Se presenta el caso de una paciente de 80 años con antecedente de demencia tipo Alzheimer con GDS 4, independiente para las actividades básicas de la vida diaria y parcialmente dependiente para actividades instrumentales de la vida diaria (no era capaz de realizar correctamente el tratamiento ni manejar su economía), que ingresa en la Unidad de Geriatría de Agudos (UGA). Seis semanas antes del ingreso, había acudido a urgencias por fiebre elevada sin otra sintomatología asociada. Se realizaron 2 hemocultivos seriados que fueron positivos para Clostridium subterminale por lo que recibió tratamiento con metronidazol según antibiograma con desaparición de la fiebre. Posteriormente ingresó en la UGA por reaparición de la fiebre 3 semanas después de haber completado el tratamiento antibiótico. No presentaba sintomatología asociada a la fiebre. En la exploración física presentaba un estado general deteriorado y fiebre de 38,9°C sin otras alteraciones. En la valoración geriátrica destacaba un gran deterioro de la capacidad funcional con dependencia para las actividades básicas de la vida diaria excepto alimentación. La analítica únicamente mostró una alteración de la nutrición (albúmina 2,7g/dl y colesterol 135mg/dl) y anemia ferropénica (hemoglobina 9,1g/dl, VCM78,9fl, HCM 25,3pg y hemoglobina reticulocitaria 19,7pg). La radiografía de tórax y la ecografía abdominal no mostraban alteraciones. Los hemocultivos seriados fueron positivos para Clostridium clostridiiforme. Los diagnósticos iniciales fueron bacteriemia espontánea por Clostridium y anemia ferropénica. Se realizó una colonoscopia que mostró una tumoración ulcerada y necrótica en ciego con afectación de válvula ileocecal. La anatomía patológica mostró un adenocarcinoma poco diferenciado. Tras descartar enfermedad metastásica fue valorada por el Comité de Tumores Gastrointestinales y se decidió realizar tratamiento quirúrgico con intención curativa. Se realizó una hemicolectomía derecha con anastomosis término-terminal.
DiscusiónEl género Clostridium está formado por más de 150 especies de bacilos grampositivos, anaerobios, formadores de endosporas. Algunas especies como Clostridium perfringens, Clostridium tetani y Clostridium botulinum son altamente patógenas y nunca forman parte de la flora normal del ser humano. Las otras especies raramente están implicadas en enfermedades humanas, están ampliamente distribuidas en el entorno, generalmente en el suelo, y pueden formar parte de la flora intestinal y vaginal del ser humano y animales. A pesar de su escaso potencial patógeno, algunas enfermedades humanas pueden ser causadas por Clostridium bien por infección directa o mediada por toxinas.
Las infecciones por Clostridium generalmente se producen por cepas colonizadoras o saprofíticas. Habitualmente producen infecciones localizadas pero también pueden ser causantes de infecciones diseminadas si el huésped presenta alteraciones en los mecanismos de defensa. La alteración en los mecanismos de defensa puede ser debida a cirugía, traumatismos, diabetes, tratamiento con quimioterapia o radioterapia o por perforación intestinal debido a neoplasias. Las enfermedades derivadas abarcan desde infecciones moderadas de piel y tejidos blandos hasta enfermedades graves con alta morbimortalidad como infecciones intraabdominales, pleuropulmonares o del sistema nervioso central, fascitis necrosante y mionecrosis1–5.
El gnénero Clostridium son una causa frecuente de bacteriemia, se aíslan en alrededor del 1% de hemocultivos. Las bacteriemias primarias por Clostridium se asocian con frecuencia con malignidad, generalmente neoplasias hematológicas o de colon5–10, aunque en ocasiones no se encuentra enfermedad asociada. Las bacteriemias secundarias suelen estar causadas por infecciones cutáneas.
La asociación entre bacteriemia primaria por Clostridium y cáncer de colon está ampliamente documentada5–10 sobre todo Clostridium septicum5,7–9, aunque también se ha descrito asociación con otras cepas como Clostridium symbiosum6 o Clostridium perfringens10.
En este caso, la paciente presentó 2 bacteriemias causadas por 2 cepas diferentes de Clostridium, Clostridium subterminale y Clostridium clostridiiforme. Ambas cepas pueden encontrarse en el suelo y en la flora intestinal humana, y se han aislado en las heces de individuos sanos. Tienen escaso potencial patógeno por lo que no suelen estar implicadas en infecciones. Clostridium subterminale se ha descrito como responsable de una infección meníngea tras una herida con flecha4, una infección de tejidos blandos en una fractura abierta por inoculación directa en la herida1 y en una infección pleuropulmonar sin clara puerta de entrada2. Clostridium clostridiiforme ha estado implicada en una infección meníngea secundaria a herida incisa4.
Lo más remarcable de este caso es el hecho de que la paciente presentara 2 bacteriemias primarias causadas por 2 cepas diferentes de Clostridium. Ninguna de ellas se había relacionado previamente ni con bacteriemia primaria ni asociada a cáncer de colon.