Agradecerles en primer lugar, la posibilidad de réplica a los autores de la carta al editor titulada «Efectividad y seguridad de la eritropoyetina alfa en el paciente (ortopédico) mayor de 65 años». La mayoría de este artículo está centrado en comentarios a nuestro articulo «Agentes estimuladores de la eritropoyetina: revisión bibliográfica de los usos e indicaciones en enfermedad avanzada oncológica y no oncológica en el anciano» publicada en el número 53 de su revista.
Los autores del mencionado artículo «Efectividad y seguridad de la eritropoyetina alfa en el paciente (ortopédico) mayor de 65 años», refieren que «definimos anciano» al «mayor de 65 años» en nuestro articulo «Agentes estimuladores de la eritropoyetina: revisión bibliográfica de los usos e indicaciones en enfermedad avanzada oncológica y no oncológica en el anciano» y que no lo comparten. Nos gustaría realizar ciertas puntualizaciones. En nuestro artículo no presentamos ninguna definición de anciano, que sí aparece, sin embargo, en el suyo, concretamente en el título. Si nos vimos obligadas a introducir este corte de ≥65 años en la búsqueda bibliográfica (en un segundo tiempo) fue, porque, al no encontrar ninguna referencia bibliográfica para edades superiores, tuvimos que ampliar la búsqueda descendiendo el rango de edad hasta los 65 años, como se indica en el material y método de nuestro artículo1.
Que no encontrásemos bibliografía, lo atribuyen los autores, a utilizar palabras clave muy largas, y nos sugieren términos como «elderly», «very elderly» y «older», muy similares a las utilizadas por nosotras «elderly», «elderly patients» u «oldest». Refieren que con estos términos y «una búsqueda no exhaustiva en Pubmed, pueden localizarse diversos artículos» (cita 3)2–4 «que corresponderían con la idea inicial del artículo y que no se incluyen en su esquema de decisiones». Debemos aclarar, que en los pacientes con síndrome mielodisplásico, exigíamos que fueran dependientes de soporte transfusional periódico (como se especifica en la tabla aludida)1, por entender que son estos, los pacientes con enfermedad más avanzada. Cumpliendo este criterio e introduciendo las palabras clave recomendadas, no aparecen artículos. Con respecto al estudio propuesto con relación a la enfermedad renal crónica avanzada3, recordamos que exigíamos población ≥65 años y en este artículo, en concreto, analiza población > y <65 años.
El/los autor/es reclaman como significativas otras guías y documentos de consenso con respecto a las de nuestro artículo1. Sin restar importancia a las presentadas, especificar que nos vimos obligadas a seleccionar aquellas guías que aportaban mayor información, y sobre todo consenso de expertos, no solo a nivel nacional. La mayoría de las guías/consensos propuestos, están basadas en las que nosotras seleccionamos y, por lo tanto, coinciden en las mismas directrices5–9. Agradecemos no obstante sus aportaciones.
Existe un punto, a nuestro juicio, de clara discrepancia y ocurre con relación al párrafo: «otro punto que puede llevar a controversia es intentar la búsqueda de unas recomendaciones específicas del uso de agentes estimuladores de la eritropoyetina (AEE) para enfermedad avanzada oncológica o no en paciente anciano, ya que las indicaciones existentes, con sus efectos beneficiosos o sus posibles riesgos, se realizan en función de la enfermedad sin incidir en modificaciones o matices según la edad del paciente». Como profesionales que somos, implicadas asistencialmente con pacientes de edad avanzada en un hospital de tercer nivel, nuestra lucha diaria es enfrentarnos al ageísmo, muchas veces imperante, y encontrar un equilibrio entre este y la adecuación del nivel de intensidad terapéutica, individualizando siempre el tratamiento en cada paciente. No quisimos encontrar, ni buscábamos, unas directrices que tengan solo en la edad, la indicación de tratamiento con AEE, y lamentamos que así lo hayan interpretado los autores de esta carta.
Consideran relevante que nuestro artículo no haga referencia al uso de los AEE en el tratamiento de la anemia preoperatoria previa a la cirugía ortopédica mayor electiva. Deben comprender los autores, que al igual que ocurre con las indicaciones en el neonato pretérmino, no eran objeto de estudio (ver título de nuestro artículo) y por eso no se incluyeron. Dicho lo cual, estamos de acuerdo con que el uso de recombinant human erythropoietin (rHuEPO) y epoetina alfa, en las indicaciones aprobadas y siguiendo las recomendaciones de los principales documentos de consenso nacionales e internacionales, tienen más que sobrada evidencia y es práctica estandarizada en el tratamiento de la anemia preoperatoria en las citadas cirugías, incluido en el anciano5,10.