El reflujo gastroesofágico (RGE) es el fenómeno fisiológico más frecuente durante el primer año de vida y que tiende a desaparecer después de los 18 meses de edad. En algunos pacientes el reflujo puede ser más severo, por lo que se deben adoptar medidas para aminorar sus complicaciones. Medidas generales, como cambios en la posición, espesar o fraccionar la alimentación pueden ser eficaces, pero en muchas ocasiones debemos agregar terapia supresora de la acidez gástrica o procinéticos, para el control de los síntomas; en algunos otros casos debemos indicar cirugía. Diversos métodos diagnósticos se han utilizado para diagnosticar y caracterizar de mejor forma el RGE en los niños. Hoy el diagnóstico y tratamiento lo realizamos utilizando principalmente una adecuada historia clínica, la radiografía de esófago, estómago y duodeno, la pH metría esofágica y la endoscopía esofágica con biopsias y más reciente hemos incorporado la impedanciometría. Actualmente se intenta demostrar la base genética del RGE y nuevos medicamentos para su tratamiento se están probando experimentalmente. Hoy la cirugía es una excelente herramienta terapéutica para el tratamiento del RGE y sus complicaciones.
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