YA TENGO MI MAPA DE YODO PULMONAR... ¿Y AHORA QUE HAGO?
Hospital Universitario La Paz, Madrid, España.
Objetivos docentes: Describir los principios técnicos que subyacen a la obtención de los mapas de yodo mediante sustracción y el protocolo de adquisición y reconstrucción en un equipo de tomografía computarizada multicorte de 320 detectores. Aportar las claves para una correcta interpretación de estos mapas: semiología, artefactos y fuentes de error.
Revisión del tema: La patología vascular pulmonar y su diagnóstico son claves cuando se produce un fracaso en la función respiratoria. Los mapas de yodo se perfilan como una técnica prometedora en la valoración de la microcirculación pulmonar. Un mapa de yodo normal debe ser homogéneo y de un color naranja-amarillo, salvo en lóbulo medio y língula, que de forma fisiológica pueden estar hipoperfundidos. Un defecto de perfusión presentará un color azul-morado. No obstante, no todas estas áreas “frías” tienen por qué ser patológicas, dado que existen falsos positivos: bullas y enfisema, áreas de atrapamiento aéreo, artefactos por movimiento respiratorio, las cisuras pulmonares y las áreas de aumento de densidad pulmonar. Otras causas de error son los artefactos; durante la adquisición (movimiento respiratorio y cardiaco, endurecimiento del haz) y el posprocesado (excluye las consolidaciones por no considerarlas parénquima pulmonar). Se ha comprobado también la utilidad de los mapas de yodo en la interpretación del patrón pulmonar en mosaico, para valorar si la base patológica subyacente es un problema en el lecho vascular o en la vía aérea.
Conclusiones: Conocer los parámetros técnicos y la semiología de los mapas de yodo, son las claves para obtener un mayor rendimiento con esta técnica.