Introducción: El yodo (I) es un elemento esencial para la producción de las hormonas tiroideas y su déficit puede provocar graves problemas de salud. En el embarazo las necesidades aumentan en un 50%. En España, se recomienda la suplementación con yoduros a todas las gestantes. Sin embargo, recientemente, se ha visto que los suplementos yodados son innecesarios en las gestantes que siguen una dieta con las cantidades recomendadas de sal yodada y lácteos, lo que ha cambiado las recomendaciones en nuestro Sistema de Salud desde hace 2 años.

Objetivos: Evaluar el contenido de I en productos lácteos y muestras de sal, como paso inicial para determinar si una dieta según las recomendaciones de consumo de sal yodada y de lácteos aporta las necesidades nutricionales de I durante el embarazo.

Métodos: El análisis se realizó por espectrometría de masas en un ICP-MS 7700x (Agilent). Los calibradores, controles (Clinchek, RECIPE^®) y muestras (200 μL) fueron diluidos al 1:20, previamente a su análisis, con una solución amoniacal que contiene EDTA, Tritón X-100, 1-butanol, hidróxido amónico y 20 μg/L de teluro (128Te), como patrón interno del 127I. Las lecturas se realizaron por triplicado y el tiempo de análisis fue de 2,5 min por muestra. Los calibradores fueron preparados en solución amoniacal a partir de una sal de yoduro amónico (Sigma-Aldrich). Se analizaron 14 muestras de leche, 4 muestras de yogur y 4 muestras de sal.

Resultados: La concentración media de I en las muestras de leche fue de 220 μg/L, con niveles de 172 a 289 μg/L. En las muestras de yogur, se obtuvo un promedio de I de 220 μg/Kg. Las muestras de sal yodada, las cuales teóricamente contienen 60 μg/g, presentaron niveles variables entre 19,8 y 87,4 μg/g.

Conclusiones: Los lácteos aportan una cantidad considerable de I. Una dieta que incluya 2-4 raciones de leche o derivados y 2-3 g de sal yodada, sería suficiente para aportar las necesidades diarias de I durante el embarazo y no sería necesaria la suplementación.