P-690 - SHOCK HEMORRÁGICO SECUNDARIO A ÚLCERA RECTAL SANGRANTE
Hospital Regional Universitario Carlos Haya, Málaga.
Introducción: El síndrome de la úlcera rectal solitaria es una enfermedad poco frecuente, crónica y benigna, con una presentación clínica muy variada. Presentamos el caso de una paciente con rectorragia secundaria a úlcera rectal, que tras fracaso de manejo endoscópico requirió cirugía para su control y resolución.
Caso clínico: Mujer de 55 años, sin antecedentes de interés, en seguimiento por úlcera rectal con estudio histológico negativo para malignidad y en tratamiento con enemas de mesalazina. Ingresada por rectorragia con anemización y cuadro de shock hemorrágico que requirió ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos. Se realiza colonoscopia con evidencia de úlcera rectal, sin sangrado activo. Tras nuevo episodio de shock hemorrágico se repite colonoscopia con los mismos hallazgos y abundantes restos hemáticos y coágulos en tercio distal de colon, tratándose con adrenalina y hemoclips. Se realizan angioTC, resonancia magnética, endoscopia digestiva alta y cápsula endoscópica, sin evidenciar otros hallazgos que justifiquen el sangrado. Además, se vuelve a biopsiar la úlcera, descartando malignidad y causa infecciosa. Tras nuevo episodio de rectorragia anemizante y fracaso de técnicas endoscópicas, se decide intervención quirúrgica urgente, realizándose resección transanal de la úlcera rectal. Durante el postoperatorio la paciente no vuelve a presentar episodios de rectorragia, siendo finalmente dada de alta.
Discusión: El síndrome de la úlcera rectal solitaria es una patología con una incidencia muy baja y cuyo diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos, endoscópicos e histológicos. Los síntomas más frecuentes son dolor y sangrado rectal, llegando a requerir transfusiones de sangre. También pueden presentar incontinencia y sensación de evacuación incompleta. Durante la colonoscopia podemos encontrar signos de ulceración, eritema o una lesión polipoidea, siendo necesario biopsiarla para descartar enfermedad inflamatoria intestinal, colitis isquémica o cáncer. No existe un tratamiento estándar definido, pues depende de los síntomas y características de la lesión. Varía desde un tratamiento conservador en pacientes asintomáticos (dieta rica en fibra, laxantes, etc.), biofeedback para mejorar la evacuación rectal, enemas con sulfasalazina o tratamiento con láser o argón plasma. Si las terapias anteriores fracasan se puede optar por la cirugía, con opciones que van desde la escisión local de la úlcera hasta una resección de recto.