Objetivo docente: Promover la implicación del radiólogo en la radioprotección, en la tarea hospitalaria diaria.

Revisión del tema: Varios estudios ya demostraron el aumento del riesgo de leucemia y mutaciones ante la exposición continuada a radiaciones ionizantes en bajas dosis. En los países desarrollados, la mitad de la radiación anual recibida por los pacientes proviene de la medicina. Dos tercios de ésta la genera el TAC. Con el fin de disminuir la exposición a efectos nocivos de las radiaciones el radiólogo puede participar en los siguientes niveles: Información al paciente: clara y realista sobre riesgos y beneficios de los estudios TC. Revisión de los protocolos TC para asegurarse de que las "dosis usadas son las razonablemente posibles" para lograr diagnóstico adecuado y, ajustar parámetros al volumen del paciente. Promover el uso de métodos que no usen radiaciones ionizantes cuando esté indicado revisando prescripciones y creando guías clínicas, en interacción con profesionales de otras especialidades. Adquirir y fomentar la educación en radioprotección a colegas, técnicos radiólogos y población general. Conocer y promover el conocimiento de la "dosis recibida" en cada exploración y "la dosis histórica". Actualizarse en relación a la tecnología más adecuada para cumplir estos objetivos.

Conclusiones: La participación del radiólogo en medidas destinadas a minimizar la exposición a las radiaciones ionizantes es fundamental para disminuir sus efectos probabilísticos. Dos factores que nunca hay que olvidar son "justificación y optimización" de su uso en las pruebas realizadas. Es esencial la interacción con médicos de otras especialidades y la educación de población general y los profesionales médicos.