INTRODUCCION
Probablementeno existe ningún factor que de modo aislado ejerza tantainfluencia sobre la salud, y consecuentemente sobre la vida, comola alimentación. Por ello, conocer los hábitosdietéticos de una comunidad permite saber sobre quépautas de alimentación nocivas para la salud debemosintervenir, tanto de modo preventivo como curativo (1,2).
Señalaremos la importancia de la dieta en cualquierpersona, pero de modo especial en las de más edad, en lascuales comer puede significar uno de los pocos placeres de los quepueden seguir disfrutando (3).
El grupo depoblación que peor come es el de los ancianos. Hasta el 10%de las causas se pueden atribuir a factores sociales (4): pobreza,soledad, ignorancia. La asociación de diferentes situacionesde riesgo nutricional, hacen que este sea un colectivo con especialriesgo de malnutrición, y entre las principales causas yfactores de riesgo, se citan (5, 6): a) Cambios fisiológicosen relación a la edad, b) Patologíasorgánicas, c) Trastornos psiquiátricos, d) Causasambientales, e) Fármacos/tóxicos.
Siestableciésemos una gradación del riesgo en sentidoascendente lo podríamos hacer de este modo (7): 1.ºGrupo de ancianos sanos, que son la mayoría de los queresiden en la comunidad; 2.º Aquellos que padecen algunaenfermedad crónica pero que están socialmente bienintegrados; 3.º Los que viven solos, confinados en sudomicilio; 4.º Ancianos que viven en instituciones.
Al igual queen personas más jóvenes, el riesgo que comporta eldesequilibrio nutricional, sigue una curva en «U» (8).Pero a pesar de la importancia de una correcta alimentaciónen la salud de los viejos, estas cuestiones no han calado hondo enlos programas de educación sanitaria en este colectivo. Entodo caso, saber con exactitud qué come un anciano es unatarea laboriosa (9). Y aunque conocer las características dela alimentación es fundamental para comprender diversosaspectos del proceso de envejecimiento, para poder influir enél y avanzar en el camino de un envejecimiento exitoso,todavía estamos lejos de poder estimar con un nivelrazonable de fiabilidad las necesidades de las recomendacionesdiarias en la vejez, y ello supone una gran limitación parapoder avanzar en una de las partes fundamentales del binomio en quese basa el juicio sobre el estado nutritivo de una colectividad:por un lado las recomendaciones dietéticas de energíay nutrientes, y por otro las ingestas reales de los mismos(10).
Por otrolado, este es un colectivo en constante y notable aumento en lasociedad actual. Por ello planteamos como objetivo de nuestroestudio conocer cuáles son los hábitos alimentariosen el grupo de personas mayores de 65 años, sin deteriorocognitivo y que residen a nivel comunitario en el área desalud de Guadalajara.
METODOLOGIA
Diseño. Se trata de un estudio observacional,analítico, transversal, efectuado en el marco de laAtención Primaria.
Ámbito. Lo hemos desarrollado, a lo largo delaño 1997, en la provincia de Guadalajara, caracterizada porpresentar una población notablemente envejecida y muydispersa, de modo especial en el ámbito rural. Dada ladiferente estructura poblacional diferenciamos entre ámbitorural y urbano.
Muestra. Calculamos el tamaño muestral aplicandola fórmula adecuada para poblaciones finitas, caso deproporciones, considerando k= 2, p= q= 0,5, que sería elcaso más desfavorable. Aumentaremos el tamañomuestral calculado en un 26%, que es el porcentaje depérdidas que señalan otros autores en un estudiomediante encuesta a personas mayores de 65 años(11).
Para poderser incluido en el estudio cada persona debería cumplir lascondiciones que se citan: a) Tener una edad igual o superior a 65años cumplidos; b) Residir de modo habitual en alguno de losmunicipios de la provincia de Guadalajara; c) No estarinstitucionalizado, residiendo de modo habitual en la comunidad; d)No presentar deterioro cognitivo. Para ello se evaluó atodas las personas incluidas finalmente en el estudio, mediante eltest de Pfeiffer (12), estableciendo el corte en cuatropuntos.
Definimosasimismo los criterios de no inclusión, exclusión ypérdidas.
El muestreoes de tipo probabilístico, aleatorio, estratificado y hemosseguido un procedimiento polietápico y proporcionalsegún edad, sexo y núcleos de población. Anivel urbano sólo son incluibles las localidades deGuadalajara y Azuqueca de Henares. A nivel rural hemos clasificadolas localidades en cinco categorías, según elnúmero de habitantes: a) 0-299 habitantes, b) 300-599, c)600-999, d) 1.000-1.999 e) 2.000-5.000.
A todas laspersonas seleccionadas aleatoriamente a partir de bases de datospoblacionales, les fue remitida una carta explicando el motivo delestudio y solicitando su colaboración. Al cabo de una semanase intentaba conectar telefónicamente con ellos pararecordarles la cita y confirmar su participación. Con ellointentamos disminuir la tasa de no respuesta (13).
La muestrafinalmente necesaria estaba compuesta por 473 personas en elámbito rural (228 varones y 245 mujeres) y 477 personas enel urbano (210 varones y 267 mujeres).
Variablesanalizadas. En nuestro estudio utilizamos un tipo de encuestaalimentaria, obtenida mediante entrevista-cuestionario, basada enel recuerdo, de tipo no cuantitativo, como es el recuerdo de 24horas (14) completándola con un métodosemicuantitativo como es la frecuencia de consumo semanal de cadauno de los grupos de alimentos que se consideran, lo cual permitemejorar la estimación (15). Como variables de estudioconsideramos:
Hábitos alimentarios
a) Consumodiario de líquidos, cuantificado en vasos/día. Ennuestro estudio consideramos correcto el consumo de al menos cuatrovasos de líquidos al día, sin contar el consumo enlas comidas. Ello nos aproximaría, en un cómputoglobal, al consumo recomendado en ancianos, estimado en 1.500 cc(16).
b) Consumo dealimentos. Por medio de una aproximación cualicuantitativa,aceptamos como alimentación correcta aquella que incluye almenos un alimento de cada uno de los grupos que integran laconocida «rueda de los alimentos» (17). Asumimos comopatrón saludable (18): el consumo semanal («veces ensemana») de verduras-hortalizas, frutas y legumbres superiora 4; ingesta semanal de pescado superior a 2; ingesta semanal dehuevos inferior a 5; ingesta diaria de 500 cc de leche.
c)Número de comidas al día.
d) Tendenciaa «no desayunar» y tendencia a «no cenar»,considerando como tales, la no ingestión de alimentossólidos en el transcurso de estas comidas.
e) Grupos dealimentos que aparecen predominantemente como «noconsumidos» en el día.
f) Ancianosque consumen a diario alimentos de todos los grupos.
g) Consumodiario de sal, aceptando como correcto el hecho de no añadirnunca sal a las comidas en la mesa.
h) Consumo de«grasa visible» de procedencia animal.
i) Consumo degolosinas-bollería industrial, tanto como parte de lascomidas o entre comidas.
j) Consumo debebidas con alcohol, cuantificando en gramos/día yclasificando según los criterios del National Health andMedical Research Council de Australia, 1987 (19). Se considerabebedor moderado, aquella persona que consume alcohol de modohabitual, en cantidad que se sitúa por debajo de lo aceptadocomo límite de riesgo, que es de 41 g/día en varonesy 21 g/día en mujeres.
k) Consumo decafé. La cantidad de cafeína de una taza decafé es muy variable y depende del método depreparación. En general se estima que una taza contiene100-150 mg de cafeína (2-4 mg si es descafeinado) (20). Seconsideran dosis bajas de cafeína, aquellas que estánen el rango de 20-200 mg/día. Producen habitualmente efectossubjetivos de carácter positivo y de intensidad leve. Dosisen el rango de 200-280 mg/día pueden ocasionar efectosnegativos. Por tanto, dosis que superen las tres tazas/día,que tomaremos como punto de corte, coincide con las recomendacionesde consumo máximo que se hacen en los pacientes hipertensos(21).
Variablessociodemográficas
Edad, sexo,estado civil, nivel educativo-académico, nivelsocioeconómico, profesión desarrollada de modopreferente y situación laboral, situación familiaractual.
Procedimiento de recogida de datos. El cuestionariodefinitivo fue sometido a procedimiento de pilotaje previo entreprofesionales sanitarios de dos EAP de la provincia. Asimismo seestudió la fiabilidad en las respuestas en una muestra de 40personas mediante el procedimiento test-retest, utilizando elcoeficiente kappa ponderado en las variables categóricaspolitómicas y el simple en las dicotómicas(22).
En la tabla Ireflejamos los valores de este coeficiente.
Tabla I. Hábitosalimentarios. Índice K. Valoración del índiceK. | ||||||
Variable | TV | K ponderado | IC 95% | K simple | IC 95% | Valoración |
Alcohol | p | 0,900 | 0,850-0,960 | MB | ||
Café | d | 0,833 | 0,654-1,012 | MB | ||
Consumo semanal de | ||||||
Leche | p | 0,966 | 0,924-1,009 | MB | ||
Carne | p | 0,565 | 0,350-0,779 | MOD | ||
Pescado | p | 0,556 | 0,392-0,721 | MOD | ||
Legumbre | p | 0,543 | 0,363-0,722 | MOD | ||
Verduras | p | 0,768 | 0,637-0,899 | B | ||
Frutas | p | 1,000 | MB | |||
Pan y otrosHC | p | 0,956 | 0,880-1,032 | MB | ||
Consumo de sal | d | 0,826 | 0,636-1,015 | MB | ||
Consumolíquidos | d | 0,699 | 0,477-1,015 | B | ||
Consumo grasavisible | d | 0,825 | 0,635-1,115 | MB | ||
Consumo golosinas | d | 0,611 | 0,355-0,867 | B | ||
Fuente y elaboraciónpropias. TV: Tipo de variable; p: Variable politómica; d:Variable dicotómica; MB: Muy bueno; B:Bueno; MOD: Moderado.IC: Intervalo de confianza. | ||||||
Los datos hansido recogidos siempre por las mismas personas. Cada participantefue entrevistado en su domicilio o en la consulta, según suspreferencias.
Plan deanálisis. Para el procesamiento y análisis de losdatos hemos utilizado el programa integrado SPSS versión4.0, apoyado en el procesador de textos Microsoft Word, el cualpermite la elaboración de tablas y gráficos. Hemoscodificado la recogida de datos para facilitar el posterior vaciadode la información. Se revisó toda lainformación contenida en una selección aleatoria del10% de los cuestionarios. Se efectuó depuración delos datos estudiando una a una todas las variables.
Para elanálisis hemos utilizado los procedimientos propios de laestadística descriptiva (proporciones con sus intervalos deconfianza, media aritmética con desviaciónestándar y error estándar), de la analítica(chi cuadrado, t de Student y ANOVA) y hemos efectuado asimismoanálisis multivariante por regresión logísticamodelo logit binomial. Asumimos siempre p< 0,05 como nivel designificación estadística.
Recursos. Hemos utilizado las bases de datos CD-RomMedline e Índice Médico Español.
RESULTADOS
Descriptivos
Laspérdidas oscilan entre el 15,6% para los varones del mediorural y el 26,3% en las mujeres del ámbito urbano. A nivelrural el motivo predominante es la negativa a participar y en elmedio urbano la no localización por cambio deresidencia.
La muestrafinalmente estudiada la componen 388 personas en el medio rural(192 varones y 196 mujeres) y 392 en el medio urbano (172 varones y220 mujeres).
En la tablaII mostramos los resultados relativos a las variables Consumo dealcohol, Consumo de café, Número decomidas/día, Tendencia a no desayunar, Tendencia a no cenar,Grupos de alimentos no consumidos en el día segúnrecordatorio del día anterior, Toman alimentos de todos losgrupos, Consumen golosinas, Consumo adecuado de líquidos,Consumo de sal. Destacamos los altos porcentajes de personas que noconsumen legumbres y verduras, así como de aquellos que noañaden sal a las comidas.
Tabla II. Expresión porcentual de cada una de lasvariables. Distribución según sexo y medio | ||||
Variables | VR | MR | VR | MU |
Alcohol* | 30,7 (24-37,5) | 5,1 (2,6-8,9) | 30,8 (24,3-38) | 5,9 (3,3-9,6) |
Café** | 1,6 (0,3-4,5) | 0,5 (0,2-1) | 1,7 (0,6-5) | 1,8 (0,5-4,6) |
Tres o más comidasdía | 98,4 (95,5-99,7) | 98 (94,8-99,4) | 95,3 (91-97,8) | 95 (91,2-97,5) |
Tendencia nodesayun | 13,5 (9,2-18,9) | 15,8 (11,2 -21,4) | 20,3 (14,8-26,9) | 16,3 (12,3-22,2) |
Tendencia no cenar | 8,9 (5,4-13,5) | 13,8 (9,5-19,1) | 9,3 (5,6-14,4) | 12,7 (8,9-17,6) |
No leche díaanterior | 6,8 (3,8-11) | 7,1 (4,1-11,4) | 4,1 (1,8-7,9) | 2,7 (1,1-5,6) |
No proteínas(DA) | 2,1 (0,8-5,2) | 3,1 (1,2-6,3) | 1,7 (0,4-5) | 1,8 (0,5-4,8) |
No legumbres (DA) | 32,8 (26,4-39,7) | 44,4 (37,5-51,4) | 39 (31,9-46,4) | 41,4 (35-48) |
No frutas (DA) | 5,7 (3-9,7) | 7,1 (4,1-11,4) | 4,1 (1,8-7,9) | 7,3 (4,4-11,3) |
No verduras (DA) | 40,6 (33,8-47,7) | 36,7 (30,2-43,7) | 24,4 (18,4-31,3) | 25 (19,6-31) |
No HC (DA) | 1 (0,1-3,7) | 1,5 (0,3-4,4) | 1,7 (0,4-5) | 3,2 (1,4-6,2) |
No grasas (DA) | 15,6 (11-21,3) | 23,5 (17,9 -29,8) | 2,9 (1-6,7) | 5,5 (3-9,1) |
Aliment. todosgrupos | 37 (30,4-44) | 25,5 (19,8-32) | 40,7 (33,5- 48,2) | 40,9 (34,6-47,5) |
Grasa visibleanimal | 76,6 (70,2-82,1) | 65,3 (58,4-71,7) | 62,8 (55,4-69,8) | 60 (53,4 -66,3) |
Consume golosinas | 45,3 (38,4-52,4) | 39,8 (33,1-46,8) | 41,9 (34,7-49,3) | 42,7 (36,3-49,3) |
Líquidosadecuado | 58,3 (51,3-65,2) | 45,4 (38,4-52,4) | 62,2 (54,8-69,2) | 56,4 (49,7-62,8) |
No añadensal | 75,5 (69,1-81,2) | 73,5 (67-79,3) | 79,7 (73,6-85,2) | 82,7 (77,3-87,3) |
Fuente y elaboraciónpropias. * Consumo de alcohol Moderado; ** Consumo de caféExcesivo. DA: Día anterior. Entre paréntesis,intervalos de confianza al 95%. Los intervalos de confianza de losporcentajes menores que 5 y mayores que 95 se han calculado por elmétodo binomial exacto. VR: Varón Rural; MR: MujerRural; VU: Varón Urbano; MU: MujerUrbano. | ||||
En la tablaIII expresamos la frecuencia semanal en el rango de saludable paracada tipo de alimento (expresada en porcentaje), así como lafrecuencia semanal del consumo de cada alimento (como media). Serepite en estos casos lo anteriormente señalado, con bajosporcentajes de consumo de verduras y legumbres. Son bajostambién los porcentajes de aquellos que efectúandieta saludable.
Tabla III. Valoresporcentuales del consumo semanal en frecuencia saludable de cadaalimento. Dieta saludable. Frecuencia media del consumo semanal decada alimento. Distribución según sexo yámbito. | ||||||||
Variable | % | x | ES | s | % | x | ES | s |
VR | MR | |||||||
Leche | 92,2 | 6,53 | 0,12 | 1,69 | 62,3 | 6,57 | 0,11 | 1,59 |
Carne | 53,6 | 4,43 | 0,13 | 1,79 | 56,1 | 4,38 | 0,13 | 1,80 |
Pescado | 60,4 | 3,40 | 0,13 | 1,83 | 70,4 | 3,58 | 0,13 | 1,80 |
Huevos | 95,3 | 2,52 | 0,11 | 1,55 | 99 | 2,18 | 0,08 | 1,09 |
Legumbres | 18,8 | 4,21 | 0,13 | 1,82 | 14,3 | 3,94 | 0,13 | 1,79 |
Fruta | 87,5 | 6,44 | 0,12 | 1,70 | 91,3 | 6,67 | 0,09 | 1,22 |
Verdura | 30,7 | 4,59 | 0,15 | 2,13 | 33,7 | 4,85 | 0,15 | 2,06 |
Pan | 94,3 | 6,72 | 0,09 | 1,20 | 93,4 | 6,71 | 0,08 | 1,18 |
Dietasalud | 28,6 (22,6-35,2) | 40,3 (30,6-47,3) | ||||||
VU | MU | |||||||
Leche | 92,4 | 6,65 | 1,36 | 0,10 | 94,5 | 6,76 | 1,07 | 0,07 |
Carne | 57 | 4,27 | 1,58 | 0,12 | 53,6 | 4,43 | 1,82 | 0,12 |
Pescado | 59,9 | 2,89 | 1,52 | 0,17 | 71,4 | 3,42 | 1,71 | 0,12 |
Huevos | 97,7 | 2,37 | 1,39 | 0,11 | 99,5 | 1,94 | 1,05 | 0,07 |
Legumbres | 12,2 | 3,41 | 1,79 | 0,14 | 13,6 | 3,46 | 1,94 | 0,13 |
Fruta | 91,3 | 6,63 | 1,36 | 0,10 | 90 | 6,56 | 1,43 | 0,10 |
Verduras | 58,1 | 5,46 | 2,05 | 0,16 | 55,9 | 5,36 | 2,14 | 0,14 |
Pan | 95,3 | 6,77 | 1,14 | 0,09 | 93,6 | 6,66 | 1,37 | 0,09 |
Dietasalud | 39,5 (32,4-47) | 47,3 (40,7-53,9) | ||||||
Fuente y elaboración propias. x = media; s =desviación estándar; ES: Error estándar de lamedia. Entre paréntesis intervalo de confianza al 95%. VR:Varón Rural; MR: Mujer Rural; VU:Varón Urbano; MU:Mujer Urbano. | ||||||||
Analíticos
En la tablaIV expresamos los resultados del análisis bivariante alcomparar según sexo-medio y según edad. Sóloespecificamos aquellos casos en que las diferencias sonsignificativas entre grupos.
Tabla IV. Grupos en los que elanálisis bivariante según sexo-ámbito ysegún edad muestran diferencias significativas. | ||
Variable | Sexo-ámbito | Edad |
Alcohol | VR-MR; VU-MU | MU |
Café | VR-MR; VU-MU | MR |
Nºcomidas/día | MU | |
Noleche | MR-MU | |
Noproteínas | MR | |
Nolegumbres | VR-MR | MU |
Noverduras | VR-VU; MR-MU | VR |
No hidratoscarbono | MR | |
Nograsas | VR-VU; MR-MU | |
Todo tipo de alimentos | MR-MU; VR-MR | MU |
Grasavisible | VR-MR; VU-MU | |
Líquidos adecuado | MR-MU; VR-MR | MU |
Verdurasaludable | VR-VU; MR-MU | |
Pescadosaludable | VR-MR; VU-MU | |
Huevossaludable | VR-MR | |
Dietasaludable | VR-VU; VR-MR | |
Pescadosemana | MR, MU | |
Carnesemana | MR | |
VR:Varón Rural; MR: Mujer Rural; VU: Varón Urbano; MU:Mujer Urbano. | ||
En la tabla Vseñalamos los resultados del análisis multivarianteespecificando sólo aquellas variables dependientes en lasque las variables independientes mostraban una OR superior a 1,2. Adestacar cómo el nivel educativo explica las diferencias enel caso de consumo de café, consumo adecuado delíquidos, así como frecuencia en el consumo semanalde pescado y verduras (en las que también influye elámbito); el nivel socioeconómico en el consumo de saly en la frecuencia semanal de consumo de legumbres, el sexo en latendencia a no cenar, así como en el consumo de grasas (enlas que también influyen el estado civil y elámbito).
Tabla V. Resultados delanálisis multivariante de aquellas variables en los queexisten diferencias significativas. | |||
Variabledependiente | Variableindependiente | OR | IC 95% |
Café | Nivel educativo | 1,3128 | 1,71-1,01 |
Sal | Nivel socioeconómico | 1,4044 | 1,95-1,01 |
Tendencia no cenar | Sexo | 1,4241 | 1,90-1,07 |
Consumo líquidos | Nivel educativo | 1,4426 | 1,96-1,06 |
Pescado/semana | Nivel educativo | 1,1795 | 1,39-1,00 |
Legumbres/semana | Nivel socioeconómico | 1,9199 | 2,82-1,31 |
Verduras | Nivel educativo | 1,2404 | 1,47-1,05 |
Tipo municipio | 1,4197 | 1,91-1,06 | |
Grasas | Sexo | 1,5485 | 2,14-1,12 |
Estado civil | 1,1886 | 1,34-1,05 | |
Tipo municipio | 1,4273 | 1,96-1,04 | |
Fuente y elaboración propias. OR: Odds Ratio; IC:Intervalo de confianza. | |||
DISCUSION
En primertérmino justificamos la utilización de lainformación obtenida mediante entrevista-cuestionario ybasada en el recuerdo, dado que la unidad de estudio es elindividuo. Algunos epidemiólogos se han preguntado lautilidad de medir la ingestión dietética individualdada la complejidad de los patrones alimentarios y la pocaprecisión de los métodos de encuesta disponibles. Sinembargo la clasificación ordenada de los individuos encuanto a su consumo, es suficiente para establecer relacionesetiológicas en estudios epidemiológicos (23). Lautilización de las encuestas dietéticas enepidemiología se considera un buen método, tanto parala investigación etiológica de una enfermedad comopara valorar el estado nutricional de un paciente o determinar sila ingestión de un sector de la población es acordecon los requerimientos nutricionales establecidos (24, 25). Seconsideran métodos útiles para la valoraciónde la ingesta individual en estudios poblacionales: el diariodietético, la historia dietética, el cuestionario deconsumo de frecuencia de alimentos. El más prácticopara el estudio de muchos sujetos, es el cuestionario(26).
En cuanto alas pérdidas, nuestro porcentaje es similar alseñalado por M. Colomo (27) en su estudio a nivel urbano,donde encuentra el 20%. Cabe considerar que nuestras tasas derespuesta son altas, y pensamos que a ello ha contribuido elprocedimiento seguido en la captación de los encuestados,con notificación postal y posterior recordatoriotelefónico, así como el haber comentado el proyecto,de modo previo, con los médicos de cabecera.
De otraparte, la fiabilidad del cuestionario utilizado, medida através de la estabilidad en las respuestas, garantizaresultados fiables.
En lorelativo a hábitos tóxicos relacionados con laalimentación, constatamos que nuestros porcentajes debebedores moderados coinciden con los señalados en lasEncuestas Nacionales de Salud donde reflejan cifras del 35%; y enlo relativo al consumo de café, un estudio de ámbitonacional (28) evidencia que el 68% de las personas que viven en elmedio urbano lo consumen, mientras que en el medio rural, elporcentaje es algo inferior, llegando al 65%. Estos valoresdisminuyen desde el 75% en el grupo de 65-69 años hasta el65% en los mayores de 75 años. Nuestros porcentajes sonsensiblemente inferiores.
Ya secomentó que los hábitos alimentarios y el estadonutricional son importantísimos determinantes de la salud,así como un medio de promocionarla y aumentar la calidad devida. Probablemente no existe en la actualidad ningún factorque de modo aislado ejerza tanta influencia sobre la salud, y enconsecuencia sobre la vida, como la alimentación,entendiéndola como un proceso voluntario susceptible deaprendizaje y modificación. En personas ancianas ya se hademostrado que siguen las prescripciones médicas y semuestran receptivas a modificar pautas inadecuadas de consumo dealimentos, confirmando la utilidad de la educaciónnutricional en este colectivo (29).
Numerososestudios tanto a nivel comunitario como hospitalario o en unidadesde larga estancia, demuestran que el estado nutricional influye enla evolución de las personas mayores, así como en larelación entre dicho estado y el pronóstico vital yfuncional. La malnutrición es un factor de riesgo de primerorden y este hecho no se modifica en los distintos niveles(comunitario, hospital).
Laprevalencia de malnutrición en este grupo varía enfunción de los criterios diagnósticos utilizados,aunque se considera que existe infradiagnóstico debido albajo índice de sospecha (30), así como a la falta decostumbre diagnóstica y a la enorme variabilidadclínica. La prevalencia en ancianos que residen en lacomunidad puede oscilar desde el 5 al 32%, pudiendo llegar al doblea partir de los 80 años (31-33). Pero la mayoría delos casos permanecen sin detectar. Señalaremos que se hadocumentado un aumento de la mortalidad en aquellos ancianos con un15% menos del peso teórico (34), así como en aquellosque normalmente no realizan desayuno (35). De otro lado, la ingestacalórica recomendada varía poco con la edad,dependiendo fundamentalmente del grado de actividad físicahabitual, pudiendo aceptar a grandes rasgos, los efectosbeneficiosos en el anciano de una dieta que no excede de1.500-2.000 calorías/día (36).
La granvariabilidad metodológica dificulta la comparacióncon los trabajos revisados en los que se efectúa encuestaalimentaria. Por ello, aparte de publicar directrices unificadorasen este sentido, sería un gran avance la realizaciónde encuestas periódicas con metodología uniforme(37).
En cualquiercaso, en la tabla VI reflejamos los datos de M. Colomo y Castillo,et al (38). Comparamos el consumo medio semanal de alimentos con elestudio de Aroca et al (39), en Murcia, observando notablesdiferencias. Del estudio de Castillo se desprende que existenmayores desequilibrios en los hábitos alimentarios en elmedio rural, con un alto porcentaje de personas que no consumennunca leche, verduras. Del estudio de Colomo, que estudiasólo el medio urbano, se deducen las grandes diferencias conel estudio anterior, lo que cabe atribuir especialmente a la gransubjetividad que entraña el tipo de valoracióncualitativa que hacen de la frecuencia. No es posible establecercomparaciones con nuestro estudio, aunque en líneasgenerales, obtenemos un mayor porcentaje de personas queefectúan dieta saludable, independientemente delámbito.
Tabla VI. Frecuencia de consumo semanal de los diferentesalimentos. | |||||||||
Castillo | Colomo | ||||||||
Rural | Urbano | ||||||||
1 | 2 | 3 | 1 | 2 | 3 | 1 | 2 | 3 | |
Leche | 13013 | 05,63 | 81,25 | 2,56 | 01,28 | 96,15 | 7,1 | 07,9 | 08,5 |
Carne | 3,75 | 20,63 | 75,63 | 1,28 | 10,26 | 88,46 | 4,2 | 67,9 | 27,9 |
Pescado | 1,88 | 23,75 | 74,38 | 2,56 | 24,36 | 73,08 | 4,2 | 60,5 | 34,5 |
Fruta | | 04,38 | 95,63 | | 02,56 | 97,72 | 1,8 | 03,4 | 95,8 |
Verdura | 6,25 | 16,88 | 76,88 | 1,28 | 06,41 | 92,31 | 2,4 | 37,6 | 59,2 |
Fuente y elaboraciónpropias. 1: Nunca; 2: A veces; 3: De modo habitual. | |||||||||
Losresultados del análisis bivariante permiten concretardiferencias en cuanto a sexo, ámbito y edad para algunasvariables. El análisis multivariante confirma la influenciade los factores socioeconómicos y ambientales en loshábitos alimentarios de la población anciana denuestra provincia.
A modo deconclusiones de nuestro, estudio cabe decir que es excesivo elnúmero de ancianos con tendencia a no desayunar y a nocenar; por ello es un aspecto que debemos corregir. Es muy alto elporcentaje, sin diferencias entre grupos, de los que no consumenverduras, y el problema se acentúa en el medio rural. Nollegan al 50% los que declaran tomar alimentos de todos los grupos,de modo especial en el medio urbano. «Grasa visible» deprocedencia animal es consumida por un altísimo porcentajeque supera en todos los casos el 60%. En la misma línea,aunque algo inferior, situamos el consumo de golosinas. Por ello,ambas son cuestiones en las que deberíamos intentar medidascorrectoras. En cuanto al consumo de sal, los hábitos son engeneral correctos. En lo relativo al consumo«saludable» de cada grupo de alimentos, en elámbito rural es deficitario el consumo de legumbres yverduras. A nivel urbano solamente para las legumbres.
A destacarque, incluso cuando utilizamos criterios poco restrictivos, elnúmero de personas que efectúa una dieta saludable,independientemente del sexo y del medio, apenas sobrepasa el 45%.Sería necesario potenciar medidas correctoras globales. Lomismo que para el caso del consumo de pescado y verduras, quemuestran un patrón deficitario independientemente del sexo ydel ámbito.
Finalmentedebemos significar que las encuestas de consumo de alimentos ennuestro país se han centrado hasta el momento enpoblación general o en escolares, siendo escasísimaslas que estudian de modo específico esta cuestión enlos ancianos (40). Por ello pensamos que es una vía quedebería abrirse en la investigacióngerontológica.