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Vol. 33. Núm. 4.
Páginas 203-208 (julio 1998)
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Equipos de valoración y cuidados geriátricos. Tipología de las solicitudes de consulta y derivaciones realizadas en función de Grupos de Utilización de Recursos
Geriatric assessment and management teams. Types of requests for consultation and referrals in relation to resource-use groups
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J J. Solano Jaurrieta, F. Jiménez Muela, J I. González Montalvo, E. Álvarez Darriba, M T. Alarcón Alarcón, E. López Álvarez
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Rev Esp Geriatr Gerontol 1998;33(4):203-208

Equipos de valoración y cuidados geriátricos. Tipología de las solicitudes de consulta y derivaciones realizadas en función de Grupos de Utilización de Recursos

J. J. Solano Jaurrieta, F. Jiménez Muela, J. I. González Montalvo*, E. Álvarez Darriba, M. T. Alarcón Alarcón*, y E. López Álvarez.

Servicio de Geriatría Hospital Monte Naranco. Oviedo. * Unidad de Valoración Geriátrica. Hospital La Paz. Madrid.


RESUMEN

OBJETIVO: Conocer la tipología de los pacientes que motivan consulta a un Equipo de Valoración y Cuidados Geriátricos (EVCG), así como los posibles circuitos de derivación utilizados, en función de la clasificación RUG-T18.

MATERIAL Y MÉTODOS: Se lleva a cabo el estudio longitudinal de una muestra aleatoria de las interconsultas recibidas por el EVCG del Hospital La Paz de Madrid (n= 300), en lo que se refiere a su clasificación según Grupos de Utilización de Recursos (RUG-T18) y a los circuitos de derivación propuestos por el Equipo.

RESULTADOS: Un 40,7% de las consultas se refirieron a pacientes del grupo R (rehabilitación), un 12% a pacientes del grupo S (cuidados especiales), un 21,7% al grupo C (clínicamente complejos), un 0,6% al B (Trastornos de conducta) y un 25% al grupo P (funciones físicas reducidas).

En cuanto al tipo de derivación realizada, los pacientes del grupo de Rehabilitación se canalizan predominantemente a Servicios de Geriatría (SG) (desde un 33,3% del grupo R1A hasta un 100% del grupo R3B), mientras que los del grupo de cuidados especiales se dirigen a hospitales de apoyo (37,1%), o permanecen en el hospital de referencia (48,5% de los casos, donde un 25,7% del total causa exitus). Los pacientes del grupo «Clínicamente Complejos» se distribuyen tanto hacia domicilio como a hospitales de apoyo y residencias (dependiendo de su grado de incapacidad), pero en ningún caso hacia Servicios de Geriatría, al igual que los pacientes del grupo P.

CONCLUSIONES: 1. Una elevada proporción de consultas se refieren a pacientes sin posibilidades de intervención clínica (grupo P). 2. Parecen existir tendencias en los circuitos de derivación establecidos por el Equipo, de forma que la mayor parte de los pacientes del grupo R son derivados a SG y los pacientes de los diferentes grupos con escasa incapacidad retornan a su domicilio, mientras que los de gran incapacidad son derivados a instituciones residenciales o Unidades de larga estancia.

Palabras clave

Anciano. Hospitalización. Institucionalización. Grupos de Utilización de Recursos. Equipos de Valoración y Cuidados Geriátricos.


Geriatric assessment and management teams. Types of requests for consultations and referrals in relation to resource-use groups

SUMMARY

OBJECTIVE: To know the types of patients consulting a Geriatric Assessment and Management Team (GAM) and the referrals made in relation to their RUG-T18 classification.

MATERIAL AND METHODS: A longitudinal study was made of a random sample of referrals received by the GAM of the La Paz Hospital of Madrid, Spain (n=300) in relation to their classification by Resource-Utilization Groups (RUG-T18) and the referrals proposed by the team.

RESULTS: Forty-one percent of the consultations were received from patients in group R (rehabilitation), 12% from group S (special care), 21.7% from group C (clinically complex), 0.6% from group B (behavioral disorders), and 25% from group P (impaired physical function).

As for the referrals made, the patients from the rehabilitation group were sent mainly to geriatric services (GS) (ranging from 33.3% of group R1A to 100% of group R3B), and the patients from the special care group were referred to support hospitals (37.1%) or remained in the reference hospital (48.5% of cases, 25.7% of which died). The patients in the clinically complex group were sent home, to day hospitals, or to nursing homes (depending on the degree of disability), but in no case to geriatric services. The patients in group P received the same referrals as group C.

CONCLUSIONS: 1) A large percentage of consultations were received from patients who had no possibilities for clinical intervention (group P). 2) Referral tendencies by the team were found, for instance, most patients in group R were referred to GS and patients from different groups with mild impairment were sent home, whereas patients with major disabilities were referred to nursing homes or long-term stay units.

Key words

Elderly. Hospitalization. Institutionalization. Resource-Utilization Groups. Geriatric assessment and management teams.


INTRODUCCIÓN

La utilización de «sistemas de clasificación de pacientes» alternativos (1-8) a los más conocidos y utilizados a nivel hospitalario (DRGs, PMCs) (9-10), ha permitido describir diferencias entre las distintas organizaciones de atención al anciano, tanto a nivel internacional (11-15) como en nuestro propio país (16-18).

Su interés viene dado por el hecho de que, en este ámbito, se dispone aún de una escasa definición de los servicios, y por la circunstancia de que en él se concentran gran parte de las nuevas iniciativas destinadas a mejorar la eficiencia de los sistemas sanitarios (19-23). En este sentido, la aplicación de sistemas objetivos ajustados a las características de esta población (con consideración de la situación funcional de los pacientes, además de su diagnóstico y/o situación clínica, así como del objetivo de su ingreso) (1-5, 8, 21) ha puesto de manifiesto que las características estructurales de las unidades, tanto de nueva creación como más clásicas, resultan poco explicativas de las necesidades, y del coste asociado a ellas, de este tipo de pacientes. Por ello, se tiende actualmente a definir estos servicios a través de las características de la población que atienden (1-18).

En nuestro medio, y mediante uno de los sistemas más ampliamente difundidos (los Grupos de Utilización de Recursos) (3), varios autores han establecido la tipología de los ancianos que se manejan en distintos niveles asistenciales, tanto a nivel residencial (residencias de válidos y asistidos) (17-18) como hospitalario (unidades de atención hospitalaria al anciano) (16-18), detectando tanto diferencias entre los mismos, como similitudes entre niveles de muy diferentes características, lo que podría estar poniendo de manifiesto problemas de inequidad en el tratamiento recibido por ancianos de características semejantes que son manejados en estructuras de dotaciones humanas y materiales muy diferentes.

Esta falta de homogeneidad que hemos detectado puede resultar aun mayor en relación con fórmulas de organización de la atención al anciano de desarrollo más reciente, como los Equipos de Valoración y Cuidados Geriátricos (EVCG) (19-20), campo aún escasamente explorado y en el que se abren una serie de interrogantes de gran interés:

­ ¿Hacia que tipo de población se dirigen?

­ ¿Las características de su población diana son semejantes a las de los pacientes ingresados en los servicios de geriatría con dotación estructural?

­ ¿Si es así, los resultados de los EVCG son superponibles, mejores o peores que los obtenidos en esos servicios?

­ ¿Qué tipo de actuaciones son llevadas a cabo para atender a las necesidades que indudablemente serán detectadas en esa población?

Como primer paso en el intento de resolución de estas cuestiones, nos planteamos en este estudio conocer la tipología, en función de los criterios de la clasificación RUG-T18, de los pacientes que motivan consulta a un EVCG, así como el tipo de derivaciones (y por lo tanto el tipo de servicios «alternativos a la hospitalización» que se utilizan) realizadas por el mismo, y la posible relación entre los diferentes grupos establecidos por la clasificación y el destino del paciente al alta hospitalaria.

MATERIAL Y MÉTODOS

Ambito del estudio

El estudio se lleva a cabo en el Hospital «La Paz» de Madrid (hospital de referencia de tercer nivel, que dispone de 1.400 camas), durante el año 1996. Dicho hospital cuenta con un EVCG desde el mes de diciembre del año 1994, compuesto en el momento en el que se efectuó la recogida de datos por un especialista en Geriatría, dos enfermeras y un trabajador social. Durante el año 1996 dicho equipo atendió un total de 859 interconsultas de pacientes hospitalizados (37,5% procedentes del servicio de traumatología, 26,5% procedentes del servicio de neurología, 9% del servicio de medicina interna y porcentajes inferiores al 5% de otros), correspondientes a pacientes con una edad media de 79 años (49% por encima de 80 años). De las 859 interconsultas, 364 (42,4%) solicitaban la gestión de un traslado a otro hospital, 311 (36,2%) solicitaban una valoración geriátrica y la preparación del alta y 184 (21,4%) solicitaban el seguimiento clínico geriátrico del paciente durante la hospitalización. En todos los casos, el EVCG realizó una valoración completa: clínica, funcional (mediante la escala física de la Cruz Roja y el índice de Barthel), mental (mediante la escala mental de la Cruz Roja y el test de Pfeiffer) y social. Los casos fueron discutidos en sesión interdisciplinaria diaria, decidiéndose en cada caso la propuesta de derivación más acorde con la situación y las necesidades de cada paciente.

Población diana

Pacientes que motivan consulta al EVCG del hospital «La Paz».

Diseño del estudio

Estudio epidemiológico longitudinal y descriptivo.

Reclutamiento (criterios de inclusión)

Se incluyen sistemáticamente, por orden de llegada, y a partir del 1/1/96 los pacientes que motivan consulta al EVCG, hasta completar un número de 300 (34,9% del total de consultas recibidas durante el año 1996).

Variables de estudio

­ Características clínicas e índice de actividades de la vida diaria incluidos en el sistema de clasificación RUG-T18, según el protocolo descrito en estudios previos (16) (anexo I).

­ Tipo de derivación realizada en el momento de resolución de la interconsulta, considerándose las siguientes posibilidades, que se consignaron en el protocolo de recogida de datos:

a) Domicilio, con apoyo de Equipos de Atención Primaria.

b) Domicilio, con apoyo de unidades de atención domiciliaria dependientes de los Servicios de Geriatría.

c) Hospitales de día de los servicios de Geriatría.

d) Servicios de Geriatría situados en Hospitales de apoyo.

e) Hospitales de apoyo sin Servicio de Geriatría.

f) Permanencia en el Hospital de referencia.

g) Residencia pública.

h) Residencia privada.

i) Exitus durante el período de seguimiento en el Hospital de referencia.

Recogida de datos

Se lleva a cabo por personal médico de plantilla del EVCG (las características de fiabilidad del sistema de clasificación han sido publicadas previamente) (16).

Análisis estadístico

Se analiza la distribución porcentual, en los distintos grupos de la clasificación RUG-T18, de las interconsultas recibidas por el EVCG, así como la distribución de las derivaciones realizadas dentro de cada grupo de dicha clasificación. Las diferencias entre las derivaciones realizadas para cada tipo de pacientes se analizan mediante comparación de proporciones (chi-cuadrado).

RESULTADOS

Tipología de las consultas recibidas

La distribución de los pacientes que motivaron consulta al EVCG, en función de los «grupos clínicos» de la clasificación RUG-T18 se refleja en la figura 1. El mayor volumen de pacientes se incluye dentro del grupo R (Rehabilitación) (40,7% de los casos), seguido por los grupos C (Clínicamente Complejos) y P (Funciones Físicas Reducidas), cada uno de ellos con una cuarta parte del total de consultas recibidas.

Figura 1. Distribuci—n, en funci—n de los criterios de la clasificaci—n RUG-T18, de los pacientes que motivaron consulta al EVCG en el per’odo de estudio.

La distribución en cuanto a incapacidad, dentro de cada uno de los grupos clínicos arroja los siguientes resultados de interés:

a) Grupo Rehabilitación (R). Un 8% del total de la muestra pertenece a los subgrupos de incapacidad leve-moderada (A), mientras que un 32,7% se incluye en los de incapacidad severa (B).

b) Grupo Cuidados Especiales (S). Un 11,4% del total de la muestra se incluye en el subgrupo de gran incapacidad (B), y tan sólo un 0,7% en el de incapacidad moderada (A).

c) Grupo Clínicamente Complejos (C). En este caso, igualmente, los pacientes se distribuyen mayoritariamente en los subgrupos de mayor incapacidad (B y C, con un 4,4 y un 13,7% del total de la muestra respectivamente), mientras que en el subgrupo de incapacidad leve (A) se incluye tan sólo un 3,7% del total).

d) Grupo Alteraciones de Conducta (B). No analizado por su escasa presencia en la muestra (0,7%).

e) Grupo Funciones Físicas Reducidas (P). Los pacientes se distribuyen de modo homogéneo entre los distintos subgrupos relativos a incapacidad (7% grupo A, 4% grupo B, 7,7% grupo C y 6% grupo D).

Tipo de derivación realizada

La descripción de las derivaciones realizadas por el EVCG para cada grupo de la clasificación RUG-T18 aparece reflejada en las tablas I a IV. A pesar de la dispersión en el destino final de los pacientes de cada grupo, se aprecian algunas diferencias de interés, que alcanzan significación estadística (p< 0,05), en función de la tipología de los pacientes:

a) Grupo Rehabilitación (R). Si consideramos el grupo de modo global (sin tener en cuenta sus subdivisiones en función de incapacidad), apreciamos que mayoritariamente los pacientes son derivados hacia hospitales que cuentan con Servicios de Geriatría (68% de los casos), mientras que un 13% se dirigen a hospitales que no disponen de este tipo de servicios y un 9% hacia su domicilio con control de los Equipos de Atención Primaria (EAP). Proporciones menores permanecen en el hospital de referencia (3,2%) o son institucionalizados (4%), causando exitus un 0,8% de los casos, mientras que un 2% de los casos son derivados a otros niveles.

Si desglosamos los datos teniendo en cuenta los subgrupos dependientes del número de terapias recibidas y del grado de incapacidad (tabla I) observamos que la probabilidad de derivación a un hospital que cuenta con Servicio de Geriatría aumenta al aumentar la incapacidad y/o el número de terapias recibidas, mientras que disminuye la probabilidad de ser derivado a domicilio (EAP) o permanecer en el centro de referencia. Sin embargo, la proporción de pacientes que son dirigidos hacia hospitales de apoyo sin servicio de geriatría o residencias permanece prácticamente constante en los subgrupos mencionados.

Tabla I. Derivaciones realizadas (en %) por el EVCG para los pacientes incluidos en cada uno de los grupos de rehabilitaci—n (R) de la clasificaci—n RUG-T18

EAPDomSGApoyPazPubPriExitOtro
R1A26,733,313,313,36,76,7
R1B7,566,618,53,73,7
R2A11,177,811,1
R2B5,370,214,13,53,51,71,7
R3B100

EAP: Equipos de Atenci—n Primaria. Dom: Domicilio con apoyo de unidades de atenci—n domiciliaria de servicio de geriatr’a. SG: Servicio de Geriatr’a. Apo: Hospital de apoyo sin servicio de geriatr’a. Paz: Permanecen en el hospital La Paz hasta el alta. Pub: Residencia pœblica. Pri: Residencia privada. Exit: Exitus. El sub’ndice numŽrico se refiere al numero de terapias realizadas, mientras que la letra, A o B, indica el grado de incapacidad (A

b) Grupo Cuidados Especiales (S). La mayor parte de los pacientes de este grupo son derivados a hospitales de apoyo (38,8%), permanecen en el hospital de referencia durante el período de seguimiento (22,2%) o causan exitus durante el mismo (25%), mientras que un pequeño porcentaje (8,2%) son institucionalizados, retornando a su domicilio un 5,8%.

No se analizan las diferencias en función de incapacidad por la pequeña presencia del grupo SA (de menor incapacidad) en la muestra (tabla II).

Tabla II. Derivaciones realizadas (en %) por el EVCG para los pacientes incluidos en cada uno de los grupos de cuidados especiales (S) de la clasificaci—n RUG-T18

EAPDomSGApoyPazPubPriExit
SA5050
SB5,72,937,122,82,92,925,7

EAP: Equipos de Atenci—n Primaria. Dom: Domicilio con apoyo de unidades de atenci—n domiciliaria de servicio de geriatr’a. SG: Servicio de Geriatr’a. Apo: Hospital de apoyo sin servicio de geriatr’a. Paz: Permanecen en el hospital la Paz hasta su alta. Pub: Residencia pœblica. Pri: Residencia privada. Exit: Exitus. La letra A o B indica el grado de incapacidad (A

c) Grupo Clínicamente Complejos (C). En este grupo, la dispersión en las derivaciones realizadas por el EVCG resulta mayor. Globalmente, el 26,1% de los casos son enviados a hospitales de apoyo sin servicio de geriatría, mientras que el 18,5% permanecen en La Paz, el 17% retornan a su domicilio con apoyo de los EAP y el 13,84% lo hacen con apoyo de las unidades de atención domiciliaria (AGD) de servicios de geriatría. Finalmente, un 20% causan exitus durante el período de seguimiento y alrededor de un 3% se dirigen hacia residencias públicas y privadas, mientras que un 1,5% son destinados a otros niveles asistenciales.

Si tenemos en cuenta incapacidad (subgrupos A a D) (tabla III), la probabilidad de retornar al domicilio con apoyo, tanto de los EAP como de las unidades de AGD disminuye al aumentar la incapacidad del sujeto, mientras que se incrementa la probabilidad de exitus y de ser derivado a un hospital de apoyo sin servicio de Geriatría. La probabilidad de permanencia en el Hospital de referencia no se ve afectada por el grado de incapacidad, sitúandose en todos los casos alrededor de un 15% de los casos.

Tabla III. Derivaciones realizadas (en %) por el EVCG para los pacientes incluidos en cada uno de los grupos de pacientes cl’nicamente complejos de la clasificaci—n RUG-T18

EAPDomSGApoyPazPubPriExitOtro
CA36,445,518,1
CB2315,415,415,47,715,47,7
CC9,84,936,619,52,426,8

EAP: Equipos de Atenci—n Primaria. Dom: Domicilio con apoyo de unidades de atenci—n domiciliaria de servicio de geriatr’a. SG: Servicio de Geriatr’a. Apo: Hospital de apoyo sin servicio de geriatr’a. Paz: Permanecen en el Hospital la Paz hasta su alta. Pub: Residencia pœblica. Pri: Residencia privada. Exit: Exitus. La letra A B o C indica el grado de incapacidad.

d) Grupo Alteraciones de Conducta. A pesar de que los resultados obtenidos se reflejan en la tabla IV, no son analizables por su escasa presencia en la muestra.

Tabla IV. Derivaciones realizadas (en %) por el EVCG para los pacientes incluidos en cada uno de los grupos de pacientes de trastornos de conducta (B) y funciones f’sicas reducidas (P) de la clasificaci—n RUG-T18

EAPDomSGApoyPazPubPriExitOtro
BB100
BC100
PA47,647,64,8
PB41,78,38,316,716,78,3
PC26,11321,8134,321,8
PD16,727,85,61133,35,6
PE100

EAP: Equipos de Atenci—n Primaria, Dom: Domicilio con apoyo de unidades de atenci—n domiciliaria de servicio de geriatr’a. SG: Servicio de Geriatr’a. Paz: Permanecen en el Hospital la Paz hasta su alta, Apo: Hospital de apoyo sin servicio de geriatr’a. Pub: Residencia pœblica. Pri: Residencia privada. Exit: Exitus. La segunda letra A, B, C, D o E indica el grado de incapacidad (A

e) Grupo Funciones Físicas Reducidas. En este caso, globalmente, un 32% de los casos retornan a su domicilio con apoyo de los EAP, mientras que un 5,3% lo hacen con apoyo de las unidades de AGD de los servicios de Geriatría. Un 21,3% de los casos permanecen en el Hospital «La Paz» durante el período de seguimiento. Proporciones semejantes son derivadas a hospitales de apoyo sin servicio de Geriatría (14,7%) o a residencias (24%), mientras que un 1,3% causan exitus y un 1,4% se dirigen a otros niveles.

Desglosando los datos en función de incapacidad (grupos A a E) (tabla IV), apreciamos que la probabilidad de retornar al domicilio o permanecer en el hospital de referencia disminuye al aumentar el grado de incapacidad, mientras que aumenta la probabilidad de derivación a hospitales de apoyo sin servicio de geriatría o residencias, tanto públicas como privadas.

DISCUSIÓN

Los resultados de nuestro trabajo permiten, en primer lugar, tipificar en función de sus necesidades de cuidados el tipo de población a la que se dirige una estructura asistencias de reciente implantación en nuestro país (18-19), y en consecuencia aún poco evaluada.

Evidentemente, nuestros hallazgos pueden no ser generalizables a la totalidad de las unidades de este tipo que actualmente están en funcionamiento, ya que el estilo de práctica local, las características del centro en el que el EVCG estudiado se ubica o los apoyos (en este caso las posibilidades de derivación) con que cuenta, o incluso el tiempo de funcionamiento del mismo podrían condicionar las características de los pacientes captados. Por otra parte, no disponemos de datos derivados de estudios de metodología similar realizados en otros centros con los que comparar los obtenidos por nosotros, por lo que no nos es posible determinar la homogeneidad de las poblaciones a las que este tipo de organizaciones ofrece tratamiento.

Sin embargo, y a pesar de estas limitaciones, cuya resolución requeriría estudios multicéntricos más amplios, nuestros datos suponen una primera aproximación al problema planteado, especialmente cuando el EVCG objeto de estudio es uno de los que en una fase previa a la generalización del modelo fueron considerados como modelo por los planificadores (18-19), y en un momento en el que, tras dos años de funcionamiento, las características de la población diana del mismo podrían haberse estabilizado, siendo de mayor utilidad para la comparación con equipos semejantes o con otro tipo de unidades igualmente destinadas a la atención especializada al anciano.

Las principales características de esta población, siempre en función de los parámetros considerados en el sistema de clasificación de pacientes utilizado serían:

­ Presencia mayoritaria de los grupos de rehabilitación (R), clínicamente complejos (C) y funciones físicas reducidas (P).

­ Presencia igualmente mayoritaria (dentro de cada grupo) de los subgrupos de mayor incapacidad.

La comparación de estos resultados con los obtenidos en estudios previos llevados a cabo en unidades hospitalarias de geriatría con dotación estructural (16) pone de manifiesto importantes diferencias en la tipología de los pacientes a los que ambos sistemas de atención se dirigen. Mientras que un 25% de los motivos de consulta al EVCG se refieren a pacientes incluidos en el grupo P de la clasificación (grupo de pacientes con incapacidad, pero sin posibilidades de intervención clínica), éste tiene tan sólo una presencia testimonial en el caso de las Unidades Hospitalarias de Geriatría. Por otra parte, la presencia de pacientes clínicamente complejos, mayoritarios en el caso de los servicios hospitalarios, es mucho menor entre las consultas dirigidas al EVCG. Igualmente desde el punto de vista de la incapacidad las diferencias se hacen evidentes, ya que el EVCG maneja predominantemente población incluida dentro de los subgrupos de mayor deterioro funcional.

¿Qué parecen indicar estos hechos? Fundamentalmente, que si asumimos que ambas estructuras asistenciales manejan poblaciones de diferentes características, no pueden considerarse como dos alternativas igualmente válidas para resolver el mismo problema, sino que en todo caso se trataría de sistemas asistenciales complementarios y no mutuamente excluyentes, que resolverían problemáticas distintas.

Así, por ejemplo, el hallazgo relativo a la escasa captación por parte de los EVCG de población incluida en los subgrupos de menor incapacidad podría poner de manifiesto una menor eficacia de éstos para actuar de forma preventiva, con el objetivo de evitar en lo posible el desarrollo de deterioro funcional, en lugar de dirigirse secundariamente hacia él una vez que se ha establecido. En este sentido, no puede pretenderse, de mantenerse esta tendencia, que los EVCG puedan captar pacientes portadores de una incapacidad de grado leve, como son la mayoría de pacientes candidatos a inclusión en un hospital geriátrico de día. Por ello, considerar que este último nivel asistencial sea el siguiente paso en la implantación de los recursos geriátricos hospitalarios puede estar en discordancia con la realidad actual de los EVCG.

Los resultados relativos a la sistemática de derivación empleada por el EVCG para la resolución de las interconsultas recibidas también aportan aspectos de interés, pudiendo describirse tendencias en los circuitos de derivación empleados por el EVCG para resolver la problemática de los ancianos hospitalizados objeto de su atención. Dichos circuitos se ven influenciados tanto por las características clínicas de los pacientes como por su grado de incapacidad. Todo ello se pone de manifiesto a pesar de la situación de urgencia en la gestión de las altas a la que se ven sometidas estas estructuras asistenciales, lo que en principio predispondría a la utilización de aquellos niveles de mayor disponibilidad y/o menor resistencia en cada momento. Este hecho parece reforzar el poder discriminativo de este sistema de clasificación para el establecimiento de criterios de acceso a los servicios, a la vez que podría explicar al menos una parte de la variabilidad detectada en el manejo de casos, inicialmente semejantes desde el punto de vista de la utilización de recursos.

Evidentemente, nuestros resultados no son generalizables a áreas sanitarias que, aunque cuentan con EVCG, no disponen de una infraestructura de apoyo tan completa como en el caso que nos ocupa. ¿Qué sucede en aquellos casos en los que no se dispone de servicios de Geriatría estructurales con los pacientes incluidos en los grupos de Rehabilitación, o con los incluidos en el grupo de cuidados especiales en áreas que no cuentan con hospitales de apoyo? ¿Cuál es su destino final? ¿Qué resultados se obtienen? ¿El hospital de referencia consigue el mismo beneficio de la puesta en marcha de un EVCG, o en este caso sus resultados son cuestionables? Creemos que posteriores investigaciones podrán y deberán dar respuesta a estas cuestiones.


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Estudio parcialmente financiado mediante Beca FIS 97/0055.

Correspondencia: J. J. Solano Jaurrieta. Servicio de Geriatría. Hospital Monte Naranco. Vázquez de Mella, final. 33012 Oviedo.

Recibido el 1-9-97; aceptado el 26-11-97.


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