La impresión tridimensional está emergiendo como una tecnología prometedora para personalizar modelos anatómicos, permitiendo comprender la anatomía de nuestros pacientes de manera mucho más concreta que las imágenes radiológicas tradicionales. Asimismo, permite mejorar la planificación y ensayo de procedimientos en beneficio tanto de los profesionales de la salud como de los pacientes.
Se presenta el caso clínico de un paciente pediátrico portador de una coalición metatarsiana al cual se le realizó un modelo 3D previo a su cirugía.
Three-dimensional printing is emerging as a promising technology that permits us to personalize anatomical models, allowing us to visualize the anatomy of our patients in a much more concrete way than traditional radiological images. Likewise, it promotes pre-surgical planning and procedural simulation, improving outcomes and benefiting both health professionals and patients.
The clinical case of a pediatric patient with a metatarsal coalition who underwent a 3D model prior to surgery is presented.
Las coaliciones del pie son un fenómeno descrito desde hace muchos años; especÃmenes arqueológicos que datan de 900 a 1000 DC han confirmado su presencia en ruinas mayas en Guatemala y osamentas precolombinas en Norteamérica1. Las coaliciones tarsales se consideran una anormalidad poco frecuente, pero no rara, que se encuentran usualmente a nivel de mediopié y retropié. Nalaboff y Schweitzer estimaron una frecuencia cercana al 11%, mayor a lo descrito inicialmente dado que muchas de ellas son de tipo fibrosas y cartilaginosas que no se visualizan por radiografÃa simple2. La coalición tarsiana del retropié es la más común, la mayorÃa de las cuales afectan las articulaciones calcaneoescafoidea y astrágalo-calcánea3,4.
Las coaliciones tarsales se clasifican según la morfologÃa del puente entre los huesos adyacentes: fibroso (sindesmosis), cartilaginoso (sincondrosis) u óseo (sinostosis)5.
En traumatologÃa y ortopedia, el uso de la impresión 3D puede ser útil para aumentar la comprensión de patrones de fractura, facilitando una mejor planificación, y, a la vez, contribuyendo a la formación y educación de los residentes. Si bien inicialmente se utilizaron modelos 3D sólo para casos complejos, actualmente su uso es más rutinario y es probable que esto tenga un impacto significativo en todas nuestras prácticas a futuro6.
Reporte de casoSe presenta el caso de un escolar de 7 años, quien fue derivado a nuestro centro por presentar aumento de diámetro coronal de pie derecho, con deformidad en dorso a nivel de 1er rayo y dolor a la marcha. Se evaluó al paciente y se indicaron estudios radiográficos donde se evidenció polisindactilia con coalición del 1er y 2° metatarsiano derecho (figura 1). La polisindactilia es una malformación congénita que tiene lugar en las manos, en los pies, o bien en ambos al mismo tiempo y consiste en la existencia de múltiples dedos supernumerarios7. En este caso se decidió realizar el tratamiento definitivo de la polisindactilia en un segundo tiempo quirúrgico. Además, se observó hallux varus que serÃa tratado en una cirugÃa posterior.
Para evaluar mejor la coalición, se solicitó una tomografÃa computarizada (TC) para iniciar la planificación pre-quirúrgica. Debido a lo evidenciado en los estudios imagenológicos, se decidió iniciar la planificación preoperatoria con un modelo de impresión 3D de pie (figura 2). Se solicitó la descarga del visor DICOM de TC en el Scanner SOMATOM go.TOP. Estos archivos fueron procesados en el programa Autodesk Meshmixer, imprimiéndose el modelo 3D en una impresora Creality utilizando filamento de plástico de 1,75mm.
Terminada la impresión, se inició la práctica de la cirugÃa, evaluando previamente el nivel de osteotomÃa y el procedimiento a realizar dentro del acto operatorio, siempre teniendo en mente el resultado deseado de la cirugÃa. Se decidió utilizar aloinjerto en forma de bloque según la técnica de Badgley8. En la planificación de esta cirugÃa, el equipo quirúrgico, compuesto por jefe de equipo y residentes de postgrado, realizó la práctica de osteotomÃa, definiendo el tamaño de aloinjerto en bloque, lo que cualitativamente ayudó a la comprensión de la anatomÃa real del paciente. En la evaluación previa con el paciente, se utilizó el modelo 3D para explicar y familiarizar el procedimiento quirúrgico al paciente y sus apoderados. Esta atención personalizada fue valorada positivamente por la familia.
Se ingresa paciente a pabellón para osteotomÃa de 1er y 2° metatarsiano. Bajo anestesia general, con el paciente en posición supina se le realiza una incisión dorsal entre 1er y 2° metatarsiano (figura 3) de acuerdo a lo planificado previamente con el modelo 3D. Bajo visualización directa, se realizó disección hasta sinostosis metatarsiana, realizándose osteotomÃa con motor MIS (World Medical). Se lleva a cabo distracción manual, impactando posteriormente el aloinjerto tricortical de forma rectangular (Sinermed) en la zona de osteotomÃa, para mayor estabilidad. Se visualizó mediante fluoroscopÃa la mejorÃa de alineamiento de 1er rayo, y se avanzó con la aguja de Kirschner 2.0 (Synthes) de manera axial, atravesando el fragmento distal del 1er metatarsiano, aloinjerto, fragmento proximal hasta cuña medial. Se verificó la correcta instalación bajo fluoroscopÃa con proyecciones anteroposterior (AP) y lateral (figura 4). Para concluir, se realizó el aseo final y el cierre por planos (figura 5).
A los 5 dÃas, el paciente acudió a control, ingresando al box de atención en silla de ruedas con bota ortopédica. Su madre refiere que el paciente no habÃa sentido dolor, ni malestar, ni ninguna otra sintomatologÃa. Al examen fÃsico se observó herida con escasa secreción hemática, sin lesiones equimóticas, sin asimetrÃas y se visualizó la aguja Kirschner in situ entre el 1er y 2o rayo. El examen neurovascular fue normal. Se realizó control radiográfico a las dos semanas posterior al retiro de aguja de Kirschner (figura 6), donde se evidenció osteotomÃa con aloinjerto tricortical in situ, con adecuado inicio de consolidación, por lo que se indicó la descarga de pie.
El paciente acudió a control dos meses después, refiriendo no tener dolor ni alteraciones en la marcha. La madre relata que el paciente habÃa podido realizar sus actividades de manera normal. No se evidenciaron asimetrÃas o deformidades en el examen fÃsico, marcha o bipedestación.
DiscusiónLos cirujanos suelen observar anomalÃas congénitas del pie, como la sindactilia, polidactilia y braquimetatarsia. Se han descrito informes de casos de sinostosis congénita del pie, la mayorÃa de los cuales involucran el retropié y la parte media del pie. Sin embargo, las sinostosis metatarsianas múltiples con deformidades de las falanges proximales son extremadamente raras e independientes de cualquier sÃndrome y patrón de anomalÃas congénitas9. La coalición tarsiana y/o metatarsiana masiva en un paciente no sintomático es una condición rara y debido a ello no hay recomendaciones especÃficas con respecto al tratamiento. No obstante, generalmente se acepta que el tratamiento de la afección debe estar dirigido al alivio sintomático. El tratamiento inmediato no es necesario para los pacientes de una edad temprana, previo a su madurez esquelética y que no presenten dolor ni alteraciones de la marcha. Cuando el único sÃntoma de presentación en estos pacientes es la deformidad del pie, que no es ni progresiva ni dolorosa, el seguimiento en forma de observación clÃnica es apropiado hasta el desarrollo de cualquier sÃntoma debilitante10.
Vun et al. (2015), presentan un reporte de caso donde se ilustra la importancia de restaurar la dinámica de carga de peso y el alivio del dolor al manejar una coalición metatarsal en pacientes esqueléticamente inmaduros. El riesgo de la recurrencia con el tratamiento quirúrgico debe explicarse al paciente y familiares. En ese reporte, recomiendan el tratamiento conservador ante la presencia de sÃntomas, y reservar el tratamiento quirúrgico como una opción posterior, realizándolo idealmente una vez que el esqueleto alcance la madurez11.
La impresión tridimensional está emergiendo como una tecnologÃa prometedora para personalizar modelos anatómicos, permitiendo comprender la anatomÃa de nuestros pacientes de manera mucho más concreta que las imágenes radiológicas tradicionales. Estos modelos proporcionan una representación precisa de las lesiones, convirtiéndose en algunos casos, en una herramienta indispensable para la planificación preoperatoria12.
Estudios como el de Chen et al. (2018), han demostrado que al usar esta tecnologÃa en la planificación preoperatoria, el tiempo operatorio, pérdida de sangre y el uso de rayos X se reducen significativamente13.
El trabajo desarrollado por Lou et al. (2017)14 se basa en un estudio comparativo entre la cirugÃa tradicional y la cirugÃa asistida por tecnologÃa de impresión 3D para el tratamiento de fracturas en la meseta tibial. Un total de 72 pacientes se dividieron en dos grupos de forma aleatoria; 38 pacientes se incluyeron en el grupo de cirugÃa tradicional y los 34 restantes, en el grupo que utilizaba biomodelos 3D. El tiempo de operación, la pérdida de sangre y la cantidad de fluoroscopÃa intraoperatoria fueron registrados observándose una diferencia significativa (p<0,05) con disminución de las tres variables en el grupo que usó los biomodelos con respecto al de cirugÃa tradicional.
Sumado a ello, un gran avance de amplia escala en la implementación de esta tecnologÃa sucedió después de 2010, luego de la expiración de muchas patentes pertinentes. Esto permitió el desarrollo de impresoras 3D de escritorio asequibles, que democratizó aún más la tecnologÃa de impresión 3D y la hizo más accesible al público15. La impresión 3D ya está ganando aceptación como una tecnologÃa capaz de ayudar a la educación, capacitación, planificación y ensayo de procedimientos, asà como la fabricación de herramientas, implantes y equipos médicos personalizados, llegando a más especialidades y centros médicos en todo el mundo. Múltiples ejemplos del uso de la impresión 3D en medicina respaldan las ganancias clÃnicas en el tratamiento especÃfico del paciente asistido por esta tecnologÃa, augurando que su presencia permanecerá en la medicina16.
En el uso para la planificación quirúrgica hay cada vez más evidencias de que estos biomodelos 3D pueden mejorar los resultados quirúrgicos, permitiendo al cirujano adelantarse de manera eficaz a la toma de decisiones intraoperatorias. La impresión 3D se ha convertido en una herramienta útil y precisa para un cambio de paradigma en la medicina actual, más orientada a un tratamiento personalizado y basado en las necesidades de cada paciente17.
ConclusionesSe presenta un caso de uso de tecnologÃa 3D para la planificación quirúrgica de un paciente con coalición metatarsal. Dada la baja frecuencia de la patologÃa, se realizaron estudios imagenológicos para corroborar el diagnóstico, y, con la disponibilidad de la impresión 3D, se tuvo la oportunidad de poder acceder a una mejor planificación preoperatoria e indicar el tratamiento más adecuado para el paciente. En nuestra experiencia, el uso de impresión 3D ha colaborado en la formación de nuestro equipo de residentes, incrementando su capacidad de planificación a través del ensayo quirúrgico y la simulación, anticipando dificultades intraoperatorias y seleccionando los abordajes adecuados que permitan la restauración de una anatomÃa normal y/o funcional después de la cirugÃa.
Consideraciones éticasEl trabajo se ha llevado a cabo con conformidad con el Código de Ética de la Asociación Médica Mundial (Declaración de Helsinki). Se encuentra aprobado por el Comité Ético de Investigación ClÃnica correspondiente.
Los tutores del paciente han aprobado y firmado el consentimiento informado para la publicación de las imágenes incluidas en este artÃculo.
Declaración de conflictos de interésLos autores declaran no tener conflictos de interés.