XXXIII Congreso Internacional de la AELFA-IF
Más datosIntroducción: La logopedia del s.XXI no puede ser ajena a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (James et al., 2020; Hussain et al., 2018; ONU, 2015). Esto supone una revisión crítica profunda de los fundamentos de nuestra profesión, del modelo médico y rehabilitador, que progresivamente está siendo desplazado por un modelo social centrado en la diversidad identitaria y comunicativa de las personas (Duchan y Hewitt, 2023). Junto a la revisión crítica del pasado de nuestra profesión, es fundamental reflexionar también acerca de cómo nuestras propias actitudes y valores afectan a la práctica diaria ya que somos el presente de la logopedia (Arora, 2017; Castello, 2022).
Objetivos: Justicia Social es un término que se refiere a la obligación de proporcionar las mismas oportunidades a todas las personas, especialmente, a aquellas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad (RAE, 2023). La falta de comunicación es una de las principales variables identificadas en el origen de la pobreza, acceso a la salud y a la falta de educación (International Communication Project, 2018). Sin embargo, no es la única, conviene tener en cuenta las diferentes características y contextos por los que una persona puede encontrarse en tales situaciones y desmitificar el concepto de “normalidad” (adoptando el de “interseccionalidad” —Kimberlé Crenshaw, 1989—). ¿Cómo nuestras propias actitudes implícitas y estereotipos sobre dicha diversidad afectan nuestra comprensión del mundo, nuestras acciones y decisiones? Se trata de tomar conciencia acerca de aspectos tales como la raza, el género, los contextos lingüísticos o socioeconómicos (Costello, 2022; Arora, 2017). Principios como la justicia social, valorar la diversidad o la interdependencia deberían sustentar nuestra práctica diaria (Millar et al., 2019).
Conclusiones: El derecho a la comunicación supone el empoderamiento de las personas y la reducción de las desigualdades (Teira, 2021), por lo que la logopedia se erige como una disciplina con especial responsabilidad ante los objetivos 1 (fin de la pobreza), 3 (salud y bienestar), 4 (educación de calidad) y 10 (reducción de las desigualdades), propuestos por la ONU (2015).