La seguridad vacunal es un elemento clave en todo el proceso de vacunación, desde el diseño y la ejecución de los ensayos clínicos hasta la farmacovigilancia asociada a las vacunas. La identificación y la notificación de las sospechas de reacciones adversas a medicamentos (RAM), incluidas las vacunas, refuerza la confianza de la población, enriquece la ciencia, mejora la calidad de las fichas técnicas y contribuye a la mejora de la práctica clínica. La anamnesis básica previa a la vacunación (alergias medicamentosas o alimentarias, fármacos anticoagulantes activos o reacciones adversas previas con otras vacunas) debe preguntarse a todos los pacientes y en todos los actos vacunales. El objetivo del presente trabajo es exponer un evento centinela relacionado con la administración de vacunas en una paciente anticoagulada en el contexto de la vacunación masiva del COVID-19.
MétodosFecha de la notificación: 11/05/2021. Servicio notificador: AGC Urgencias. Sexo y edad: mujer, 75 años. Antecedentes personales: HTA, ACxFA, miocardiopatía hipertensiva, gastritis crónica y anemia. Tratamiento activo: aldocumar, hierro oral, desvenlafaxina, valsartán, hidroclorotiazida. Antecedentes vacunales COVID-19 (COMIRNATY®): primera dosis 14/04/2021 (lote: EW9127) segunda dosis 05/05/2021 (lote: EY7015). Motivo de consulta: hematomas extensos en el brazo-antebrazo izquierdo y ambas mamas, de inicio a las 48 horas tras recibir la segunda dosis de COMIRNATY® (figs. 1-3).
Se recuerda que en las personas con alteraciones de la coagulación, salvo un criterio médico específico, las inyecciones intramusculares de pequeño volumen (0,3 mL en COMIRNATY®), pueden aplicarse con seguridad razonable. Se recomienda que, tras la vacunación, se mantenga una presión en el lugar de inyección (sin frotar) durante 2-3 minutos. En todo caso, se debe informar a la persona vacunada de la posibilidad de aparición de un hematoma en el lugar de inyección. Además, puede ser adecuado utilizar la técnica en Z para la inyección (fig. 4).