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Vol. 32. Núm. 5.
Páginas 300-308 (junio 2017)
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Vol. 32. Núm. 5.
Páginas 300-308 (junio 2017)
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Musicoterapia en la enfermedad de Alzheimer: efectos cognitivos, psicológicos y conductuales
Music therapy and Alzheimer's disease: Cognitive, psychological, and behavioural effects
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52401
M. Gómez Gallegoa,
Autor para correspondencia
Mgomezg@um.es

Autor para correspondencia.
, J. Gómez Garcíab
a Departamento de Terapia Ocupacional, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Católica San Antonio de Murcia, Murcia, España
b Departamento de Métodos Cuantitativos, Facultad de Economía, Universidad de Murcia, Murcia, España
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Tabla 1. Estadísticos descriptivos de la muestra
Tabla 2. Cambios en las puntuaciones de las variables clínicas tras 6 y 12 sesiones de musicoterapia. ANOVA de medidas repetidas
Tabla 3. Cambios en las puntuaciones de las variables clínicas en los grupos de pacientes de distinta severidad
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Resumen
Introducción

La musicoterapia forma parte de los programas de envejecimiento activo que se ofrecen a las personas mayores. Su utilidad en el campo de las demencias empieza a ser valorada por la comunidad científica, ya que se han reportado efectos positivos a nivel físico, cognitivo y psicológico. Son necesarios más estudios que perfilen el alcance de tales cambios en la enfermedad de Alzheimer.

Objetivos

Conocer el perfil de mejoría clínica que experimentan los pacientes con enfermedad de Alzheimer con la aplicación de una intervención de musicoterapia.

Pacientes y métodos

Se aplicó un tratamiento con musicoterapia durante 6 semanas a 42 pacientes con enfermedad de Alzheimer en estadio leve-moderado. Se estudiaron los cambios en las puntuaciones de Mini-examen del estado mental, Inventario de síntomas neuropsiquiátricos, Escala hospitalaria de ansiedad y depresión, e índice de Barthel. Se estudió si estos cambios se influían por el grado de severidad de la demencia.

Resultados

Se observó una mejoría significativa de memoria, orientación, depresión y ansiedad (escala HAD) en pacientes leves y moderados; de ansiedad (escala NPI) en pacientes leves; de los delirios, alucinaciones, agitación, irritabilidad y trastornos del lenguaje en el grupo con demencia moderada. El efecto sobre las medidas cognitivas es ya apreciable a las 4 sesiones de musicoterapia.

Conclusiones

En la muestra estudiada, la musicoterapia mejoró algunas alteraciones cognitivas, psicológicas y conductuales de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Sería interesante complementar la musicoterapia con intervenciones de danzaterapia a fin de mejorar los aspectos motores y funcionales.

Palabras clave:
Musicoterapia
Enfermedad de Alzheimer
Cognición
Síntomas neuropsiquiátricos
Abstract
Introduction

Music therapy is one of the types of active ageing programmes which are offered to elderly people. The usefulness of this programme in the field of dementia is beginning to be recognised by the scientific community, since studies have reported physical, cognitive, and psychological benefits. Further studies detailing the changes resulting from the use of music therapy with Alzheimer patients are needed.

Objectives

Determine the clinical improvement profile of Alzheimer patients who have undergone music therapy.

Patients and methods

Forty-two patients with mild to moderate Alzheimer disease underwent music therapy for 6 weeks. The changes in results on the Mini-mental State Examination, Neuropsychiatric Inventory, Hospital Anxiety and Depression Scale and Barthel Index scores were studied. We also analysed whether or not these changes were influenced by the degree of dementia severity.

Results

Significant improvement was observed in memory, orientation, depression and anxiety (HAD scale) in both mild and moderate cases; in anxiety (NPI scale) in mild cases; and in delirium, hallucinations, agitation, irritability, and language disorders in the group with moderate Alzheimer disease. The effect on cognitive measures was appreciable after only 4 music therapy sessions.

Conclusions

In the sample studied, music therapy improved some cognitive, psychological, and behavioural alterations in patients with Alzheimer disease. Combining music therapy with dance therapy to improve motor and functional impairment would be an interesting line of research.

Keywords:
Music therapy
Alzheimer disease
Cognition
Neuropsychiatric symptoms
Texto completo
Introducción

Actualmente, la demencia es un síndrome de prevalencia creciente a nivel mundial1. Por esta razón, y porque requiere el empleo de un elevado volumen de recursos sanitarios y sociales, es un motivo primordial de investigación. La causa más frecuente de demencia en países desarrollados es la enfermedad de Alzheimer (EA)2. En la actualidad, se pretende frenar el avance del deterioro cognitivo mediante medidas farmacológicas3. Los fármacos anticolinesterásicos y la memantina tienen un efecto modesto sobre la cognición y un efecto sobre los síntomas neuropsiquiátricos solo cuando se emplean a dosis altas y no en todos los casos4. Estas manifestaciones se tratan con fármacos neurolépticos y ansiolíticos que empeoran el estado motor y son causa de muerte prematura5. Las medidas no farmacológicas han mostrado resultados esperanzadores respecto a la mejora de la cognición y la conducta6-8. Entre estas medidas se encuentra la musicoterapia, una modalidad de tratamiento que utiliza la música y sus elementos para mejorar la comunicación, el aprendizaje, la movilidad y otras funciones mentales o físicas9. Hay diversos tipos de técnicas en musicoterapia9. Globalmente, podemos agruparlas en técnicas activas, en que los pacientes intervienen de manera directa en todo lo que sucede en la sesión y técnicas receptivas, que exigen menor participación de los pacientes. Las intervenciones pueden ser individuales o personalizadas pero también grupales. En pacientes con demencia, se han reportado mejorías en los síntomas neuropsiquiátricos y, en menor medida, en las funciones cognitivas10,11. Sin embargo, no está aclarado qué tipo de síntomas son los más susceptibles de mejorar, ni si hay diferencias en el perfil de mejora clínica según el estadio de la enfermedad. En este estudio se ha trabajado con 2 grupos de pacientes con EA en estadio leve y moderado, respectivamente. Se pretende comprobar si la aplicación de un programa de musicoterapia produce una mejoría en la función cognitiva, síntomas neuropsiquiátricos y capacidad funcional de los pacientes. Del mismo modo, y en caso afirmativo, se pretende evaluar si estos cambios se ven influidos por la severidad de la demencia.

Pacientes y métodosPacientes

Se seleccionó una muestra de pacientes en 2 centros residenciales de la Región de Murcia. Los criterios de inclusión para los pacientes fueron: cumplir los criterios de EA probable propuestos por el National Institute of Neurological and Communicative Disorders and Stroke and the Alzheimer's Disease12 y hallarse en un estadio leve o moderado de la enfermedad según la Clasificación Clínica de la Demencia (CDR)13. Los criterios de exclusión fueron: presentar afasia que dificulte la comprensión de las actividades a realizar o sordera. Los pacientes, sus familiares y los responsables de los centros dieron su consentimiento informado a participar en el estudio. El estudio fue aprobado por el Comité Ético de la Universidad de Murcia.

Medidas

Cuestionario de preferencias musicales14. Se trata de un instrumento que permite conocer los gustos musicales de los pacientes. Incluye apartados para la selección de los géneros e instrumentos musicales preferidos y también un apartado sobre la música que resulta desagradable.

Mini-examen del estado mental (MMSE)15. Permite valorar de forma rápida la orientación espacio-temporal, atención, memoria verbal, lenguaje y praxias. Se consideraron las puntuaciones de los distintos dominios cuyos rango son: orientación (0-10), memoria (0-6), atención (0-5) y lenguaje-praxias (0-9). El rango de las puntuaciones totales es 0-30.

Inventario de síntomas neuropsiquiátricos (NPI)16. Permite valorar la presencia, severidad y frecuencia de 10 síntomas psicológicos y conductuales: delirios, alucinaciones, depresión, agitación, irritabilidad, conducta motora aberrante, ansiedad, agresividad, apatía y desinhibición. Para cada síntoma se valora su frecuencia (de 1 a 4) y severidad (de 1 a 3), obteniéndose una puntuación total como producto de ambas.

Escala hospitalaria de ansiedad y depresión (HAD)17. Se trata de un cuestionario de 14 ítems, integrado por 2 subescalas de 7 ítems cada una (depresión y ansiedad). La frecuencia de cada ítem se evalúa a través de una escala de Likert de 4 puntos (0-3), siendo el rango de puntuación de cada subescala 0-21. Mayores puntuaciones indican mayor sintomatología.

Índice de Barthel (IB)18. Es un instrumento útil para evaluar la capacidad del paciente de realizar diez actividades básicas de la vida diaria (alimentación, baño, vestido, aseo personal, continencia urinaria, continencia fecal, uso del retrete, traslados, deambulación, uso de escaleras). El rango de puntuaciones oscila entre 0 (máxima dependencia) y 100 (independencia).

Procedimiento

Tras la selección de la muestra, se procedió a la evaluación cognitiva, neuropsiquiátrica y funcional de los pacientes mediante las escalas MMSE, NPI, HAD por un neurólogo especializado en demencias y el IB por un terapeuta ocupacional. En cada centro residencial, la muestra se dividió en 2 grupos (menos de 12 pacientes por grupo). Posteriormente, se evaluaron las preferencias musicales con el Cuestionario de preferencias musicales, a fin de que la música y las canciones elegidas fuesen del agrado de la mayoría y no se eligiesen géneros musicales que resultasen desagradables a alguno de los participantes. Los pacientes no escucharon la música con auriculares, sino que se utilizó un equipo musical de buena calidad conectado a unos altavoces que se dispusieron en la sala de modo que se evitase el eco. Cada grupo de pacientes recibió 2 sesiones semanales de musicoterapia de 45 min. Cada sesión incluía varias actividades: canción de bienvenida (los pacientes debían saludar y presentarse), actividades de acompañamiento rítmico con palmadas y con instrumentos musicales (triángulos, panderetas y maracas), movimientos con música de fondo (se seleccionaron varias canciones y se dieron unas instrucciones a los pacientes para que movilizaran los miembros superiores e inferiores según su ritmo y, una vez por semana, se realizaba danzaterapia con aros y pelotas), juegos de reconocimiento de canciones e intérpretes (se jugaba al bingo musical y, una vez por semana, se valoraba el reconocimiento de canciones a través del dibujo) y canción de despedida (los pacientes debían despedirse). La actividad fue diseñada e implementada por 2 profesionales formados en musicoterapia. Las salas donde se desarrollaron las sesiones tenían tamaño suficiente para que los pacientes se hallasen cómodos pero no se dispersase la atención (40 y 48 m2). Estas salas estaban insonorizadas, se hallaban lejos de fuentes sonoras molestas, estaban bien iluminadas, el suelo era de madera y contaban con un aislamiento térmico para garantizar una temperatura agradable.

Trascurridas 3 semanas (6 sesiones) y al finalizar el estudio (12 sesiones) se volvieron a aplicar los instrumentos de valoración cognitiva, neuropsiquiátrica y funcional por los mismos profesionales que en la fase inicial. El análisis estadístico ha sido realizado por un profesional que desconocía a qué grupo (leve-moderado) pertenecían los datos ni su temporalidad respecto de la intervención (basal, seguimiento y final).

Análisis estadístico

Para comprobar los cambios en las variables de resultado a través del tiempo se realizó un ANOVA de medidas repetidas y se estimó el tamaño del efecto mediante el coeficiente η2 parcial. Previamente a la realización del ANOVA de medidas repetidas, se comprobó el cumplimiento de los supuestos de normalidad y esfericidad de la matriz de varianzas. En los casos en que este último supuesto no se cumplía se utilizó una F con el índice corrector épsilon. Para aquellos síntomas que se modificaron con la terapia, se estudió si este efecto se mantenía en los grupos establecidos según CDR (test de Student para muestras relacionadas). Todos los cálculos estadísticos se realizaron con el programa SPSS versión 19.

Resultados

La muestra consistió en 42 pacientes (27 mujeres) de edad media ± desviación estándar de 77,5 ± 8,3. De entre ellos, 25 pacientes presentaban demencia leve (CDR=1) y 17 demencia moderada (CDR=2). Respecto del nivel educativo, 3 no tenían estudios, 32 pacientes tenían estudios primarios y 7 pacientes tenían estudios secundarios. Respecto a la comorbilidad de los pacientes, cabe comentar que las patologías más frecuentes corresponden a problemas óseos (83,33%), cardiacos (21,42% insuficiencia cardíaca y 14,28% cardiopatía isquémica), endocrino-metabólicos (71,42% hipertensión arterial, 33,33% diabetes mellitus y 52,38% dislipidemia) y 28,57% EPOC. Los datos relativos a los fármacos indicados para la EA junto a los descriptivos de otras variables clínicas están recogidos en la tabla 1. No existen diferencias entre los grupos (CDR1 y CDR2) en los porcentajes de toma de ninguno de los fármacos (p > 0,1). En la tabla 2 se muestran los resultados del ANOVA de medidas repetidas. La musicoterapia aumentó de forma muy significativa la puntuación en el MMSE, en particular los dominios de orientación, lenguaje y memoria. El tamaño del efecto es grande para los dominios orientación y memoria. Estas funciones cognitivas mejoraron progresivamente durante el estudio (fig. 1). Respecto del lenguaje, solo hubo cambios significativos entre las puntuaciones basales y finales (p=0,047). Se observó un descenso muy significativo en las puntuaciones totales en NPI y descensos variables en la mayoría de sus ítems (tabla 2). Sin embargo, estos descensos no se apreciaron en la primera medida de seguimiento. Así, no se observaron diferencias significativas entre las puntuaciones basales y de seguimiento de ningún síntoma NPI (p>0,050 para todos los síntomas). Se evidenció mejoría en la puntuación de la subescala ansiedad y en la puntuación de la subescala depresión de la HAD, siendo alto el tamaño del efecto en este último caso. No hubo mejoría en la depresión a las 6 sesiones de tratamiento (p>0,050). La musicoterapia no tuvo efecto significativo sobre las puntuaciones en el IB (p=0,338). Al segmentar la muestra en 2 grupos de distinto CDR, comprobamos que la mejoría en los dominios del MMSE memoria y orientación se mantiene significativa en los 2 grupos (tabla 3). La mejoría del lenguaje solo fue significativa en el grupo de demencia moderada. Respecto a los síntomas neuropsiquiátricos, se observó una mejoría significativa en los delirios, alucinaciones, irritabilidad y agitación solo en el grupo de pacientes con demencia moderada (tabla 3). Cabe comentar que el grupo de CDR 2 tenía mayor puntuación basal en delirios, alucinaciones e irritabilidad que el grupo de CDR 1 (p<0,005). El efecto sobre la desinhibición fue significativo en los 2 grupos. La ansiedad y la depresión medidas a través de la HAD mejoraron en ambos grupos. La ansiedad medida a través del NPI mejoró significativamente en el grupo leve y mostró una tendencia a la mejoría en el grupo moderado (p=0,080). Los cambios en depresión medidos a través del NPI no alcanzaron significación estadística en el grupo moderado y mostraron una tendencia a la mejoría en el grupo leve (p=0,087) (figs. 2 y 3).

Tabla 1.

Estadísticos descriptivos de la muestra

  CDR 1
N = 25
CDR 2
N=17
Total
N=42
  Media ± DE  Media ± DE  Media ± DE 
Edad (años)  84, ± 8,30    83,87 ± 7,75    77,5 ± 8,3   
Sexo, mujer    60    70,58    64,28 
Nivel educativo
Sin estudios      17,64    7,14 
Estudios primarios    80    70,58    76,19 
Estudios secundarios    20    11,76    16,66 
MMSE
Atención  0,50 ± 0,51    1,37 ± 1,52    1,02 ± 1,30   
Orientación  4,33 ± 2,25    3,87 ± 2,47    6,42 ± 2,30   
Lenguaje  7,16 ± 1,16    5,86 ± 1,12    3,35 ± 1,28   
Memoria  3,30 ± 1,86    3,37 ± 1,40    1,02 ± 1,54   
Total  18,33 ± 5,84    12,50 ± 3,02    15,02 ± 5,40   
NPI
Delirios  0,67 ± 0,51    3,88 ± 2,99    2,29 ± 2,92   
Alucinaciones  0,33 ± 0,49    3,75 ± 2,25    2,29 ± 2,43   
Agitación  1,33 ± 1,64    2,50 ± 1,85    2 ± 1,79   
Ansiedad  2,67 ± 1,63    1,75 ± 2,18    2,14 ± 1,95   
Apatía  1,04 ± 1,67    1,50 ± 2,33    1,29 ± 2,01   
Irritabilidad  0,67 ± 0,82    3,25 ± 2,82    2,14 ± 2,55   
Depresión  4,01 ± 4,41    1,13 ± 1,36    2,21 ± 3,19   
CMA  0,17 ± 0,38    0,75 ± 2,02    0,50 ± 1,60   
desinhibición  1 ± 1,57    9,75 ± 0,98    0,86 ± 1,29   
Euforia  1,54 ± 1,32    2,20 ± 3,14    1,86 ± 2,62   
Total  12 ± 5,75    22 ± 12,59    17,71 ± 11,59   
HAD
Depresión  9,00 ± 1,54    9,62 ± 3,20    9,35 ± 2,56   
Ansiedad  12,66 ± 2,70    13,37 ± 1,43    13,07 ± 2,17   
Total  21,67 ± 3,02    23 ± 1,52    22,43 ± 3,34   
IB  44,10 ± 20,58    18,18 ± 12,62    29,29 ± 25,18   
Fármacos
Anticolinesterásicos    64    82,35    71,42 
Memantina    16    11,76    14,28 
Neurolépticos    24    23,53    23,80 
Antidepresivos    56    58,82    57,14 
Benzodiacepinas    48    52,94    50 

CMA: conducta motora aberrante; DE: desviación estándar; HAD: Escala hospitalaria de ansiedad y depresión; IB: índice de Barthel; MMSE: Mini-examen del estado mental; NPI: Inventario de síntomas neuropsiquiátricos.

Tabla 2.

Cambios en las puntuaciones de las variables clínicas tras 6 y 12 sesiones de musicoterapia. ANOVA de medidas repetidas

  Basal6 sesionesFinalEfectos intrasujetos
  Media  DE  Media  DE  Media  DE  η2 parcial 
MMSE
Orientación  4,07  2,30  5,00  2,48  5,85  2,21  40,42  0,000  0,76 
Lenguaje  6,42  1,28  6,64  1,23  7,43  1,34  4,79  0,047  0,27 
Memoria  3,35  1,54  3,64  1,21  4,71  1,26  29,89  0,000  0,69 
Atención  1,02  1,30  1,43  1,50  1,64  1,33  2,98  0,108  0,19 
Total  15,02  5,40  16,71  5,51  19,64  4,84  34,65  0,000  0,72 
NPI
Delirios  2,29  2,92  2,26  2,89  1,07  1,20  7,75  0,015  0,37 
Alucinaciones  2,29  2,43  2,21  2,42  1,21  1,25  6,34  0,026  0,33 
Agitación  2,00  1,79  2,07  1,77  1,00  0,78  9,10  0,010  0,41 
Depresión  2,21  3,19  2,29  3,14  0,93  1,07  4,36  0,057  0,25 
Ansiedad  2,14  1,95  2,10  1,94  0,64  0,63  14,89  0,002  0,53 
Euforia  1,86  2,62  1,79  2,71  1,14  1,09  2,51  0,136  0,16 
Apatía  1,29  2,01  1,20  2,08  0,43  0,75  5,63  0,034  0,30 
Desinhibición  0,86  1,29  0,76  1,18  0,36  0,63  3,95  0,068  0,23 
Irritabilidad  2,14  2,55  2,09  2,37  0,64  0,62  6,44  0,025  0,33 
CMA  0,50  1,60  0,32  1,62  0,14  0,53  1,52  0,239  0,10 
Total  17,71  11,59  17,60  11,46  7,57  5,01  28,29  0,000  0,68 
HAD
Ansiedad  13,07  2,17  11,57  2,65  10,71  3,49  15,98  0,000  0,28 
Depresión  9,35  2,56  8,07  2,16  5,71  1,81  21,33  0,000  0,62 
Total  22,43  3,34  19,64  4,12  17,14  4,09  18,95  0,001  0,69 
IB  29,29  25,18  29,64  24,76  33,21  28,52  1,13  0,338  0,08 

CMA: conducta motora aberrante; DE: desviación estándar; HAD: Escala hospitalaria de ansiedad y depresión; IB: índice de Barthel; MMSE: Mini-examen del estado mental; NPI: Inventario de síntomas neuropsiquiátricos.

Figura 1.

Cambios en las puntuaciones de los dominios del MMSE.

(0.09MB).
Tabla 3.

Cambios en las puntuaciones de las variables clínicas en los grupos de pacientes de distinta severidad

  Grupo leveGrupo Moderado
  BasalFinal    BasalFinal   
  Media  DE  Media  DE  Media  DE  Media  DE 
MMSE
Orientación  4,33  2,25  6,16  2,56  –3,84  0,012  3,87  2,47  5,62  2,06  –4,78  0,002 
Lenguaje  7,16  1,16  7,01  0,08  0,35  0,741  5,86  1,12  7,75  1,75  –3,42  0,011 
Memoria  3,30  1,86  4,33  1,36  –3,87  0,012  3,37  1,40  5,03  1,19  –4,33  0,003 
Total  18,33  5,84  22  4,64  –6,83  0,000  12,50  3,02  17,88  4,03  –8,48  0,000 
NPI
Delirios  0,67  0,51  0,17  0,43  1,58  0,175  3,88  2,99  1,75  1,16  2,86  0,024 
Alucinaciones  0,33  0,49  0,19  0,47  1,00  0,363  3,75  2,25  2,00  1,07  2,70  0,031 
Agitación  1,33  1,64  0,67  0,81  –1,34  0,235  2,50  1,85  1,25  0,71  –2,76  0,028 
Ansiedad  2,67  1,63  0,63  0,74  –3,87  0,012  1,75  2,18  0,63  0,74  –2,05  0,080 
Apatía  1,04  1,67  0,33  0,51  1,35  0,235  1,50  2,33  0,50  0,93  1,87  0,104 
Irritabilidad  0,67  0,82  0,33  0,57  1,58  0,180  3,25  2,82  0,88  0,64  1,00  0,037 
Depresión  4,01  4,41  1,01  1,54  2,12  0,087  1,13  1,36  0,75  0,71  2,57  0,351 
Euforia  1,54  1,32  0,83  0,95  1,84  0,082  2,20  3,14  1,38  1,24  1,19  0,246 
Desinhibición  1,57  0,33  0,48  2,48  0,024  0,75  0,99  0,38  0,71  2,58  0,017 
CMA  0,17  0,38  1,84  0,083  0,75  2,02  0,25  0,67  1,81  0,083 
Total  12  5,75  4,66  2,63  8,11  0,000  22  25,59  9,75  5,07  7,46  0,000 
HAD
Depresión  9,00  1,54  5,66  1,86  3,78  0,013  9,62  3,20  5,75  1,90  3,08  0,018 
Ansiedad  12,66  2,70  11,33  4,18  2,49  0,024  13,37  1,43  11,50  2,93  2,94  0,007 
Total  21,67  3,49  17  5,41  5,74  0,000  23  3,02  17,25  2,59  6,96  0,000 
IB  44,10  20,58  40  21,62  0,58  0,560  18,18  12,62  21,88  23,39  –0,68  0,503 

DE: desviación estándar; HAD: Escala hospitalaria de ansiedad y depresión; IB: índice de Barthel; MMSE: Mini-examen del estado mental; NPI: Inventario de síntomas neuropsiquiátricos.

Figura 2.

Cambios en las puntuaciones de los síntomas NPI en el grupo de demencia leve.

(0.14MB).
Figura 3.

Cambios en las puntuaciones de los síntomas NPI en el grupo de demencia moderada.

(0.16MB).
Discusión

En este estudio se ha pretendido estudiar el efecto de la musicoterapia sobre los déficits cognitivos, psicológicos y conductuales de los pacientes con EA y se muestran resultados positivos respecto a la mejora sintomática. Tras la intervención de musicoterapia, se aliviaron la mayoría de los trastornos neuropsiquiátricos. Especialmente, mejoraron la ansiedad y la depresión, como también reportaron19. No obstante, la mejoría de la depresión a través del NPI no alcanzó significación estadística. Ciertamente estos 2 instrumentos (HAD y NPI) miden diferentes aspectos de la depresión y fueron contestados por diferentes evaluadores (pacientes y cuidadores). La escala HAD está más centrada en síntomas de anhedonia y solo valora su severidad, mientras que el NPI valora la frecuencia y la intensidad de síntomas físicos.

Otros síntomas que mejoraron con la intervención musical, en el grupo de pacientes con demencia moderada, fueron los delirios, las alucinaciones, la irritabilidad y la agitación, quizás debido a la mayor intensidad de estos síntomas. Se ha indicado que la musicoterapia disminuye el grado de agitación de los pacientes y con ello la necesidad de aumentar las dosis de medicación tranquilizante20. Según Hall y Buckwalter, con el progresivo declive de la cognición disminuye la tolerancia al estrés21. En los momentos de estrés debidos a diversas frustraciones se producen trastornos conductuales, como la agitación y agresividad. El efecto de la musicoterapia sería el de aumentar el umbral de tolerancia ante estímulos ambientales estresantes que desencadenarían trastornos conductuales22. Así, hemos observado un efecto alto y consistente de la música sobre la ansiedad y la depresión. La música es un estímulo placentero, especialmente si se adapta a los gustos personales, y evoca emociones positivas. Incluso, tiene efectos neuroendocrinos, disminuyendo la activación simpática y suprarrenal ligada al estrés23. Además, si se trata de musicoterapia grupal e interactiva, se favorecen las relaciones sociales de los pacientes y se relaciona con mejoras en el estado anímico24. En este estudio, los grupos de trabajo eran pequeños y esto facilitaba la participación, la interacción social y el sentimiento de intimidad. Además, al tratarse de música conocida por los pacientes, estos pudieron participar fácilmente y así mejorar su sentimiento de competencia.

En cuanto a la cognición, cabe destacar la mejoría sobre la orientación y memoria, que se mantiene independientemente de la severidad de la demencia. Esto respalda el uso de la musicoterapia a lo largo del curso de la enfermedad. Nuestros hallazgos respecto a la mejoría mnésica pueden haberse visto favorecidos por el uso de música conocida y estimada por pacientes. El procesamiento de emociones asociadas a la música parece estar preservado en pacientes con EA25. Por ello, mediante melodías familiares resulta sencillo que los pacientes experimenten emociones y evoquen recuerdos autobiográficos26. Por otra parte, se ha descrito que escuchar música favorece la retención de material verbal en ancianos sanos y en pacientes con EA27,28. Esto quizás se deba a que provoca cambios en el funcionamiento de las redes cerebrales ejecutivas, asociativas y auditivas que favorecen los mecanismos de plasticidad implicados en el aprendizaje29. Otra razón puede radicar en el aumento del arousal y la disminución de la ansiedad que se produce al escuchar música, lo cual favorece la atención y con ello la codificación30. El aumento de la activación cerebral global y de los mecanismos de plasticidad podría también explicar la mejoría de la orientación temporo-espacial. De acuerdo con ello, se ha indicado que la escucha de música facilita la realización de tareas espacio-temporales31. Además, la evocación de determinados recuerdos musicales es uno de los elementos que forman parte de las técnicas de reminiscencia32. Nuestros resultados sobre la mejoría en el lenguaje apoyan los hallazgos reportados en la literatura al respecto. Así, mediante la música se ha observado mejoría en la fluidez y contenido del discurso y en la capacidad de denominación los pacientes con demencia, así como una mayor tendencia a la comunicación con otras personas33,34. De hecho, el entrenamiento musical produce un reclutamiento de áreas del hemisferio derecho implicadas en la percepción del habla, lo cual facilita la comprensión de la misma35. Debemos resaltar que no todos los estudios acerca de musicoterapia en demencias han arrojado resultados significativos sobre la cognición24,36,37. Aunque se ha indicado que el efecto de la musicoterapia puede mantenerse a largo plazo38, no se ha comprobado si una vez finalizadas las sesiones este efecto perdura. De hecho, puede que el efecto sobre la cognición sea transitorio, presentándose solo al día siguiente de la sesión de musicoterapia39. Nosotros observamos una mejoría progresiva en los dominios cognitivos a lo largo de las sesiones de tratamiento con música, lo cual podría contradecir la noción de la transitoriedad de su eficacia. La explicación de las discrepancias respecto a los efectos de la musicoterapia pueden estar relacionadas con diferencias en el tipo de intervención: activa/pasiva, individual/grupal, música de relajación/música popular. Es necesario ampliar la investigación sobre estos aspectos, mediante estudios amplios y metodológicamente correctos. Los resultados de nuestro estudio pueden haberse visto influidos por el tipo de escala usada para valorar la cognición. Al tratarse de un test breve, con la administración repetida del mismo puede haber cierto efecto facilitador.

Pese a los cambios cognitivos y conductuales, no se ha observado influencia de la intervención sobre dependencia funcional, como también ha sido señalado en la literatura40. Ciertos aspectos pueden explicar este resultado. Nuestra muestra presenta unos niveles de dependencia severa para realizar las actividades de la vida diaria. Por tanto, haría falta una rehabilitación conjunta de aspectos motores y cognitivos para obtener resultados en cuanto a funcionalidad.

En resumen, hemos observado que la terapia con música puede tener efectos estimulantes sobre la actividad cognitiva y el ánimo pero también inhibidores de las conductas desencadenadas por estrés ambiental. Sin efectos adversos, económica y placentera, la música se perfila como una terapia emergente y prometedora en el campo de las demencias, aunque faltan estudios homogéneos y controlados para establecer una recomendación firme. Al tratarse de un estudio con diseño intrasujetos sin grupo control, sus conclusiones han de adoptarse con reserva. No obstante, la consistencia y el tamaño de los efectos aquí mostrados indican la conveniencia de ampliar el estudio y añadir un grupo control para descartar la existencia de un efecto placebo. De igual modo, consideramos interesante la realización de estudios que evalúen el efecto residual del beneficio de las sesiones de musicoterapia.

Conflicto de intereses

No existe conflicto de intereses.

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