Con los recientes acuerdos del gobierno peruano con los laboratorios Sinopharm, Pfizer y Astrazeneca para la adquisición de vacunas contra la COVID-19, surge la pregunta de si un número suficiente de personas estarían dispuestas a ser inmunizadas para controlar la pandemia y la manera de garantizar que la población esté adecuadamente informada sobre la vacuna1.
Las percepciones individuales sobre las vacunas pueden influir fuertemente en la decisión de vacunarse contra la COVID-192. Un estudio que encuestó a 13.426 personas de 19 países reportó que el 71,5% indicaron tener algo o mucha probabilidad de vacunarse contra la COVID-19 y el 14,1% tenía poca o ninguna probabilidad de vacunarse; mientras que el 14,2% tuvo una opinión neutral3. Además, se ha reportado que la mayor probabilidad de ser vacunado contra la COVID-19 se asocia de forma significativa con la edad avanzada4, ya que el aumento de la edad es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad y complicaciones de esta infección5. Comprender la intención de vacunarse contra la COVID-19 y sus factores asociados permitiría desarrollar estrategias de salud pública que ayudaran a superar las dudas sobre las vacunas, especialmente en la población adulta mayor y otras que están en riesgo5. Por lo tanto, el objetivo de esta carta científica es presentar resultados preliminares sobre la intención de vacunarse contra la COVID-19 y su asociación con factores contextuales y sociodemográficos en una muestra de adultos mayores peruanos.
Participaron 182 adultos mayores de la ciudad de Lima (mediaedad=75,34 años; DE=12,04; 52,2% hombres y 47,8% mujeres). El 59,8% de los adultos mayores reportó estar casado; el 30,8% divorciado; el 6% soltero y el 3,9% viudo. El 33,5% era jubilado, mientras que el 49,5% el y 17% tenían un trabajo fijo y temporal, respectivamente. La mayoría (70,3%) tenían la primaria completa; el 20,3% primaria incompleta; el 4,9% secundaria completa y solo el 4,4% tenían estudios universitarios completos. El 61,5% indicó no haber tenido COVID-19, aunque el 15,4% indicó que no sabía, pero creía que sí. La mayoría vivía en zona rural (92,9%) y estaba expuesta de 1 a 5 h a información sobre la COVID-19 (86,3%). Por último, el 44,5% refería que su principal fuente de información sobre la vacuna contra la COVID-19 fueron familiares o amigos; el 27,5% indicó que fue la televisión, radio o prensa escrita; el 23,1% obtenía la información de fuentes oficiales del gobierno y solo el 4,9% de las redes sociales.
Los participantes se seleccionaron mediante un muestreo no probabilístico de tipo bola de nieve entre el 1 y el 12 de febrero del 2021. En este periodo, el Perú se encontraba en la segunda ola de contagios de la COVID-19, con un promedio diario de 4.000 casos diagnosticados, además de haber llegado un primer lote de 300.000 vacunas del laboratorio Sinopharm. La aplicación de la vacuna a los adultos mayores se realizará en la fase II del proceso de vacunación.
Frente a la pregunta, ¿qué tan probable es que usted decida vacunarse contra la COVID-19, si la vacuna estuviera disponible?, el 64,4% indicaron que era bastante o muy probable que se vacunaran; el 12,8 señaló que era difícil de decidir en el momento de la evaluación, mientras que el 22,8% indicó que era muy poco o nada probable que decidieran vacunarse (fig. 1). Según esto, más del 60% de los adultos mayores tendrían más probabilidades de vacunarse contra la COVID-19. Si bien este es un alto porcentaje, es probable que la intención sea mayor que la decisión final de vacunarse, que es un comportamiento multifactorial y puede variar con el tiempo4. Aun así, esto parece indicar que los adultos mayores, en general, son más conscientes de su vulnerabilidad frente al virus. Por lo tanto, es importante identificar algunos factores asociados con la intención de vacunación para respaldar las políticas de comunicación cuando la vacuna esté disponible. Así, se buscó determinar si la probabilidad de contagiarse de la COVID-19 (medido con: creo que mi probabilidad de contagiarme de la COVID-19 es), la percepción de gravedad de la enfermedad (medido con: ¿qué tan grave considera usted que es la COVID-19?) y el rechazo previo a recibir alguna vacuna (medido con: ¿alguna vez rechazó una vacuna para usted porque la consideró inútil o peligrosa?) predicen la intención de vacunarse.
Con base en un análisis de regresión lineal múltiple, se reportó que la probabilidad de contagiarse, la percepción de gravedad de la COVID-19 y el rechazo previo a recibir una vacuna explican, en conjunto, el 26,5% de la variabilidad de la intención de vacunarse (R2=0,265), modelo que es estadísticamente significativo (F=34,189; p=0,000). Es decir, los adultos mayores que señalan tener una mayor probabilidad de contagiarse, que perciben la enfermedad como más grave y que no han rechazado previamente vacunarse tienen más intención de recibir la vacuna contra la COVID-19. Además, la percepción de gravedad de la COVID-19 es la variable que más predice la intención de vacunarse (β=0,334; t=6,380, p=0,000), seguido del rechazo previo a recibir una vacuna (β=−0,282; t=5,425; p=0,000) y la probabilidad de contagio de la COVID-19 (β=0,154; t=3,005; p=0,000).
Es preocupante que el 35,6% de los adultos mayores no estuviera seguro o no tuviera la intención de vacunarse contra la COVID-19. Es probable que este hallazgo refleje las actitudes y creencias sobre la vacuna. En este sentido, los resultados proporcionarían información útil para orientar las campañas de salud pública sobre la seguridad y eficacia de la vacuna para incrementar las intenciones de vacunación en la población de adultos mayores. Estas campañas deben centrarse en educar y aumentar la confianza en aquellas personas que no están dispuestas a vacunarse o tienen aún vacilaciones. Para esto, se debe brindar información clara sobre la gravedad y consecuencias de la enfermedad. Cuanto más favorable sea la actitud, más fuerte será la intención de la persona de realizar la conducta de vacunarse contra la COVID-19. De igual forma, incluir a personas que están dispuestas a vacunarse puede ayudarlas a participar de manera más eficaz cuando se encuentran con información errónea6.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.