. Costabel, R. du Bois, et al.
Infliximab therapy in patients with chronic sarcoidosis and pulmonary involvement.
Am J Respir Crit Care Med., 174 (2006), pp. 795-802
[55]
K.A. Wanat, M. Rosenbach.
Case series demonstrating improvement in chronic cutaneous sarcoidosis following treatment with TNF inhibitors.
Arch Dermatol., 148 (2012), pp. 1097-1100
[56]
J. Grunewald, A. Eklund.
Sex-specific manifestations of Löfgren's syndrome.
Am J Respir Crit Care Med., 175 (2007), pp. 40-44
[57]
R.A. Schwartz, S.J. Nervi.
Erythema nodosum: a sign of systemic disease.
Am Fam Physician., 75 (2007), pp. 695-700
Copyright © 2021. Asociación Colombiana de Reumatología
Descargar PDF
Opciones de artículo