Objetivo docente: Conocer las diferentes localizaciones donde puede asentar una infección tuberculosa fuera del pulmón así como describir los hallazgos radiológicos característicos.

Revisión del tema: El término tuberculosis describe un conjunto de entidades clínicas causadas por Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis) o menos frecuentemente por Mycobacterium bovis. El órgano que fundamentalmente se afecta es el pulmón, pero la tuberculosis puede afectar prácticamente a cualquier órgano y de forma típica se asocia a la formación de granulomas. Casi todas las infecciones se deben a la inhalación de microgotas. Rara vez se desarrollan focos iniciales extrapulmonares en abrasiones cutáneas, el intestino, la orofaringe o los genitales. La tuberculosis extrapulmonar puede dividirse en tres grupos según la patogenia: por focos mucosos superficiales secundarios a la propagación de secreciones pulmonares a través de los aparatos respiratorio y digestivo, por focos establecidos por propagación contigua, y por focos establecidos por diseminación linfohematógena, implicando este último un cierto grado de compromiso inmunitario. Desde el foco pulmonar inicial los macrófagos infectados pueden diseminarse por todo el organismo por vía hematógena. Fuera del pulmón, los sitios donde con mayor frecuencia se localiza la tuberculosis son: ganglios linfáticos, pleura, aparato genitourinario, huesos y articulaciones, meninges y peritoneo. Pero prácticamente todos los órganos y aparatos pueden afectarse.

Conclusiones: El diagnostico definitivo de tuberculosis se hace con la identificación de M. tuberculosis. Las técnicas radiológicas son de gran utilidad cuando se sospecha un foco extrapulmonar, ya que existen características radiológicas típicas y son una importante herramienta a la hora de tomar muestras de las áreas afectadas.