Introducción: Las revisiones sistemáticas existentes sobre la utilidad de los diferentes tipos de apósitos en el manejo de las heridas agudas y crónicas ofrecen únicamente evidencia de baja calidad. La evidencia actual sugiere que los parches hidrocoloides son efectivos en el tratamiento de las heridas crónicas. Manteniendo un ambiente húmedo, se favorece la angiogénesis y la fibrinólisis, lo que permite cicatrizar de manera más rápida.

Caso clínico: Reportamos el caso de un varón de 42 años con un IMC de 45 con 18 impactos por arma de fuego que requirió una laparotomía media, con resección intestinal y esplenectomía. Presentó como complicaciones posoperatorias una dehiscencia anastomótica tratada con una ileostomía terminal y una evisceración por infección de herida quirúrgica profunda, tratada con terapia de presión negativa intraabdominal (VAC Abthera) para cierre por segunda intención. Posteriormente se completó con curas con apósitos hidrocoloides. El paciente fue dado de alta a domicilio, con curas hospitalarias con apósitos hidrocoloides cada 48-72 horas. Tras un mes de curas al alta, se obtiene gran mejoría, con una adecuada granulación y un casi completo cierre de la herida por segunda intención.

Discusión: Las ventajas de los apósitos hidrocoloides en el tratamiento de heridas han sido bien documentadas. Proporcionan un ambiente húmedo que favorece la angiogénesis y la fibrinólisis, lo que a su vez contribuye a la cicatrización, previene infecciones y disminuye el dolor, por lo que podrían representar una alternativa terapéutica útil para la reparación de defectos quirúrgicos. La utilización de los apósitos hidrocoloides en este caso permitió un exitoso cierre por segunda intención, con una disminución del tiempo de curación, una mejoría de la calidad de vida del paciente y un mejor resultado estético y funcional. Solo se han publicado ensayos pequeños y de baja calidad, por lo que la evidencia no es suficiente para determinar si la elección del apósito hidrocoloide afecta la cicatrización de las heridas quirúrgicas que cicatrizan por segunda intención. Este resultado prometedor nos alienta a plantear el diseño de futuros estudios con un mayor número de pacientes que nos permitan comparar esta alternativa terapéutica con las consideradas estándar.