Cuando nos enfrentamos a una situación inusual o de difícil manejo, siempre ocurre una introspección simultánea y/o a posteriori, que nos permite corregir el rumbo de nuestro razonamiento / acción y crecer en nuestro desempeño.
En este número de la Revista Médica de Clínica Las Condes nos hemos propuesto revisar situaciones difíciles de resolver, que en su especialidad son de origen diferente, pero que nos tocan a todos los profesionales de la salud, directa o indirectamente. ¿Qué hace que resolvamos estas situaciones de la mejor manera? ¿Por qué es importante ser competentes? Porque nuestro fin último en nuestro actuar es que el paciente reciba el mejor cuidado posible.
Podemos ser excelentes teóricos, pero si no utilizamos adecuadamente ese recurso, el resultado final puede no ser adecuado. Lo mismo si confiamos sólo en las habilidades prácticas o experiencia y abandonamos la formación continua.
Justamente apelamos a la situación inédita, de “qué hacemos ahora” para hacer revisiones de situaciones que salen de la práctica habitual y nos hace enfrentar una situación clínica compleja, por su contexto social (intento de suicidio), fisiológico (shock), o médico legal (testigos de Jehová). Sin olvidar que nuestros pacientes y nosotros nos movemos en un ambiente que no está fragmentado; los requerimientos de los parientes, del entorno, nuestras habilidades y capacidades no son siempre los mismos e interactúan para dar un escenario complejo y cambiante por la variedad de factores involucrados.
Cuando se piensa en ¿qué es competencia profesional?, podemos definirla simplemente como una lista de tareas o de capacidades. Según la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal: “saber actuar complejo, basado sobre la movilización y la combinación eficaz de una variedad de recursos internos y externos que se expresan en una familia de situaciones. Una de las definiciones más interesantes la plantea un epistemólogo contemporáneo: Donald Schon: “como la capacidad de resolver un problema profesional más allá de la frontera de lo esperable, conciliando e integrando distintos enfoques para resolverlo”.
Hemos querido hacer una puesta al día, una pequeña entrega de recursos cognitivos, que esperarán como una pequeña reserva el día que deban enfrentar algunos de estos escenarios inesperados, poco comunes o que alteran nuestra rutina profesional. Pretendemos que estos queden en su memoria y los ayuden en su malla de hipótesis y enfrentamientos de manera eficaz.
Lejos de pretender que el modo de resolver el problema sea aplicar una solución algorítmica, tampoco debe ser un proceso cognitivo aleatorio, los invitamos a reflexionar en la acción, aprender a pensar durante el enfrentamiento del problema, pensando en que la competencia clínica es multimodal en todas sus formas.