P-14 - DERRAME PLEURAL MALIGNO. DIAGNÓSTICO Y MANEJO CON PLEURODESIS QUÍMICA
Hospital Clínico Universitario, Valladolid.
Objetivos: El derrame pleural maligno (DPM) es una manifestación en neoplasias avanzadas. El objetivo es evaluar la forma de presentación, sus características clínicas, estirpe y supervivencia, así como la eficacia de la pleurodesis química (PQ) quirúrgica.
Métodos: Estudio de cohortes retrospectivo de pacientes intervenidos de PQ quirúrgica desde enero de 2016 a diciembre de 2022 por DPM. Se recogieron datos demográficos, clínicos, comorbilidades, estancia hospitalaria, complicaciones, escala LENT, histología y supervivencia. Análisis univariante mediante χ2 o t de Student; análisis de supervivencia mediante Kaplan-Meier y log-rank con significación estadística p < 0,05.
Resultados: Se incluyen 108 pacientes (68,5% hombres). Edad media 69 ± 10,52 años. Comorbilidad: fumadores 57,4% (62), diabetes 15,7% (17), EPOC 12% (13), enfermedad coronaria 10,2% (11) y enfermedad cerebrovascular 5,6% (6). El 78% (84) puntuación ASA > III y ECOG ≥ 1 71,2% (77). Al diagnóstico 41,7% (45) presentaban disnea de mínimos esfuerzos y 22,2% (24) eran asintomáticos, con afectación de hemitórax derecho 56,5% (61) y 43,5% (47) izquierdo. Existencia de implantes macroscópicos en pleura parietal en el 85,1% (92), pleura visceral 46,2% (50) y pulmonares 8,3% (9). El 50% (54) eran mesoteliomas (59,2% [32] estirpe epitelioide) adenocarcinoma pulmonar 28,7% (31) y carcinoma mamario 7,4% (8). Según escala LENT, 45,2% (49) de bajo riesgo, 48,8% (53) riesgo intermedio y 6% (6) alto riesgo. Un paciente requirió reintervención por sangrado. El 13% (14) presentaron complicaciones pulmonares posoperatorias, clasificadas como leves según Clavien-Dindo I-II en el 97,2%. Un paciente falleció durante el ingreso, y 3 durante los primeros 30 días (todos con ASA ≥ IV) en relación con su neoplasia de base. Estancia hospitalaria media de 4,00 ± 5,71 días. El 47,22% (51) presentó al alta reexpansión pulmonar completa, 33,33% (36) pinzamiento costodiafragmático, 14,83% (16) derrame residual > 1/3 del hemitórax y 4,62% (5) atrapamiento pulmonar. Se evaluó la eficacia de la PQ, destacando en el 73,14% (79) de los pacientes mejoría clínico-radiológica después del primer mes posquirúrgico. El fracaso de la pleurodesis se asoció a: derrames residuales (p = 0,001), empiema (p = 0,006), histología no mesotelioma (p = 0,034), débito > 500 cc en primeras 24h (p = 0,022), o drenaje > 3 días por débitos elevados (p = 0,004). Mediana de supervivencia de 33,70 ± 3,35 meses. Según histología, mediana de supervivencia de 39,55 ± 4,60 (IC95% [30,51-48,58]) para mesotelioma, 28,95 ± 5,29 (IC95% [18,57-39,33]) para adenocarcinoma pulmonar y 17,75 ± 6,26 (IC95% [5,46-30,03]) para el carcinoma mamario. Test de log-rank con diferencias significativas entre distintas histologías (p = 0,03; fig.). Los factores que influyeron en la mortalidad fueron: ECOG III-IV (HR 2,14; IC95% [1,28-3,29]; p = 0,012), quimioterapia preoperatoria (HR 3,71; IC95% [2,11-5,14]; p = 0,003) e histología tumoral diferente a mesotelioma pleural (HR 2,43; IC95% [1,81-3,57]; p = 0,006).
Conclusiones: La mortalidad del DPM se asocia fuertemente a la estirpe tumoral, siendo la histología mesotelial aquella con mayor supervivencia. El tratamiento mediante PQ es un procedimiento eficaz y con baja morbimortalidad en estos pacientes.